La traici¨®n de un disc¨ªpulo reescribe el final del juego de tronos de Netanyahu
El ultraconservador Lieberman, que fue brazo derecho del primer ministro, fuerza las nuevas elecciones
Le neg¨® al menos tres veces, como Pedro a Jes¨²s de Nazaret, y ha acabado traicionando a su maestro. El gallo a¨²n no hab¨ªa cantado en la madrugada del jueves en Jerusal¨¦n cuando la Kneset (Parlamento) vot¨® hacerse el harakiri para repetir unas elecciones legislativas que Israel hab¨ªa celebrado apenas dos meses atr¨¢s. La mueca sard¨®nica que caracteriza a Benjam¨ªn Netanyahu se troc¨® en rictus sombr¨ªo al comprender que el final feliz de los comicios del 9 de abril, que parec¨ªan haberle revalidado como primer ministro por quinta vez, se hab¨ªa desvanecido por una traici¨®n. El judas que ha reescrito el desenlace del juego de tronos del l¨ªder indiscutido de Israel durante un decenio hab¨ªa sido el chico de los recados al inicio de su carrera pol¨ªtica.
Avigdor Lieberman (Chisin¨¢u, 1958) tuvo que trabajar como portero de discoteca para poder abrirse camino en la elitista Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n, adonde lleg¨® como joven jud¨ªo emigrado desde la antigua URSS. Cuando no se peleaba en el campus con estudiantes ¨¢rabes, frecuentaba las reuniones del movimiento racista Kach, proscrito a?os despu¨¦s. Pero fue en el Likud donde coincidi¨® a finales de los a?os ochenta con Netanyahu, prometedor dirigente sabra (nacido en Israel) y askenazi (jud¨ªo centroeuropeo), a quien ayud¨® a escalar pelda?os en la jerarqu¨ªa hasta que se convirti¨® en el l¨ªder del principal partido de la derecha.
Fue durante a?os su asistente personal, ch¨®fer ocasional y, a menudo, confidente. La fidelidad del edec¨¢n moldavo fue generosamente recompensada cuando su mentor alcanz¨® la cima del poder y le nombr¨® jefe de gabinete del primer ministro, al inicio de su primer mandato en 1996. Pronto prefiri¨® volar solo. Al a?o siguiente neg¨® por primera vez al jefe del Gobierno y dimiti¨® a causa de las concesiones que, aleg¨®, se hac¨ªan a los palestinos.
Lieberman fund¨® entonces el partido Israel Nuestra Casa, la plataforma pol¨ªtica favorita de los cerca de un mill¨®n de rusohablantes del Estado jud¨ªo. Como palad¨ªn de esta comunidad ultraconservadora y de estilo de vida laico ¡ªsaborea los productos porcinos sin la bendici¨®n kosher de los rabinos¡ª, ha navegado por la derecha israel¨ª como firme aliado de Netanyahu.
Cuando el l¨ªder del Likud regres¨® al poder en 2009 le design¨® ministro de Exteriores, antes de ponerle en 2016 al frente de la cartera de Defensa, la m¨¢s relevante del Ejecutivo en Israel. Pero tambi¨¦n acab¨® renegando del primer ministro en noviembre del a?o pasado, cuando ambos chocaron sobre la estrategia de contenci¨®n militar en la franja de Gaza.
Israel Nuestra Casa sufri¨® un retroceso en las ¨²ltimas elecciones, pero sus cinco esca?os eran claves para que la coalici¨®n derechista que pretend¨ªa forjar Netanyahu sumara mayor¨ªa en la Kneset. Escudado en la reforma del servicio militar que ¨¦l mismo hab¨ªa impulsado desde Defensa, el l¨ªder ultraconservador vet¨® el pacto de Gobierno si los partidos ultraortodoxos, cuyos votos eran tambi¨¦n decisivos, no acataban antes el alistamiento de los estudiantes de las yeshivas (escuelas talm¨²dicas). La tercera negaci¨®n de Lieberman ha sido recibida como la infamia de un fel¨®n por quien fue su maestro. El primer ministro le dedica ahora el peor insulto que sale de su boca: ¡°izquierdista¡±
¡°Desde que entr¨® en la escena p¨²blica, Lieberman ha sido considerado, y no sin motivos, como el supervillano de la pol¨ªtica israel¨ª¡±, subraya el columnista de Haaretz Chemi Shalev. La oposici¨®n de centroizquierda y los partidos ¨¢rabes le tachan de extremista y racista. Las declaraciones de este dirigente ¡ªhabita desde hace d¨¦cadas en Nokdim, asentamiento de Cisjordania pr¨®ximo a Bel¨¦n¡ª contra la minor¨ªa israel¨ª de origen palestino y las organizaciones pacifistas suelen ser incendiarias. En su trabajo en el Gobierno, sin embargo, ha sido m¨¢s conocido en los ¨²ltimos tiempos por su perfil bajo y pragm¨¢tico.
Supo aprender de las habilidades de su mentor pol¨ªtico, cuyas debilidades conoce adem¨¢s mejor que ning¨²n otro l¨ªder del pa¨ªs. Al bloquear la formaci¨®n de Gobierno y forzar la convocatoria de nuevas elecciones el 17 de septiembre, Lieberman ha puesto en jaque a Netanyahu, quien se ver¨¢ obligado a mover ahora sus piezas con extrema cautela. Aunque el l¨ªder del Likud vuelva a ganar en las urnas, como ya apuntan los sondeos, apenas tendr¨¢ margen para poder formar nuevo Gobierno antes de que el fiscal general le cite el 3 de octubre por tres casos de fraude y soborno.
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