Colombia frena el crecimiento de los cultivos de coca, que siguen en m¨¢ximos
El n¨²mero de hect¨¢reas sembradas pas¨® de 171.000 a 169.000 al cierre de 2018. Es una reducci¨®n marginal, pero marca un cambio de tendencia
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
Los cultivos de coca en Colombia parecen haber encontrado un techo. Tras el cambio de Gobierno, y varios a?os de enormes esfuerzos, el pa¨ªs andino logr¨® frenar el aumento de las hect¨¢reas dedicadas a este producto, base de la coca¨ªna, que se mantienen sin embargo en niveles sin precedentes. El informe anual del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Il¨ªcitos de Naciones Unidas (Simci), presentado por el?Ejecutivo de Iv¨¢n Duque?este viernes arroja una lev¨ªsima reducci¨®n en la superficie total destinada a coca: pas¨® de 171.000 hect¨¢reas a 169.000 al cierre del a?o pasado. Pese al cambio de tendencia, la cifra sigue en zona de m¨¢ximos, tras haber batido un r¨¦cord en 2017.
"Este reporte muestra que por primera vez en pr¨¢cticamente siete a?os se quebr¨® esa tendencia de crecimiento exponencial¡±, valor¨® el presidente colombiano, acompa?ado por varios miembros de su gabinete y la c¨²pula militar, en unas breves declaraciones a la prensa junto a Pierre Lapaque, representante en Colombia de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), el ente encargado de la medici¨®n. El funcionario de la ONU tambi¨¦n celebr¨® la "ligera reducci¨®n", pero advirti¨® que "Colombia a¨²n est¨¢ en los niveles de cultivo de coca m¨¢s altos de toda la serie hist¨®rica, que se inici¨® en 2001".
Duque, que el mi¨¦rcoles pr¨®ximo cumplir¨¢ un a?o en el poder, ha dado un giro en la pol¨ªtica antidrogas con respecto a su antecesor, Juan Manuel Santos (2010-2018). Mientras que el merecedor del Nobel de Paz en 2016?por el acuerdo alcanzado con la exguerrilla de las FARC abog¨® por cambiar el enfoque en la lucha global contra el narcotr¨¢fico y abordar el problema como un asunto de derechos humanos y salud p¨²blica, Duque ha optado por una l¨ªnea m¨¢s dura: favorecer la erradicaci¨®n forzosa en detrimento de la sustituci¨®n voluntaria ¨Cpactada con las comunidades de campesinos¨C y un regreso al prohibicionismo. Ambos contrastaron con vehemencia sus visiones sobre la pol¨ªtica antidrogas durante una audiencia p¨²blica ante la Corte Constitucional el pasado marzo.
La cifra llega como una necesaria bocanada de ox¨ªgeno para Duque, que ha enfrentado una enorme presi¨®n por parte de la Administraci¨®n de Donald Trump. Su hom¨®logo estadounidense ha llegado incluso a amenazar con descertificar a Colombia en la lucha contra las drogas si no muestra resultados. Bogot¨¢ y Washington son estrechos socios en la estrategia antinarc¨®ticos desde 1999, cuando se concibi¨® el Plan Colombia. En su larga batalla, el pa¨ªs sudamericano consigui¨® reducir las hect¨¢reas dedicadas a cultivar coca de 168.000 en el a?o 2000 a 48.000 en 2012 y 2013, el nivel m¨¢s bajo desde que hay registros. Sin embargo, desde entonces crecieron a 69.000 hect¨¢reas en 2014, 96.000 en 2015, 146.000 en 2016 y 171.000 en 2017, siempre de acuerdo con las mediciones del Simci, que es considerada la cifra oficial.
Los resultados del Simci se conocen poco despu¨¦s de la medici¨®n de la Oficina de la Pol¨ªtica Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP, por sus siglas en ingl¨¦s), que detect¨® 208.000 hect¨¢reas en 2018, una reducci¨®n de 0,5% frente a las 209.000 hect¨¢reas de 2017. El Gobierno colombiano tambi¨¦n celebr¨® esa escasa reducci¨®n como un cambio de tendencia. Aunque la ONDCP suele registrar un n¨²mero mayor al Simci, pues utilizan distintas metodolog¨ªas, tienden a reflejar tendencias similares.
Las cifras de 2018 ratifican a Colombia como el primer productor de coca en el mundo y se conocen en medio de un intenso debate sobre el prop¨®sito del Gobierno de retomar las fumigaciones con glifosato, un controvertido herbicida potencialmente cancer¨ªgeno. Aunque Estados Unidos promueve su uso, Colombia suspendi¨® las aspersiones a¨¦reas en 2015 por un fallo de la Corte Constitucional que apelaba al principio de precauci¨®n. Duque ha manifestado su intenci¨®n de retomarlas, a pesar de los reparos de opositores, acad¨¦micos y ambientalistas, como parte de una pol¨ªtica integral que combine todas las herramientas posibles.
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