Militares y civiles ya comparten el poder en Sud¨¢n

Cuatro turbulentos meses despu¨¦s de la ca¨ªda de Omar al Bashir como presidente de Sud¨¢n, este pa¨ªs africano cuenta desde este mi¨¦rcoles con una nueva jefatura de Estado encarnada en un consejo de transici¨®n de lo m¨¢s variopinto. Si bien buena parte del poder queda en manos de los militares que gobernaron el pa¨ªs durante el antiguo r¨¦gimen, con cinco de sus 11 asientos y el discreto general Abdelfat¨¢ al Burhan a la cabeza, lo cierto es que los otros seis miembros son civiles entre los que hay activistas, juristas, profesores y hasta un periodista escogidos por la oposici¨®n, con dos mujeres. Ante s¨ª tienen el reto de conducir a Sud¨¢n hacia la democracia en un periodo de tres a?os y tres meses.

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Las negociaciones han sido duras, llenas de aristas y marcadas por la desconfianza mutua. La violenta represi¨®n de las manifestaciones a principios de junio por parte de los militares, que provoc¨® la muerte de al menos un centenar de civiles, supuso el momento m¨¢s dif¨ªcil. Sin embargo, la mediaci¨®n de una delegaci¨®n et¨ªope de la Uni¨®n Africana logr¨® que ambas partes, los militares que hab¨ªan tomado el poder y los civiles que forzaron la ca¨ªda de Al Bashir, se volvieran a sentar a la mesa. El mi¨¦rcoles deb¨ªan tomar ya la decisi¨®n de ratificar el nombramiento anunciado del economista Abdall¨¢ Hamdok como primer ministro con la tarea inaugural de formar Gobierno este mes.

El Consejo Soberano, que as¨ª se llama el nuevo ¨®rgano, estar¨¢ liderado por el citado general Al Burhan durante un periodo de 21 meses y ser¨¢ sustituido por un civil los 18 meses restantes. Ser¨¢ ¨¦l, por ahora, el presidente del pa¨ªs, cargo que ven¨ªa ocupando en su calidad de jefe del consejo militar de transici¨®n. A punto de cumplir 60 a?os, su principal m¨¦rito para ocupar el poder al d¨ªa siguiente de la ca¨ªda de Al Bashir fue su car¨¢cter discreto, su fobia a los focos, su escasa ambici¨®n pol¨ªtica. Desconocido para el gran p¨²blico, supo desplegar en estos meses la pol¨ªtica del palo y la zanahoria con los manifestantes que exig¨ªan un Gobierno civil y, a la vez, tejer alianzas clave en el ¨¢mbito regional, sobre todo con Egipto y Arabia Saud¨ª.

Investigar los cr¨ªmenes

El miembro m¨¢s pol¨¦mico del nuevo consejo es, sin duda, el general Mohamed Hamdan Dagalo, conocido con el sobrenombre de Hemedti. Mientras Al Burhan hac¨ªa las veces de polic¨ªa bueno, su mano derecha se encargaba del trabajo sucio. Ex jefe de las temibles milicias Janjawid, que sembraron de sangre el territorio de Darfur, y luego al frente de las Fuerzas de Apoyo R¨¢pido, la unidad del Ej¨¦rcito que llev¨® a cabo la matanza del pasado 3 de junio, su nombramiento deja un mal sabor de boca a la oposici¨®n. Una de las condiciones fijadas para desbloquear la transici¨®n era la apertura de una investigaci¨®n independiente sobre estos cr¨ªmenes.

Solo dos de los 11 miembros del nuevo consejo son mujeres

Sin embargo, los generales, entre los que tambi¨¦n se encuentra el hasta ahora portavoz de la Junta militar Chamaseddine Kabbachi, se encontrar¨¢n con un serio contrapeso en el nuevo Consejo Soberano. Entre los cinco civiles designados por la Alianza para la Libertad y el Cambio (ALC) destaca la presencia de los juristas Hassan Cheikh Idriss y Taha Osman, portavoz del movimiento de contestaci¨®n, el periodista Mohamed el Fakki Souleyman, y los profesores Saddek Tavir y Aisha Moussa. Todos ellos formaron parte de las protestas que se desencadenaron en diciembre de 2018 y forzaron la ca¨ªda de Al Bashir en abril.

Un sexto civil ha sido escogido por consenso entre militares y opositores. Se trata de la activista de religi¨®n copta Raja Nicola Abdel-Masih, defensora de los derechos de los cristianos en Sud¨¢n y cuyo nombramiento supone no solo un gui?o a las minor¨ªas religiosas sino ampliar la n¨®mina de mujeres en el Consejo Soberano, con solo dos representantes y que sin embargo se considera hist¨®rico en este pa¨ªs africano.

Tras nombrar al primer ministro, el nuevo consejo tiene que designar a los miembros del Parlamento de transici¨®n antes del pr¨®ximo 28 de agosto. Una vez pasados los 39 meses establecidos en el acuerdo se convocar¨¢n elecciones y el citado ¨®rgano se disolver¨¢ para ceder el poder a un nuevo presidente salido de las urnas.