La pacificaci¨®n de L¨®pez Obrador choca con la ret¨®rica

La estrategia de seguridad del Gobierno de M¨¦xico se adentra ahora en el terreno de lo conceptual. El anuncio esta semana de las conversaciones entre la Administraci¨®n de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador con grupos armados ha desatado una pelea por la ret¨®rica. Autodefensas o crimen organizado. Di¨¢logo o negociaci¨®n. Criminales o estigmatizados. Una serie de disyuntivas que ha puesto en duda la capacidad del Ejecutivo para trazar lineamientos claros sobre el proceso de pacificaci¨®n: con qui¨¦n se va a dialogar y qu¨¦ se va a ofrecer a cambio de que depongan las armas.

La falta de claridad del Gobierno lo ha arrastrado de nuevo al centro de las cr¨ªticas. Dos d¨ªas de dichos y rectificaciones despu¨¦s, se sabe que el Ejecutivo dialoga, y no negocia, con grupos de autodefensa para ofrecer empleos a cambio de que se desarmen. Pero ¡°no con delincuentes¡±, ha asegurado el presidente. La afirmaci¨®n del mandatario, sin embargo, ha abierto un debate sobre la posibilidad de distinguir a las ¡°aut¨¦nticas¡± autodefensas de los grupos vinculados a la delincuencia organizada, dos sectores sociales que en los ¨²ltimos a?os han estado m¨¢s ligados que separados.

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¡°Va a ser muy dif¨ªcil establecer una l¨ªnea que los diferencie¡±, asegura Froyl¨¢n Enciso, profesor investigador del Programa de Pol¨ªtica de Drogas del CIDE. El acad¨¦mico coincide en que el di¨¢logo resulta la ¨²nica forma de llevar a cabo un proceso de pacificaci¨®n en M¨¦xico. Sin embargo, el querer distinguir unos grupos de otros se vuelve una tarea tit¨¢nica por la variedad de funciones que han desarrollado las autodefensas en cada Estado. ¡°Cuando decides armarte para proveer seguridad por mano propia, el l¨ªmite entre lo criminal y lo no criminal es muy borroso¡±, apunta.

Oswaldo Zavala, investigador especializado en narcotr¨¢fico, explica que el Gobierno plantea la utilizaci¨®n de ¡°un t¨¦rmino maleable¡± de autodefensa. Para ¨¦l, la nueva estrategia de seguridad se juega en ¡°un terreno pantanoso de conceptos¡± en el que la palabra autodefensa no est¨¢ definida por un ning¨²n precedente legal. ¡°Que el Gobierno quiera sentarse a negociar una desmovilizaci¨®n con grupos que quieren desarmarse no es descabellado¡±, apunta, ¡°lo que echamos en falta es una pol¨ªtica definida y par¨¢metros claros¡±.

Zavala entiende la estrategia del actual Gobierno mexicano como una forma de distinguirse de los dos sexenios anteriores, en los que las autodefensas se combatieron y se utilizaron como mecanismo de intervenci¨®n indirecta en la guerra contra el narco. ¡°Lo que est¨¢ diciendo L¨®pez Obrador es nosotros no somos Pe?a Nieto ni Calder¨®n¡±.

Alejandro Hope, experto en seguridad, afirma que iniciar conversaciones con algunos grupos armados y con otros no es entrar en ¡°un territorio gris muy complicado¡±. El especialista califica de ¡°escandalosa¡± la improvisaci¨®n del Gobierno que primero asegur¨® una cosa y despu¨¦s, ante la ola de rechazo, se rectific¨®. ¡°Este tipo de arreglos no se dejan a la imaginaci¨®n¡±, reclama.

Negociar con el crimen organizado

El anuncio de las conversaciones ha provocado tambi¨¦n la reacci¨®n de gobernadores de la oposici¨®n. El primero fue Francisco Garc¨ªa Cabeza de Vaca, de Tamaulipas, al acusar a un alto funcionario del Gobierno federal de negociar con supuestos miembros del Cartel del Golfo. El mi¨¦rcoles fue Silvano Aureoles, de Michoac¨¢n, quien carg¨® contra el Ejecutivo por ¡°darle dinero a los delincuentes¡±, en referencia a la oferta de empleos. ¡°Me duele que premien a los que ultrajaron y maltrataron a los soldados de M¨¦xico¡±, dijo.

Michoac¨¢n es uno de los Estados donde el l¨ªmite entre autodefensa y crimen organizado se hace m¨¢s difuso. Uno de los di¨¢logos que mantiene el Ejecutivo, seg¨²n ha dicho la secretaria de Gobernaci¨®n, Olga S¨¢nchez Cordero, es en La Huacana, un peque?o municipio donde pobladores retuvieron en mayo a un convoy de la Guardia Nacional. ¡°Sabemos que all¨ª opera una c¨¦lula vinculada con el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n¡±, precisa el experto en seguridad Eduardo Guerrero. ¡°La pregunta es si el Gobierno debe buscar un acercamiento con esos grupos y la respuesta es: s¨ª, pero importa c¨®mo¡±, se?ala, porque ¡°ya en tiempos de Pe?a Nieto al gobierno se le pas¨® la mano con las concesiones¡±.

La afirmaci¨®n de S¨¢nchez Cordero de que el di¨¢logo es con grupos que ¡°se han estado combatiendo unos a otros¡± es uno de los puntos que m¨¢s retumba para Hope. ¡°El Gobierno est¨¢ negociando con asesinos sin un m¨ªnimo de reglas¡±, dice. ¡°La desmovilizaci¨®n lleva ese riesgo. Terminas desmovilizando gente que mat¨®¡±, admite Zavala. ¡°?Qu¨¦ pasa con toda esta gente que cometi¨® delitos? Es una pregunta seria. ?Qu¨¦ delitos son o no perdonables?¡±.

La reacci¨®n p¨²blica a la idea de dialogar con el crimen organizado ha forzado al Gobierno este mi¨¦rcoles a rechazar de plano esa posibilidad. Si la intenci¨®n es buscar pol¨ªticas que desactiven el escenario de violencia actual, reclama Enciso, es necesario establecer conversaciones con los carteles. ¡°Si el objetivo es la paz, lo correcto es que dialogues con todo el mundo para tratar de llegar a un punto que le permita a los bandos dejar las armas¡±, dice el acad¨¦mico. ¡°Siempre es mejor el di¨¢logo que los balazos¡±.