Bolsonaro y Macri, ?a setas o a Rolex (neoliberales)?
Un an¨¢lisis de la actualidad internacional a trav¨¦s de art¨ªculos publicados en medios globales seleccionados y comentados por la revista CTXT
El gobierno ultraderechista de Jair Bolsonaro avanza err¨¢tico hacia su primer a?o en el poder. Pese a gozar de una amplia mayor¨ªa parlamentaria, apenas ha logrado importantes victorias legislativas. Lo atraviesa una duda existencial: ?debe ser pragm¨¢tico e implementar las pol¨ªticas neoliberales que le granjearon el apoyo de los mercados dentro y fuera de Brasil? ?O tendr¨ªa que redoblar su apuesta por las guerras culturales? Si por Bolsonaro fuera, su gobierno apenas se dedicar¨ªa a otra cosa que a combatir la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡± y armar hasta los dientes a la poblaci¨®n civil. Pero hay en Brasilia figuras m¨¢s astutas que tratan de redirigir la legislatura hasta asuntos de sustancia material. As¨ª lo cuentan en el Financial Times Byan Harris y Andr¨¦s Schipani, que se?alan la reciente votaci¨®n en el Congreso que encarrila la reforma regresiva del sistema de pensiones como posible punto de inflexi¨®n.
Con un nivel de aprobaci¨®n que apenas supera el 33% y un pa¨ªs en recesi¨®n t¨¦cnica, se ve golpeado adem¨¢s por el esc¨¢ndalo que rodea a su actual ministro de justicia, Sergio Moro, quien antes fue el juez encargado de quitar de en medio al expresidente Lula, que iba camino de arrasar en las elecciones hasta que lo encarcelaron. The Intercept publica la octava entrega de su serie de investigaci¨®n sobre el asunto. Las conversaciones del chat privado entre Moro y el fiscal jefe de la llamada operaci¨®n Lava Jato han arrojado pruebas sobre la parcialidad de la investigaci¨®n y su motivaci¨®n pol¨ªtica. Esta vez, el texto lo firman la redactora jefa del medio estadounidense, el redactor jefe de su edici¨®n brasile?a y el periodista ganador de un Pulitzer y afincado en Brasil, Glenn Greenwald. La respuesta del gobierno de Bolsonaro desde el principio de la publicaci¨®n de las informaciones ha sido atacar al mensajero. Han detenido a varios supuestos filtradores, y el propio presidente amenaz¨® en una reciente rueda de prensa a Greenwald con encarcelarlo. El periodista y sus redactores jefes responden en tono desafiante. Antes las amenazas, prometen m¨¢s revelaciones. ¡°Hasta ahora, los fiscales de Lava Jato y Moro han hecho su trabajo en secreto, impidiendo que la opini¨®n p¨²blica eval¨²e la validez de las acusaciones contra ellos y la verdad de sus negaciones. Eso es lo que hace que este nuevo archivo sea tan valioso desde el punto de vista period¨ªstico: por primera vez, la opini¨®n p¨²blica va a saber lo que dec¨ªan y hac¨ªan estos jueces y fiscales cuando cre¨ªan que nadie los escuchaba¡±.
As¨ª pues, Bolsonaro se debate entre apostarlo todo a alimentar los instintos m¨¢s bajos de sus bases o ponerse definitivamente en manos de su Chicago Boy particular, Paulo Guedes, como le piden a gritos desde las p¨¢ginas del diario financiero m¨¢s influyente del mundo. ¡°En lugar de guerras culturales, lo que necesita Brasil, dicen los inversores, son las reformas econ¨®micas impulsadas por Paulo Guedes, el zar econ¨®mico de Brasil¡±, escriben Harris y Schipani. ¡°Estas incluyen los muy necesarios cambios en el generoso sistema de pensiones, la desregulaci¨®n de los sectores bancarios y energ¨¦tico y un exhaustivo plan de privatizaciones¡±.
Pero Bolsonaro no es el privatizador disciplinado que les gustar¨ªa a los gur¨²s de Wall Street. ¡°El resto es la agenda conservadora en lo cultural¡±, escriben los periodista del Financial Times. ¡°El presidente se ha peleado con el Congreso desde el arranque de su mandato. El Senado tumb¨® un decreto presidencial que flexibilizaba el control de armas. Para la irritaci¨®n del antiguo capit¨¢n del ej¨¦rcito, que despotrica contra la homosexualidad, el Tribunal Supremo de Brasil criminaliz¨® en mayo la homofobia¡±. Los analistas citados en el art¨ªculo ponen en duda que Bolsonaro tenga capital pol¨ªtico para aprobar las leyes que le gustar¨ªa, ¡°en especial porque un gran n¨²mero de estas se centran en asuntos morales¡±, como los cambios de cariz ideol¨®gico en los programas educativos y ¡°su obsesi¨®n¡± con las armas. ¡°El pragmatismo le permitir¨ªa cimentar las muy necesarias reformas econ¨®micas¡±, inciden los periodistas. Pero, lamentan, Bolsonaro sigue empe?ado en enfrentarse con las m¨¢s altas instituciones del Estado, como el Congreso y el Tribunal Supremo, por su cruzada ultramontana. ¡°Tendr¨¢ que cambiar su enfoque si quiere llevar adelante el resto de su agenda¡±, concluyen.
Como para subrayar la tesis del art¨ªculo, Bolsonaro ha anunciado en los ¨²ltimos d¨ªas dos medidas que tensan su contradicci¨®n, una de ellas con m¨¢s entusiasmo que otra. Por un lado, para regocijo de los mercados, sugiri¨® en una rueda de prensa que el camino para salir de la crisis econ¨®mica pasaba por el abaratamiento del despido. Menos de veinticuatro horas despu¨¦s, presentaba una bater¨ªa de medidas legislativas que podr¨ªan te?ir de sangre las calles de las grandes ciudades brasile?as, que ya han visto aumentar los niveles de asesinatos a manos de la polic¨ªa militar a niveles de 2003. Las leyes propuestas eximir¨ªan de responsabilidades penales a polic¨ªas y civiles que disparen a presuntos delincuentes. ¡°Los criminales morir¨¢n como cucarachas¡±, declaraba ufano en una entrevista en televisi¨®n. Hasta ah¨ª lleg¨® el pragmatismo. Dec¨ªan de Juan Domingo Per¨®n que era como un h¨¢bil p¨²gil, que amenazaba con la izquierda pero terminaba pegando siempre con la derecha. Bolsonaro amaga con el librillo neoliberal y pega con el pu?o de hierro fascista.
La disciplina de Macri
Mauricio Macri ha demostrado ser m¨¢s disciplinado que su hom¨®logo brasile?o. A punto de terminar su primer mandato, el presidente argentino afronta la campa?a presidencial con las encuestas en contra, pero con la reelecci¨®n todav¨ªa a tiro. Sea cual sea el resultado de la contienda, que constar¨¢ de unas primarias a mediados de agosto, unas legislativas a finales de octubre y podr¨ªa desembocar en una segunda vuelta presidencial un mes m¨¢s tarde, el empresario metido a pol¨ªtico ha transformado profundamente su pa¨ªs durante sus cuatro a?os al frente de gobierno. El balance, seg¨²n Le Monde Diplomatique, es devastador. La edici¨®n latinoamericana de la revista dedica un dossier especial a ¡°la pesada herencia del macrismo¡±. El n¨²mero disecciona los diferentes aspectos del legado del mandato de la marca Cambiemos. La publicaci¨®n se detiene en aspectos como la criminalizaci¨®n de la protesta, la pobreza acuciante y la crisis econ¨®mica y social para terminar pregunt¨¢ndose: ?qu¨¦ pa¨ªs le espera al pr¨®ximo presidente a partir de diciembre?
Dos destacados art¨ªculos de vivaces titulares inciden en los aspectos del legado de Macri que perdurar¨¢n m¨¢s en el tiempo. En El Caballo de Troya de Macri, la historiadora econ¨®mica Noem¨ª Brenta disecciona la losa que deja Macri en forma de uno de los asuntos que dijo venir a resolver en 2015: la deuda. ¡°La deuda es el caballo de Troya de Macri¡±, escribe Brenta. ¡°Ella condicionar¨¢ al pr¨®ximo gobierno, si el oficialismo pierde las elecciones, o le dar¨¢ argumentos para profundizar su modelo de capitalismo salvaje, si las ganara¡±. ¡°Si fuera reelecto har¨ªa lo mismo pero mucho m¨¢s r¨¢pido¡¯, ya advirti¨® el presidente¡±.
Cuando lleg¨® al poder Macri, la deuda Argentina rondaba el 52% del PIB. Hoy se acerca al 100%. ¡°En menos de cuatro a?os el endeudamiento pas¨® desde niveles manejables a exceder la capacidad de pago del pa¨ªs, y hoy solo lo sostiene el respirador del FMI, por cierto que interesadamente y a un precio may¨²sculo¡±, explica la economista. Brenta resume los escenarios posibles a futuro inmediato de la deuda seg¨²n los informes del propio FMI, que reconocen que es ¡°muy elevada¡±, tiene un ¡°enorme porcentaje¡± en moneda extranjera¡± y ¡°necesidad de financiamiento excesiva¡±. En resumen, concluye, ¡°la deuda p¨²blica de Argentina presenta riesgos significativos de sustentabilidad, dice el mismo organismo que le pone los d¨®lares al gobierno para mantener la estabilidad de la olla a presi¨®n de una econom¨ªa en crisis autogenerada¡±.
El gobierno de Macri, relata, se sirvi¨® de una excepci¨®n sujeta por la ley financiera del pa¨ªs para contraer con el FMI la mayor deuda de su historia, volviendo a someterse al dictado de un organismo del que se hab¨ªa liberado en 2006, despu¨¦s de aplicar sus pol¨ªticas durante treinta a?os y de permanecer m¨¢s de dos d¨¦cadas bajo sus programas. Hoy el FMI sostiene a Macri y sirve de subterfugio para sus recortes y pol¨ªticas de ajuste. Precisamente en a?o electoral, el Fondo ha adelantado la gran mayor¨ªa del pr¨¦stamo acordado, y ha sido m¨¢s flexible de lo que acostumbra con las condiciones de cumplimiento del acuerdo. Esto, seg¨²n Brenta, ¡°se?ala un trato privilegiado¡± al gobierno de Macri, alineado con los intereses ¡°corporativos y estrat¨¦gicos¡± de Estados Unidos, cuyo gobierno pisa fuerte en el organismo.
¡°Esta reedici¨®n de las relaciones carnales con el FMI tiene patas cortas¡±, abunda. ¡°La monta?a de d¨®lares en stand by contribuye en estos meses a sostener el nivel de las reservas a pesar de la continua salida de capitales, y a mantener la calma cambiaria, para aumentar la chance de reelecci¨®n. Pero el ajuste fiscal asociado al programa del organismo, las tasas de inter¨¦s estratosf¨¦ricas, las tarifas alt¨ªsimas de la energ¨ªa, el atraso salarial, desploman la actividad, acent¨²an el desempleo y la pobreza, y reducen esas chances. Este saldo ambiguo deja de serlo al considerar el logro principal de uncir a Argentina al carro imperial, a trav¨¦s de un yugo dif¨ªcil de sacudir, de 50.000 millones de d¨®lares, el monto del stand by que se habr¨¢ entregado al gobierno actual. A la siguiente administraci¨®n le quedar¨¢n solo 6.800 millones de d¨®lares del acuerdo, distribuidos en siete giros de unos 980 millones, hasta junio de 2021, cada uno sujeto a condicionalidades, que el organismo desembolsar¨¢ o no seg¨²n las instrucciones de Washington, las revisiones del equipo t¨¦cnico y las simpat¨ªas que la nueva administraci¨®n despierte en ¡®los mercados¡¯¡±.
M¨¢s all¨¢ de la casu¨ªstica argentina, el art¨ªculo de Brenta es un manual de instrucciones del Fondo Monetario y sus relaciones con los pa¨ªses miembros. El pa¨ªs andino es, con mucho, el principal deudor del FMI, lo cual entra?a un riesgo para el fondo pero tambi¨¦n la ventaja de proporcionarle enormes cantidades en forma de intereses y cargos, su principal fuente de ingresos. S¨®lo entre enero y mayo de 2019, Argentina pag¨® 472 millones de d¨®lares, cantidad que alcanzar¨¢ los 1000 millones antes de final de a?o. ?nicamente con lo ingresado del erario argentino, el fondo cubre todos sus gastos administrativos. Esta dependencia genera profundos conflictos de intereses, explica la economista, ya que incentiva al FMI a realizar grandes pr¨¦stamos y a retener a los deudores para seguir generando esos ingresos, sin los cuales incurrir¨ªa en d¨¦ficits. Cuando sus principales deudores ¨Centre ellos la propia Argentina y Corea del Sur¨C cancelaron sus pr¨¦stamos en 2005 y 2006, el organismo vio reducidos sus ingresos a la tercera parte y tuvo que reestructurarse y reducir gastos para evitar ¨Ciron¨ªas del destino financiero¨C la quiebra.
Brenta pone la voz de alarma sobre el futuro a medio plazo. ¡°La etapa transcurrida podr¨ªa calificarse como moderada comparada con lo que vendr¨¢ cuando pasen las elecciones, caigan las m¨¢scaras, y haya que atender las deudas generadas en este per¨ªodo con recursos propios, colocaciones en los mercados, y emprender renegociaciones, siempre atadas a las famosas reformas estructurales¡±. Se?ala que el nuevo gobierno deber¨¢ reembolsar 175.000 millones de d¨®lares entre principal e intereses, concentrados en un pu?ado de a?os, la inmensa mayor¨ªa en moneda extranjera. Esto deja al futuro ejecutivo en una situaci¨®n cr¨ªtica antes incluso de tomar el poder, m¨¢xime en un pa¨ªs que proyecta altas tasas de desempleo y una recesi¨®n de hasta siete puntos entre 2019 y 2022, seg¨²n el propio FMI.
¡°Para despu¨¦s de las elecciones quedan las medidas que profundizar¨¢n la crisis, ya que seguir¨ªan el mismo rumbo que la gener¨®¡±, augura Brenta. Entre ellas, destaca reformas estructurales de alto coste social, como la del r¨¦gimen de pensiones y la precarizaci¨®n del empleo. Y predice: ¡°Quedan pocas joyas de la abuela, pero muy valiosas, como los bancos estatales, las empresas YPF, Aerol¨ªneas y otras, la moneda nacional, los recursos naturales, cuyo destino, como el de millones de argentinos, depende de c¨®mo se gestione el sobreendeudamiento actual¡±.
Pero las transformaciones del macrismo trascienden con mucho lo econ¨®mico. En otro texto destacado del n¨²mero especial de Le Monde Diplomatique, Daniel Feierstein escudri?a las transformaciones de estos cuatro a?os de acci¨®n de gobierno en la subjetividad argentina. Habla el soci¨®logo de un ¡°campo minado¡±. ¡°Al analizar el resultado de estos cuatro a?os de macrismo, resulta insoslayable se?alar algunas de las situaciones objetivas que han cambiado, entre las que se destacan uno de los mayores endeudamientos de la historia, el aumento de la pobreza y la desocupaci¨®n, la licuaci¨®n inflacionaria del salario, una profundizaci¨®n del descr¨¦dito de la Justicia y el aumento de la criminalizaci¨®n de la protesta¡±, escribe. ¡°Sin embargo, las transformaciones generadas por el macrismo en la subjetividad y en el sentido com¨²n penetran insidiosamente en los o¨ªdos de construir identidades y de procesar el conflicto. Por tanto, resultan una herencia perdurable m¨¢s all¨¢ del pr¨®ximo resultado electoral¡±.
Lo que en 2015 se presentaba como una derecha ¡°cool y progresista¡±, y que hasta 2018 disput¨® en parte la fallida legalizaci¨®n del aborto, escribe el soci¨®logo, ¡°ha ido virando hasta poner en cuesti¨®n muchos de los acuerdos generales en la posdictadura¡±. En concreto, Feierstein se refiere a la voladura de los consensos en materia de derechos humanos, al haberse rebajado condenas a altos cargos de la dictadura militar, as¨ª como de la ¡°reconstrucci¨®n del macartismo¡± que se ha practicado al purgar a profesores de izquierdas de los colegios p¨²blicos y desaparecer l¨ªderes sociales.
Por encima de todo destaca lo que Feierstein llama, citando a la fil¨®sofa Adela Cortina, ¡°construcci¨®n de la aporofobia¡±. Este ¡°rechazo al pobre busca quebrar las nociones de comunidad, estableciendo una estigmatizaci¨®n global en t¨¦rminos de clase¡±, escribe. Tiene asimismo en Argentina rasgos racializados. ¡°La idea de que ¡®los pobres son pobres porque no quiere trabajar¡¯ no surgi¨® con el macrismo y es parte incluso de cualquier imaginer¨ªa liberal, pero la aporofobia avanza un paso m¨¢s, como en la representaci¨®n de una pir¨¢mide de la sociedad argentina que muestra a empleados de tez y pelo claros y con traje sosteniendo sobre sus hombros a un innumerable contingente de ¡®morochos¡¯ que reciben planes sociales, gr¨¢fico que fuera difundido por el Ministerio de Producci¨®n para explicar que el 20% de la poblaci¨®n aporta el 99,4% de la recaudaci¨®n tributaria, sin preguntarse qu¨¦ ocurre con la evasi¨®n de las grandes fortunas, por qu¨¦ tanta poblaci¨®n est¨¢ fuera del sistema de trabajo formal o, incluso de modo m¨¢s b¨¢sico, si no es correcto que aquellos miembros de la comunidad que est¨¢n en mejor situaci¨®n puedan aportar m¨¢s para garantizar una vida digna para el conjunto¡±.
El macrismo, concluye el soci¨®logo, ¡°ha incubado el huevo de la serpiente y esa herencia insidiosa continuar¨¢ m¨¢s all¨¢ de su derrotero electoral, porque adem¨¢s cuenta con un contexto favorable a nivel regional e internacional, algo que tampoco hab¨ªa tenido desde el fin de la ¨²ltima dictadura¡±.
A¨²n en tiempos de vacas flacas, con la opini¨®n p¨²blica en contra, endeudadas hasta las cejas, agobiadas por el incumplimiento de sus promesas, cercadas por la corrupci¨®n y cegadas por sus propias filias y fobias, las derechas latinoamericanas logran transformar el cuerpo y el alma de sus
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