Los partidos israel¨ªes se al¨ªan ante las urnas para eludir otra repetici¨®n electoral
El auge de Lieberman amenaza con bloquear de nuevo a Netanyahu tras los comicios de septiembre
No se recuerdan menos listas electorales en la carrera hacia la Kneset, el fragmentado Parlamento unicameral de Israel. A menos de siete semanas de la celebraci¨®n de las segundas legislativas convocadas este a?o, tan solo nueve candidaturas con probabilidades de lograr esca?o se hab¨ªan presentado el jueves antes de que venciera el plazo legal, frente a las 14 registradas en los comicios no concluyentes de abril. Los partidos temen que el 17 de septiembre se reproduzca el bloqueo en la C¨¢mara legislativa que impidi¨® formar Gobierno y han pactado distintas alianzas para eludir una nueva repetici¨®n electoral.
Casi todas las fuerzas pol¨ªticas han concentrado fuerzas pese a que el ultraproporcional sistema electoral, de circunscripci¨®n nacional, garantiza la entrada en la Kneset (120 esca?os) si se supera el umbral del 3,25% de los sufragios. ¡°La aparici¨®n de nuevas coaliciones dibuja ahora un panorama dif¨ªcil de predecir¡±, advierte el comentarista pol¨ªtico Daniel Kupervaser. ¡°En las cuatro legislativas celebradas desde 2009, el patr¨®n de resultados que ha permitido a Benjam¨ªn Netanyahu liderar la formaci¨®n de Gobierno se ha mantenido constante: en torno a los 65 diputados para la derecha frente a unos 55 del centroizquierda y la oposici¨®n ¨¢rabe¡±, precisa este analista. ¡°Esta por ver si las alianzas mantienen esa tendencia, despu¨¦s de que Avigdor Lieberman [nacionalista laico] dejara de apoyar a Netanyahu¡±.
Los partidos parecen haber aprendido la lecci¨®n de las urnas en abril ¡ªque castigaron la divisi¨®n en la derecha y los partidos ¨¢rabes¡ª y han acelerado los movimientos de unidad ante la repetici¨®n de los comicios, que se presentan como una segunda vuelta electoral. Estas son las principales formaciones y sus alianzas.
Likud. El partido conservador liderado por Netanyahu, que obtuvo 35 esca?os hace cuatro meses, ha absorbido a la formaci¨®n centrista Kulanu, que entr¨® por la m¨ªnima en la Kneset con solo cuatro diputados. El primer ministro refuerza un perfil de moderaci¨®n frente a rivales de centro.
Azul y Blanco. Es en s¨ª misma una alianza de varias fuerzas centristas, encabezada por el carism¨¢tico exgeneral Benny Gantz y el popular expresentador de televisi¨®n Yair Lapid. Empataron a 35 esca?os con el Likud en abril en su primera batalla electoral a los pocos meses de su fundaci¨®n. Les acompa?aron en cabeza de la lista otros dos antiguos jefes de las Fuerzas Armadas.
Partido Laborista. Su nuevo l¨ªder, el exministro de Defensa Amir Peretz, ha optado por pactar con el peque?o partido de centro Gheser, en lugar de sumarse a una coalici¨®n de izquierda. El laborismo, que solo obtuvo seis diputados en abril, parece apostar por integrarse en un hipot¨¦tico Gabinete de unidad nacional si Netanyahu no logra sumar mayor¨ªa en el campo de la derecha.
Uni¨®n Democr¨¢tica. El partido de la izquierda pacifista Meretz (cuatro esca?os) estuvo a punto de quedar fuera de la Kneset. Ahora se ha asociado con el ex primer ministro Ehud Barak ¡ªuna de las voces m¨¢s cr¨ªticas contra Netanyahu¡ª y ha acogido a desertores laboristas descontentos con la vieja guardia del partido.
Israel, Nuestra Casa. El partido ultranacionalista laico del exministro de Defensa Avigdor Lieberman se ha convertido en la clave que sostiene la b¨®veda pol¨ªtica en Israel. Es el ¨²nico al que parece irle mejor en solitario. La radical decisi¨®n de retirarle el respaldo a Netanyahu forz¨® la repetici¨®n electoral en septiembre. Los sondeos prev¨¦n que duplicar¨¢ sus actuales cinco parlamentarios gracias a un programa que tiene como eje obligar a los ultrarreligiosos (12% de la poblaci¨®n) a cumplir el servicio militar. Lieberman traz¨® el martes una l¨ªnea roja en la reuni¨®n del comit¨¦ central de Israel, Nuestra Casa al advertir que solo apoyar¨¢ un Gobierno de unidad nacional con el Likud y Azul y Blanco. Es decir, un Ejecutivo en principio no presidido por Netanyahu, a quien Gantz y Lapid se niegan a investir, si bien no excluyen a otros dirigentes del Likud.
Ultraortodoxos. Los jared¨ªes o temerosos de Dios contemplan el auge de Lieberman como una maldici¨®n b¨ªblica. Su presencia en el Gobierno de Netanyahu les ha reportado sustanciosos beneficios para sus instituciones. Los estudiantes de las yeshivas (escuelas talm¨²dicas) se hallan exentos del servicio militar, obligatorio tanto para hombres como para mujeres en Israel. La Uni¨®n Tor¨¢ y Juda¨ªsmo (askenazi), con ocho esca?os, y el partido Shas (oriental o sefard¨ª), tambi¨¦n con ocho diputados, act¨²an coordinados y son claves para sostener al Likud.
Lista Conjunta. Los cuatro partidos que representan a la minor¨ªa ¨¢rabe de Israel (20% de la poblaci¨®n) se han coaligado de nuevo para recuperar su resultado r¨¦cord de 2015 (13 esca?os), frente a los 10 que sumaron divididos en abril. Aunque no aspiran a integrarse en un eventual Gobierno alternativo, su voto puede resultar decisivo para bloquear el paso a Netanyahu hacia el poder.
Una l¨ªder laica al frente de la ultraderecha religiosa
La exministra de Justicia Ayelet Shaked, dirigente ultraconservadora pero laica, ha dado la sorpresa al situarse en cabeza de la lista electoral Derecha Unida. Esta coalici¨®n reconstituida aspira a captar todo el voto situado a la derecha del Likud de Benjam¨ªn Netanyahu. Shaked ha debido relegar a tres l¨ªderes renuentes a cederle el primer puesto, pese a que las encuestas reflejan su gran popularidad. El exministro de Educaci¨®n Neftali Bennett fue el primero en dar un paso atr¨¢s. Le sigui¨® el ministro de Transporte y dirigente de los colonos religiosos de Cisjordania, Bezalel Smotrich. Incluso el anterior l¨ªder y actual titular de Educaci¨®n, Rafi Peretz, antiguo rabino jefe de las Fuerzas Armadas, la acept¨® como n¨²mero uno. Adem¨¢s, Shaked ha vetado al partido racista Poder Jud¨ªo en la coalici¨®n.
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