Colombia pone en marcha su Comisi¨®n de la Verdad
La instancia encargada de esclarecer el conflicto armado tendr¨¢ tres a?os para entregar su informe final
¡°Dime la verdad / solo la verdad / no hay reparaci¨®n ni justicia / si no es con verdad¡±. Al ritmo de la melanc¨®lica canci¨®n de gaitas que le sirve como himno, la Comisi¨®n de la Verdad en Colombia, presidida por el sacerdote jesuita Francisco de Roux, inici¨® formalmente este jueves sus tres a?os de mandato con el prop¨®sito de entregar un informe final que dignifique a las v¨ªctimas y arroje luces sobre la barbarie de un conflicto armado que a lo largo de medio siglo involucr¨® a guerrillas, paramilitares y fuerzas estatales. Un hito que comienza su marcha en momentos en que el relato sobre la guerra en el pa¨ªs sudamericano es motivo de disputa.
¡°La verdad debe ser un bien p¨²blico, un derecho y un deber ineludible cuando se trata explicar por qu¨¦ la vida y la dignidad fueron arrasadas en miles de masacres, desapariciones forzadas, secuestros, asesinatos extrajudiciales, abusos a las mujeres, desplazamientos, robos de tierra (¡) homicidios de sindicalistas, educadoras, pol¨ªticos, gobernantes y empresarios, muertes en combates sin sentido de multitud de j¨®venes en una guerra absurda, y destrucci¨®n de r¨ªos, monta?as y especies nativas¡±, se?al¨® De Roux en un conmovedor discurso central durante el acto de instalaci¨®n en Bogot¨¢.
Entre los dem¨¢s oradores de la jornada, hubo todo tipo de v¨ªctimas que dan cuenta de lo complejo y extendido del conflicto colombiano. Desde una ind¨ªgena que llam¨® a desterrar la mirada discriminadora y racista hacia sus comunidades a un polic¨ªa que pis¨® una mina antipersonal. De una activista LGBTI a una l¨ªder afrodescendiente forzada a desplazarse de su regi¨®n. De un sobreviviente del exterminio a la Uni¨®n Patriotica, a un campesino despojado de sus tierras. De un militar amenazado de muerte por denunciar las ejecuciones extrajudiciales del ej¨¦rcito, al hijo de un empresario secuestrado y asesinado en cautiverio. Testimonios dolorosos que deber¨¢n repetirse, con mayor profundidad, a lo largo de los pr¨®ximos tres a?os.
Identificar y comprender los hechos de violencia m¨¢s graves, con el foco en los patrones que se repitieron, es el mandato de la comisi¨®n, que aspira a desplegarse en los territorios de la Colombia profunda. En muchas de esas regiones, las condiciones de seguridad a¨²n son precarias y permanecen grupos armados que se disputan las rentas ilegales y el vac¨ªo que dej¨® la desmovilizaci¨®n de las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Adem¨¢s del padre De Roux, entre los once comisionados ¨Ccinco mujeres y seis hombres- hay curtidos periodistas, v¨ªctimas, defensores de derechos humanos y acad¨¦micos escogidos entre casi 200 candidatos. Los m¨¢s de 300 asistentes a la ceremonia en un pabell¨®n del centro de exposiciones Corferias incluyeron a v¨ªctimas, victimarios, pol¨ªticos y personajes de la vida p¨²blica. El presidente Iv¨¢n Duque, que ha prometido corregir aspectos puntuales de los acuerdos de paz sin llegar a desconocerlos, atend¨ªa este jueves la visita del primer ministro de los Pa¨ªses Bajos, Mark Rutte, y no estuvo en el acto.
Un sistema integral
Creada como parte del acuerdo de paz firmado hace dos a?os entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la exguerrilla -hoy desarmada y convertida en partido pol¨ªtico-, la Comisi¨®n para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetici¨®n es una entidad de car¨¢cter extrajudicial. En otras palabras, no pretende aportar una verdad jur¨ªdica, pero trabajar¨¢ en coordinaci¨®n con la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), el sistema de justicia transicional, y la Unidad de B¨²squeda de Personas Dadas por Desaparecidas, que en su conjunto constituyen el Sistema Integral de Verdad, Justicia y Reparaci¨®n contemplado en el pacto.
El exilio
La comisi¨®n, que ha encontrado un fuerte respaldo a su legitimidad en la comunidad internacional, tambi¨¦n trabajara con el medio mill¨®n de colombianos que han huido del pa¨ªs por cuenta del conflicto. Ya ha establecido contactos con grupos de v¨ªctimas en 12 pa¨ªses. Desde las mismas negociaciones, los exiliados, que se han afincado en lugares tan disimiles como Chile e Islandia, se hab¨ªan movilizado para que su historia fuera escuchada en la mesa de La Habana. ¡°El exilio es un no lugar¡±, explica Beristain, y la comisi¨®n tiene un papel en "otorgarle un lugar".
Pese al enorme respeto hacia De Roux, un fil¨®sofo y economista que fund¨® el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, la comisi¨®n debe navegar en medio del clima de confrontaci¨®n ideol¨®gica que ha caracterizado a Colombia desde el inicio de la negociaci¨®n con las FARC. ¡°Sin este marco institucional que conformamos, no ser¨¢ posible avanzar en la justicia transicional, eliminar la impunidad y buscar la verdad¡±, destac¨® el sacerdote jesuita. A diferencia de otras comisiones de la verdad, el trabajo de la colombiana est¨¢ allanado por los esfuerzos de centros de investigaci¨®n, universidades y organizaciones que han documentado las causas e implicaciones de una guerra con un saldo de m¨¢s de ocho millones de v¨ªctimas, que ha afectado desproporcionadamente a comunidades rurales, ind¨ªgenas y afrodescendientes.
¡°La Comisi¨®n recoge este acumulado¡±, apunt¨® su presidente, que no ahorr¨® elogios para la labor del Centro Nacional de Memoria Hist¨®rica (CNMH), recientemente envuelto en la pol¨¦mica por el nombramiento de su nuevo director. Muchos observadores temen que el rigor e independencia que lo han caracterizado pueda estar en riesgo bajo una cabeza que favorezca la visi¨®n negacionista del conflicto armado, o a una sola l¨ªnea de v¨ªctimas. ¡°En todos los pa¨ªses la verdad siempre ha sido una disputa¡±, reflexiona el m¨¦dico y psic¨®logo espa?ol Carlos Mart¨ªn Beristain, el ¨²nico comisionado extranjero y asesor de varias comisiones en distintos pa¨ªses.
Las conclusiones de la comisi¨®n tendr¨¢n un car¨¢cter hist¨®rico, ¨¦tico y humano, m¨¢s no judicial, y ser¨¢n presentadas en el informe final con el prop¨®sito de dejar sentadas las bases para lo no repetici¨®n. ¡°Nos toca presentar los caminos de no repetici¨®n cuando las cosas se est¨¢n repitiendo en algunas regiones¡±, ha admitido el padre De Roux. ¡°Eso es Colombia, hay que tomarla como est¨¢ y tener imaginaci¨®n".
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