Los grupos criminales se fortalecen en el primer a?o de Gobierno de Duque

¡°Durante el primer a?o de Gobierno del presidente Iv¨¢n Duque, los m¨²ltiples grupos armados compuestos, en gran parte, por exguerrilleros de las FARC, se han fortalecido¡±. Esta es una de las principales conclusiones del informe M¨¢s sombras que luces, la seguridad en Colombia a un a?o del gobierno Duque, de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n-Pares, que ha desplegado medio centenar de sus investigadores en varias zonas del pa¨ªs para hacer una cartograf¨ªa de la violencia a tres a?os de la firma del Acuerdo de Paz.

Hist¨®ricamente, el conflicto armado no se ha vivido con la misma intensidad en los m¨¢s de 1.200 municipios colombianos. De acuerdo con este patr¨®n desigual, el estudio prioriza la atenci¨®n sobre 281 de ellos y subraya que al menos 123 poblaciones donde antes operaban las FARC han sido copadas por grupos armados y organizaciones criminales, frente a las otras 150 en donde se ha logrado hacer una transici¨®n al posconflicto y se ha superado la etapa de violencia pol¨ªtica. Sin embargo, la presencia de disidentes de la extinta guerrilla, de estructuras armadas como el Clan del Golfo y del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), hace que la situaci¨®n humanitaria siga siendo cr¨ªtica.

¡°Las estructuras postfarc o disidentes operan de 85 municipios, agrupados en 23 estructuras y cuentan con cerca de 1.800 exguerrilleros y, otros, cerca de 300 nuevos reclutas. En el a?o de Gobierno Duque, estas estructuras tuvieron una expansi¨®n impresionante, al pasar de 58 a 85 municipios, aunque el crecimiento ha sido bastante silencioso: est¨¢n evitando la confrontaci¨®n para poder crecer y consolidar mandos¡±, advierte el informe, coordinado por los analistas pol¨ªticos, Le¨®n Valencia y Ariel ?vila ¡ªeste ¨²ltimo, colaborador de EL PA?S¡ª y que ha contado con el apoyo de la Fundaci¨®n Ford y de la Embajada de Noruega.

El Clan del Golfo, considerado uno de los principales herederos del paramilitarismo,?es el grupo de mayor envergadura a escala nacional. ¡°Tanto por su amplia presencia en distintas regiones del pa¨ªs, como por sus aproximadamente 2.500 integrantes, a los cuales debe adem¨¢s sum¨¢rsele un n¨²mero indeterminado de personas vinculadas a redes de apoyo territorial, es factible decir que esta es la estructura criminal heredera del paramilitarismo m¨¢s fuerte del pa¨ªs¡±, afirma la investigaci¨®n.

En cuanto al ELN, que a comienzos del 2019 cometi¨® un atentado con coche bomba en Bogot¨¢, el informe sugiere que los esfuerzos del gobierno por atacarlos han sido inocuos porque el grupo armado ha cambiado de estrategia: ya no tiene campamentos, no usa uniformes, se camufla entre la poblaci¨®n civil y se desplaza en peque?os grupos sin armas largas. Y aunque el gobierno lo considera su gran enemigo, los investigadores afirman que esta es una guerrilla m¨¢s peque?a (tiene 3.000 combatientes), con menos recursos econ¨®micos o capacidad b¨¦lica de la que ten¨ªa las FARC.

A pesar de este panorama, la Fundaci¨®n reconoce que hay una reducci¨®n de varias cifras de violencia en Colombia. ¡°Los r¨¦ditos de la paz son altos¡±, dicen en el informe y agregan que durante el primer a?o de mandato de Duque, varios indicadores, como los homicidios, tienen comportamientos positivos. ¡°Sin embargo, esta buena noticia trae un diagn¨®stico bastante problem¨¢tico y es que gran parte de esta reducci¨®n se debe o bien a que en algunas zonas varias organizaciones criminales pactaron (Pac¨ªfico nari?ense), en otros casos alguna estructura ilegal gan¨® la guerra (Catatumbo, en frontera con Venezuela), o sencillamente decidieron bajar los niveles de violencia mientras de fortalecen (Putumayo, sur del pa¨ªs). En cualquiera de los tres escenarios los niveles de violencia caen. En otras palabras, los niveles de violencia no son proporcionales a la presencia de organizaciones criminales¡±, concluyen.