Posible, pero improbable: la lucha de M¨¦xico por extraditar al asesino de El Paso
El Gobierno de L¨®pez Obrador debe convencer al Departamento de Justicia de renunciar a su potestad de enjuiciar al asesino de 22 personas en Texas
La matanza racista del s¨¢bado en El Paso ha llevado al Gobierno mexicano a desplegar una ofensiva diplom¨¢tica y legal con consecuencias inesperadas. Marcelo Ebrard, el canciller del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ha viajado este lunes a Texas para reunirse con los familiares de los ocho mexicanos asesinados y seis heridos en los hechos de odio cometidos por un hombre blanco de 21 a?os en un supermercado. El viaje, sin embargo, es solo la primera muestra de una ambici¨®n mayor: el litigio por terrorismo en contra del ¡°lobo solitario¡± que caz¨® a 22 personas en una comunidad donde ocho de cada diez personas son hispanas.?
L¨®pez Obrador ha recordado este lunes que su Administraci¨®n presentar¨¢ una denuncia en contra del asesino, Patrick Crusius. ¡°Si es procedente, se va a hacer la acusaci¨®n sobre pr¨¢cticas terroristas al Gobierno de Estados Unidos para que act¨²e de conformidad con su legislaci¨®n¡±, afirm¨® en la conferencia de prensa matutina. Por la tarde, Ebrard subray¨® desde El Paso su duro mensaje del domingo, donde avanz¨® la estrategia del ejecutivo mexicano. ¡°Este es un acto de terrorismo en contra de mexicanos¡ M¨¦xico definitivamente va a participar en el juicio, ahora en la investigaci¨®n y en reunir la informaci¨®n¡±, dijo el canciller en una conferencia de prensa desde el consulado mexicano de la ciudad fronteriza.
Alejandro Gertz, el fiscal general de M¨¦xico, ser¨¢ quien deba hacer oficialmente la petici¨®n de extradici¨®n de Crusius por el asesinato de Juan de Dios Vel¨¢zquez Chairez, Sara Esther Regalado, Adolfo Cerros Hern¨¢ndez, Jorge Calvillo Garc¨ªa, Elsa Mendoza de la Mora, Gloria Irma M¨¢rquez Ju¨¢rez, Mar¨ªa Eugenia Legarreta Rothe, Iv¨¢n Filiberto Manzano y Juan de Dios Vel¨¢zquez Chairez.
Ebrard se reunir¨¢ este martes con el fiscal Gertz para comunicarle los avances de la investigaci¨®n de las autoridades estadounidenses y para sumar algunos elementos a la carpeta de investigaci¨®n que la Fiscal¨ªa abrir¨¢ en M¨¦xico por el crimen. El canciller reconoci¨® el mensaje que Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, lanz¨® el lunes desde Washington. ¡°Coincidimos en que en este posicionamiento haya aparecido el racismo y la supremac¨ªa blanca como problemas serios en Estados Unidos¡±, ha asegurado.?
El terrorismo no es un delito internacional. No es uno de los cr¨ªmenes que son perseguidos en tribunales internacionales como el genocidio o delitos de lesa humanidad. En cambio, se trata de un delito trasnacional que permite a los pa¨ªses perseguirlos siempre y cuando tengan v¨ªnculos con los hechos y que las naciones lo contemplen en sus c¨®digos penales, lo que se conoce como doble criminalidad. Este es el caso, lo que da a M¨¦xico las condiciones para solicitar a Estados Unidos la extradici¨®n del tirador. "Jur¨ªdicamente, existen las bases", considera Sandra Hern¨¢ndez, quien litig¨® por m¨¢s de 20 a?os en la Secretar¨ªa de Relaciones Exteriores.??
Ebrard ha reiterado que esta es la primera vez que M¨¦xico inicia una ofensiva como esta. Eso puede atribuirse a una regla no escrita en la ley internacional, donde los delitos de terrorismo suelen llevarse por el pa¨ªs donde sucedieron los hechos. Es una medida pragm¨¢tica, pues las autoridades locales tienen acceso directo a los lugares de los hechos, a los testimonios de las v¨ªctimas y a las pruebas. Este ser¨¢ un caso judicial donde la pol¨ªtica desempe?ar¨¢ un papel determinante. "Otorgarla ser¨ªa un giro en la pol¨ªtica de extradici¨®n de Estados Unidos. Es muy dif¨ªcil para un pa¨ªs renunciar a su jurisdicci¨®n, es una potestad de los Estados", a?ade Hern¨¢ndez.??
Otras expertas aprecian el gesto como una medida ret¨®rica. ¡°Jur¨ªdicamente no tiene mucho sentido¡±, considera Ximena Medell¨ªn, investigadora de la divisi¨®n de estudios jur¨ªdicos del Centro de Investigaci¨®n y Docencia Econ¨®mica (CIDE). La acad¨¦mica asegura que los procesos de extradici¨®n suelen solicitarse cuando no hay avances sustantivos en la investigaci¨®n o cuando el pa¨ªs que juzgar¨¢ el delito tiene debilidades estructurales o institucionales. Las se?ales de los ¨²ltimos d¨ªas provenientes de Estados Unidos, sin embargo, van en sentido contrario. Dejan ver que existir¨¢ una acusaci¨®n robusta por los 22 homicidios que podr¨ªa incluir la petici¨®n de la pena de muerte para Crusius, pues Texas es uno de los 29 Estados que contin¨²an las ejecuciones. Una extradici¨®n obligar¨ªa a los fiscales estadounidenses a renunciar a esta pena, que no existe al sur de la frontera. ¡°No encuentro la ganancia para lograr la extradici¨®n. M¨¦xico se va a enfrentar a un no rotundo que podr¨ªa desgastar la relaci¨®n bilateral¡±, a?ade Medell¨ªn.?
Estados Unidos tiene derecho a decir que no, se?ala Hern¨¢ndez. Es una palabra muy repetida en la relaci¨®n bilateral. Los mexicanos suelen escucharla cuando han intentado extraditar para enjuiciar, por ejemplo, a agentes de la patrulla fronteriza que han dado muerte a migrantes que cruzan la frontera ilegalmente. El departamento de Justicia prefiere desahogar el proceso en sus cortes locales. Este es un caso diferente. "Puede suceder, pero ser¨ªa un gesto con el Gobierno mexicano", se?ala Hern¨¢ndez, quien recuerda que M¨¦xico tuvo un gesto similar en el a?o 2000, cuando el Supremo permiti¨® extraditar a Espa?a a Ricardo Miguel Cavallo, un torturador acusado de genocidio, por delitos cometidos en Argentina.??
Contra las armas?
A pesar de que el esfuerzo por litigar pueda ser considerado un golpe de efecto del Gobierno de L¨®pez Obrador, los hechos de El Paso han servido para agitar una vieja pol¨¦mica entre los vecinos norteamericanos: la posesi¨®n de armas de fuego protegida en la segunda enmienda de la Constituci¨®n de Estados Unidos. Con cautela, el presidente mexicano dijo el lunes que los republicanos y dem¨®cratas han puesto ¡°poca atenci¨®n¡± en la regulaci¨®n de armamento. ¡°Estos lamentables hechos deben llevar a la reflexi¨®n, al an¨¢lisis y a la decisi¨®n de controlar la venta indiscriminada de armas", afirm¨® el mandatario.?
¡°Definitivamente vamos a presentar un caso en contra de la venta y distribuci¨®n de armas, como el arma de asalto que seg¨® la vida de ocho mexicanos y 14 estadounidenses¡±, dijo Ebrard en Texas. Estados Unidos tiene el 42% de las armas del planeta a pesar de tener solo el 4% de la poblaci¨®n.?
No es la primera vez que funcionarios mexicanos se quejan ante Washington por las laxas leyes que permiten la venta y tr¨¢fico de armas a M¨¦xico, donde se estima que entran m¨¢s de 200.000 pistolas y rifles ilegales cada a?o. En febrero de 2012, el presidente Felipe Calder¨®n devel¨® en Ciudad Ju¨¢rez un gigantesco cartel con la leyenda: No more weapons! (No m¨¢s armas) para que pudiera ser le¨ªdo desde Estados Unidos. Aquel esfuerzo simb¨®lico se hizo a pocos kil¨®metros de donde Ebrard anunci¨® hoy la ofensiva legal para reducir el mercado de armamento en Estados Unidos, una tarea en la que han fracasado cientos de pol¨ªticos locales durante d¨¦cadas.
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