Corbyn se ofrece a liderar un Gobierno temporal para evitar un Brexit duro
El l¨ªder laborista promete pedir una pr¨®rroga a Bruselas, convocar elecciones y hacer campa?a a favor de otro refer¨¦ndum sobre la UE
Jeremy Corbyn se ha decidido finalmente a dar un paso adelante, proponi¨¦ndose a s¨ª mismo como l¨ªder del frente antiBrexit que maniobra para evitar una salida abrupta de la Uni¨®n Europea el 31 de octubre. El dirigente laborista reclama el apoyo del resto de partidos de la oposici¨®n y de los conservadores rebeldes en su estrategia de derribar a Boris Johnson por la v¨ªa de una moci¨®n de censura y pasar a encabezar un gobierno ¡°provisional¡±, con la promesa de pedir una pr¨®rroga a Bruselas, convocar elecciones generales y hacer campa?a a favor de un segundo refer¨¦ndum sobre Europa.
La iniciativa, trasladada por carta este jueves al abanico de fuerzas del Parlamento, ha sido rechazada de plano por los liberaldem¨®cratas, mientras los nacionalistas escoceses y galeses, adem¨¢s de los verdes, lo consideran un punto de partida para negociar con el laborismo. No les gusta, sin embargo, el orden de prioridades establecido en la agenda de Corbyn y defienden la celebraci¨®n de otro plebiscito sobre el Brexit antes de los comicios legislativos.
El ¨®rdago de Jeremy Corbyn intenta contrarrestar otra opci¨®n que viene abri¨¦ndose camino entre los opositores al no-deal (o Brexit salvaje) de Johnson y que contemplar¨ªa respaldar una moci¨®n de censura contra el primer ministro conservador para alentar la formaci¨®n de un Gobierno ¡°de unidad nacional¡±. Un Gobierno muy breve en el tiempo, porque su ¨²nico objetivo ser¨ªa evitar la activaci¨®n autom¨¢tica del art¨ªculo 50 del Tratado de Lisboa (sobre la salida de uno de los socios de la Uni¨®n) en la fecha fijada del 31 de octubre. Y el jefe de ese Gabinete ef¨ªmero no ser¨ªa Corbyn, sino un pol¨ªtico de corte ¡°centrista¡± como el veterano diputado tory Kenneth Clarke (moderado y proeuropeo) o su colega laborista Yvette Cooper.
La figura del l¨ªder de los laboristas -un izquierdista de la vieja escuela muy cr¨ªtico con la UE- es el tal¨®n de Aquiles de cualquier operaci¨®n antiBrexit que aspire a la unidad de acci¨®n. As¨ª lo entienden desde Downing Street, cuyo portavoz auguraba este mi¨¦rcoles en un comunicado que, de convertirse Corbyn en el nuevo primer ministro brit¨¢nico, acabar¨ªa ¡°arruinando la econom¨ªa del pa¨ªs¡±. En el trasfondo de esa declaraci¨®n subyace la convicci¨®n de Boris Johnson de que el bloque de sus propios diputados que se han declarado dispuestos a desbancarle dif¨ªcilmente dar¨ªa el paso si la ¨²nica alternativa es un Gobierno de Jeremy Corbyn.
¡°El refer¨¦ndum de 2016 no procur¨® a este Gobierno [de Johnson] el mandato para ejecutar el no-deal. Por tanto, tengo la intenci¨®n de presentar una moci¨®n de censura a la mayor brevedad posible y cuando podamos confiar en que tenga ¨¦xito¡±, reza la misiva en la que Corbyn se compromete a construir un Gobierno alternativo y ¡°estrictamente limitado en el tiempo¡±, con la vista puesta en un anticipo electoral y asegurando la ¡°necesaria extensi¨®n¡± del art¨ªculo 50.
Pero la aritm¨¦tica parlamentaria exige al l¨ªder de la oposici¨®n sumar muchos apoyos que todav¨ªa no tiene garantizados. Una moci¨®n de censura solo puede prosperar con la aquiescencia de dos tercios de los diputados de la C¨¢mara de los Comunes. El reto ser¨ªa accesible, solo sobre el papel, si un buen pu?ado de rebeldes conservadores votaran contra su jefe de filas, Johnson, que solo dispone de la mayor¨ªa absoluta por el margen de un esca?o. Est¨¢ todav¨ªa por ver, adem¨¢s, cu¨¢l ser¨ªa el sentido del voto de aquellos parlamentarios laboristas -y de algunos independientes- que obtuvieron su asiento en circunscripciones decantadas hacia el Brexit.
Tampoco el sector m¨¢s europe¨ªsta del espectro pol¨ªtico, los liberaldem¨®cratas, est¨¢ por la labor de aupar a un Corbyn primer ministro. Su reci¨¦n elegida l¨ªder, Jo Swinson, ya ha calificado de ¡°sandez¡± la iniciativa del jefe del laborismo. ¡°Jeremy Corbyn no es la persona que vaya a ser capaz de construir una mayor¨ªa, incluso temporal, en los Comunes¡±, sentenci¨® el mi¨¦rcoles. Su partido acaba de dar la bienvenida a la diputada conservadora Sarah Wollaston, quien el pasado febrero abandon¨® a los conservadores para pasar a integrar el nuevo grupo parlamentario Change UK, nutrido de pol¨ªticos tories y laboristas desafectos. Aquella operaci¨®n acab¨® revel¨¢ndose un fiasco (Change UK apenas tiene expectativas en los sondeos) y algunos de sus promotores, como el laborista Chuka Umunna, han decidido desde entonces engrosar las filas liberaldem¨®cratas, al alza en todas las encuestas. Para muchos electores, ellos son el verdadero partido antiBrexit.
Entre propuestas y globos sonda, la reapertura de la legislatura el 3 de septiembre se augura muy dif¨ªcil para Boris Johnson. El ocupante de Downing Street solo desde finales de julio sigue comport¨¢ndose, empero, como un pol¨ªtico en campa?a y con ganas de lanzarse al ruedo electoral. ¡°Hay una elecci¨®n muy clara: un Jeremy Corbyn como primer ministro que anular¨¢ el refer¨¦ndum [de 2016] y arruinar¨¢ nuestra econom¨ªa, o un Boris Johnson primer ministro que lo respetar¨¢, vertir¨¢ m¨¢s dinero en la sanidad p¨²blica y pondr¨¢ m¨¢s polic¨ªas en las calles. Este Gobierno cree que el pueblo es el amo y que su voto debe ser respetado. Corbyn cree que los brit¨¢nicos son sus criados y que los pol¨ªticos pueden anular las votaciones que no les gusta¡±, sostiene el comunicado difundido este mi¨¦rcoles por su oficina. Los analistas dan por hecho que habr¨¢ comicios legislativos este oto?o. Y el primer ministro se dispone a lanzar entonces toda su artiller¨ªa nacionalista.
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