Mukwege: ¡°Que el cuerpo de las mujeres nunca m¨¢s se convierta en un campo de batalla¡±
El Nobel de Paz congole?o se re¨²ne con v¨ªctimas de violencia sexual y apoya la justicia de paz durante su visita a Colombia
La carga simb¨®lica de la imagen era innegable. Durante su visita de cuatro d¨ªas a Colombia, que concluye este s¨¢bado, el Nobel de Paz Denis Mukwege recorri¨® junto a Doris Salcedo la obra Fragmentos, el espacio de arte y memoria creado por la artista latinoamericana m¨¢s reconocida en el mundo con el metal fundido de las armas entregadas por la extinta guerrilla de las FARC. El ginec¨®logo congole?o, que se ha convertido en la voz de la lucha contra la violencia sexual en ?frica, camin¨® sobre las placas met¨¢licas intervenidas a martillazos precisamente por mujeres que sufrieron abusos sexuales en el marco del conflicto armado colombiano.
Mukwege ¨Cque recibi¨® el Nobel el pasado 10 de diciembre junto a la v¨ªctima del Estado Isl¨¢mico Nadia Murad¨C aterriz¨® en un pa¨ªs polarizado que, a pesar de numerosos tropiezos, busca pasar la p¨¢gina de la violencia sin huirle a la verdad y la reparaci¨®n de las v¨ªctimas despu¨¦s de que las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia sellaron un acuerdo de paz a finales de 2016 con el Gobierno de Juan Manuel Santos ¨Cganador del Nobel de aquel a?o, con el que ten¨ªa previsto reunirse en privado el s¨¢bado¨C. En Bogot¨¢ sostuvo encuentros con v¨ªctimas, organismos internacionales de cooperaci¨®n, congresistas, funcionarios y organizaciones religiosas.
¡°Que el cuerpo de las mujeres nunca m¨¢s se convierta en un campo de batalla¡±, fue una de las ideas m¨¢s repetidas en sus intervenciones, en las que narr¨® los horrores de la violencia sexual y la manera en que desgarra el tejido social. El m¨¦dico y activista congole?o destac¨® repetidamente la creaci¨®n en el pa¨ªs andino de un sistema de justicia restaurativa que evita la impunidad y garantiza mecanismos para reparar a las v¨ªctimas. Lo consider¨® un ¡°fuerte marco normativo no solamente para Colombia, sino para que se convierta en una inspiraci¨®n para los otros pa¨ªses que tambi¨¦n padecen los horrores de la guerra¡±.
Nacido en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, escenario de una de las guerras m¨¢s cruentas del mundo, Mukwege fund¨® en 1999 el Hospital Panzi, donde han sido tratadas 50.000 mujeres y ni?as v¨ªctimas de violencia sexual. En su visi¨®n, esos cr¨ªmenes deben ser imprescriptibles. ¡°Cuando se habla de una v¨ªctima de violencia sexual, tiene consecuencias en tres ¨¢mbitos: las consecuencias de salud f¨ªsica, salud mental y salud socio-econ¨®mica, y no debemos esperar a que la justicia llegue para repararlas¡±, se?al¨® en Bogot¨¢.
Mukwege no lleg¨® a reunirse con el presidente Iv¨¢n Duque, un cr¨ªtico de los acuerdos que cumpli¨® el pasado 7 de agosto un a?o en el poder. El mandatario estuvo el jueves y viernes en el departamento de Antioquia, donde inaugur¨® un t¨²nel vial que une a Medell¨ªn con el aeropuerto de Rionegro y asisti¨® a la cumbre de la asociaci¨®n de industriales. Duque ya se ha ausentado de grandes citas relacionadas con los acuerdos ¨Cno asisti¨® ni al inicio de las labores de la Comisi¨®n de la Verdad, ni a la apertura de Fragmentos¨C, y varios congresistas de oposici¨®n le reclamaron no haber recibido al Nobel. ¡°A m¨ª me invit¨® el pueblo colombiano y estoy muy contento y orgulloso de estar ac¨¢ y de compartir con las mujeres que forman parte de la red de mujeres sobrevivientes¡±, zanj¨® Mukwege.
La violencia sexual en la JEP
En Fragmentos, el ¡°contramonumento¡± erigido en una casona antigua en el coraz¨®n de Bogot¨¢, a pocas cuadras de la Casa de Nari?o ¨Cel palacio de Gobierno¨C, Mukwege fue el invitado de honor durante un emotivo acto en el que la Red de Mujeres V¨ªctimas de Violencia Sexual y Profesionales entregaron sendos informes sobre violencia sexual tanto a la magistrada Patricia Linares, presidenta de la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), como al sacerdote jesuita Francisco De Roux, presidente de la Comisi¨®n de la Verdad. Con un amplio respaldo de la comunidad internacional, tanto la JEP ¨Cque ha estado bajo fuego constante de los sectores m¨¢s cr¨ªticos de los di¨¢logos¨C como la Comisi¨®n de la Verdad hacen parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia y Reparaci¨®n surgido de los acuerdos.
¡°La justicia que debe administrar la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz es una justicia diferente, que aspira a dignificar teniendo como prop¨®sito final el esclarecimiento de la verdad plena, para la dignificaci¨®n, visibilizaci¨®n y reparaci¨®n integral de todas y cada una de las v¨ªctimas¡±, declar¨® la magistrada Linares durante el acto. La JEP ha abierto hasta el momento siete grandes procesos, que incluyen un caso por secuestros contra la c¨²pula de las FARC y otro sobre el esc¨¢ndalo de los falsos positivos, las ejecuciones extrajudiciales de civiles presentadas como bajas en combate por el Ej¨¦rcito. Tambi¨¦n ha abierto un proceso por reclutamiento forzado, que incluye un cap¨ªtulo de violencia sexual, y estudia la posibilidad de abrir uno espec¨ªficamente sobre estos cr¨ªmenes.
En Colombia, el conflicto armado ha dejado m¨¢s de 15.000 v¨ªctimas de violencia sexual, la m¨¢s olvidada y silenciada entre las diversas violencias que ha sufrido el pa¨ªs durante m¨¢s de medio siglo, de acuerdo con el Centro Nacional de Memoria Hist¨®rica (CNMH). A modalidades como la violaci¨®n, la esclavitud sexual y la prostituci¨®n forzada, se sumaron otras que afectan los derechos sexuales o reproductivos, como la esterilizaci¨®n, el aborto y la planificaci¨®n forzados, perpetradas por igual por guerrillas y grupos paramilitares. "Ning¨²n actor armado admite con franqueza haber violado, acosado o prostituido forzadamente a una v¨ªctima. Es mucho m¨¢s f¨¢cil confesar el despojo, el desplazamiento forzado e incluso el asesinato", apunta el CNMH en su informe La guerra inscrita en el cuerpo, de 2017. M¨¢s del 90 por ciento de las v¨ªctimas fueron ni?as, adolescentes y mujeres adultas, de acuerdo con ese exhaustivo recuento.
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