Con Alito, el PRI vuelve a la telenovela
Robusto, sonriente y repeinado, el nuevo presidente del tricolor, Alejandro Moreno, hereda el partido entre acusaciones de fraude
La carrera pol¨ªtica de Alejandro Moreno es un diagrama de la sospecha constante. Con 44 a?os, el nuevo presidente nacional del PRI ha recibido m¨¢s acusaciones por fraude, compra de votos e irregularidades electorales que muchos de sus compa?eros juntos. No ha tenido tregua ni en la contienda para dirigir el partido. Sus contrincantes le han acusado de inflar el padr¨®n de militantes, igual que algunos hist¨®ricos del partido, como el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz.
Alito, as¨ª le conocen en Campeche, su estado, se afili¨® al PRI en 1991. Fue durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari, uno de sus padrinos pol¨ªticos. El diario Reforma dec¨ªa precisamente hace unos d¨ªas que el expresidente cen¨® en su casa en 2017. El convivio en realidad era una an¨¦cdota dentro del art¨ªculo. En el texto, el diario denunciaba que Moreno, entonces gobernador del Estado al sur del pa¨ªs, hab¨ªa gastado algo m¨¢s de dos millones de d¨®lares en construir su casa, una mansi¨®n de 1.900 metros cuadrados en un predio de 13.000. Esa cantidad de dinero, conclu¨ªa la nota, superaba por mucho su salario de gobernador. Moreno contest¨® que lo hizo gracias a un cr¨¦dito bancario.
Sonriente y confiado, el cabello peinado disciplinadamente hacia atr¨¢s, Moreno parece una versi¨®n robusta del ¨²ltimo expresidente de M¨¦xico, el tambi¨¦n priista Enrique Pe?a Nieto. Cuando el tricolor elev¨® a este ¨²ltimo a la candidatura presidencial en 2011, su apellido no tard¨® en aparecer en prensa junto a la palabra telenovela. En parte por su matrimonio con la actriz Ang¨¦lica Rivera y en parte por su aspecto: la sonrisa, el copete, la juventud, el porte. M¨¢s all¨¢ de sus aspiraciones, Alito parece un heredero respetable.
A falta de biograf¨ªas oficiales, la prensa mexicana publica estos d¨ªas semblanzas m¨¢s o menos parecidas del nuevo l¨ªder priista. Todas coinciden en apuntar que Alito se afili¨® al PRI con solo 16 a?os y que desde 2000 ostenta cargos p¨²blicos. Ha sido diputado federal en dos ocasiones, senador y gobernador de su Estado hasta hace unos meses. Conoce las c¨¢maras del Congreso y tambi¨¦n su partido. Ha sido secretario de organizaci¨®n del PRI y presidente del partido en Campeche. Hace un par de d¨ªas, el portal de noticias de la prestigiosa periodista Carmen Aristegui public¨® su propio perfil del personaje. Lo titul¨® as¨ª: "Alito, el 'nuevo' viejo PRI".
Con la irrupci¨®n de Pe?a Nieto, el PRI convenci¨® a M¨¦xico de su propia novedad. Como si el pasado no fuera con ellos. El s¨ªndrome del ave f¨¦nix, tan com¨²n en pol¨ªtica, le sienta como un guante al tricolor, forzado a renacer cada poco tiempo, preso de sus corruptelas. Aunque los ciclos parece que cada vez se acortan m¨¢s: el PRI de Alejandro Moreno llega ya con la cola en llamas. Las acusaciones de inflar el padr¨®n de militantes de cara a la elecci¨®n interna que gan¨® con m¨¢s de 1.6 millones de votos es solo la ¨²ltima acusaci¨®n en su contra. En junio de 2015, cuando gan¨® la gubernatura de Campeche, sus rivales del PAN y Morena pidieron que se anulara la elecci¨®n por "coacci¨®n, amenazas y pago de grandes sumas de dinero para ganar". En diciembre, Morena acus¨® al PRI de haber desviado 367 millones de pesos del presupuesto estatal, unos 18 millones de d¨®lares, para la campa?a. En 2018, la activista Nicte-H¨¢ Aguilera, presidenta del Frente Nacional por la Defensa de la Familia present¨® una queja ante la Comisi¨®n de Derechos Humanos del Estado por acoso por parte del gobernador y otros mandatarios locales. Aguilera dijo que le presionaban para apoyar al candidato del PRI a la alcald¨ªa de Campeche, exjefe de la oficina de Moreno.
Circula un video estos d¨ªas en redes que muestra una de las cualidades m¨¢s evidentes de Moreno: la capacidad de decir una cosa y la contraria sin demasiadas consecuencias. En el v¨ªdeo aparece Alito criticando vehementemente al presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y luego abraz¨¢ndolo y d¨¢ndole la bienvenida con toda pompa a Campeche. No es una, son varias veces. En uno de los v¨ªdeos, Alito acusa incluso a L¨®pez Obrador de matar a su propio hermano cuando era ni?o.
Moreno ha sabido navegar las aguas turbulentas de la pol¨ªtica y la econom¨ªa nacionales. Varias de sus semblanzas hablan de su cercan¨ªa con el exsecretario de Gobernaci¨®n del Gobierno de Felipe Calder¨®n, el panista y campechano Juan Camilo Mouri?o. Otras mencionan su amistad con Armando Y¨¢?ez, protagonista de uno de los mayores esc¨¢ndalos de corrupci¨®n durante el Gobierno de Calder¨®n. Alito nunca ha negado su cercan¨ªa.
La ayuda de Mouri?o, dicen, fue clave en su ascenso. El pol¨ªtico panista muri¨® de un accidente de avi¨®n en 2008 y Moreno, parec¨ªa, se quedaba sin protector. Aunque quiz¨¢ que para entonces ya volaba solo. Hace unos meses, en una de las giras electorales del candidato Jos¨¦ Antonio Meade en Campeche, Alito dedic¨® unas palabras al todopoderoso l¨ªder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, sentado en las primeras filas. Moreno le llam¨® "padrinazo".
Nuevo, viejo o ambas cosas, Alejandro Moreno dirigir¨¢ al PRI en una nueva reconstrucci¨®n. El reto es enorme. No es solo que el partido m¨¢s antiguo de M¨¦xico se acerque cada vez m¨¢s a la irrelevancia. Es convencer a un pa¨ªs entero de que su existencia importa.
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