Las FARC y la deriva de Iv¨¢n M¨¢rquez

El 22 de marzo de 2017 Iv¨¢n M¨¢rquez, n¨²mero dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), recibi¨® a un grupo de periodistas en una peque?a comunidad rural del noroeste del pa¨ªs. El campamento de Pondores, cerca de la frontera con Venezuela, fue una de las zonas donde se inici¨® la transici¨®n a la vida civil de m¨¢s de 10.000 combatientes de la organizaci¨®n, que acababa de firmar la paz con el Estado despu¨¦s de medio siglo de conflicto armado. El mensaje del jefe de la delegaci¨®n encargada de negociar los acuerdos pretend¨ªa tranquilizar a la opini¨®n p¨²blica. ¡°Como pueden ver, este punto no es una rep¨²blica independiente ni representa ninguna amenaza para la seguridad nacional¡±, asegur¨®.

Han pasado dos a?os y medio, las FARC entregaron las armas y se convirtieron en partido pol¨ªtico, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Com¨²n. Colombia tiene hoy un Gobierno cr¨ªtico con lo pactado con la guerrilla que, sin embargo, no ha logrado cambiar la arquitectura del proceso de paz. Ha habido retrasos, obst¨¢culos en la aplicaci¨®n. El pa¨ªs sufre un incesante goteo de asesinatos de l¨ªderes sociales y defensores de los derechos humanos. Al mismo tiempo, los colombianos han dado pasos inimaginables hacia la reconciliaci¨®n. Se acab¨® una guerra, aunque muchos territorios rurales siguen bajo el yugo de la violencia. En este contexto, M¨¢rquez, que lleva un a?o en paradero desconocido, formaliz¨® su deriva y anunci¨® este jueves una de las decisiones m¨¢s preocupantes desde la firma de los acuerdos.

Un sector de las FARC retoma las armas. Se trata un grupo exiguo, integrado tambi¨¦n por cabecillas como El Paisa y Jes¨²s Santrich, que no representa el sentir mayoritario de la organizaci¨®n. Ya hace meses su m¨¢ximo dirigente, Rodrigo Londo?o, Timochenko, marc¨® distancias con ellos, ech¨¢ndoles de facto del partido. La ruptura interna hoy es total. Con todo, supone una marcha atr¨¢s simb¨®licamente poderosa que con toda probabilidad dar¨¢ argumentos a la derecha m¨¢s radical para refutar todo el proceso de paz. Volver¨¢ a escucharse el mantra del uribismo, esto es, ¡°en las FARC no se puede confiar¡±. Y aumentar¨¢ la ya insostenible tensi¨®n con Venezuela y el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro, a quien el presidente Iv¨¢n Duque acusa de dar protecci¨®n a los guerrilleros.

Con todo, esta franja de disidentes que reapareci¨® desde alg¨²n lugar de la regi¨®n amaz¨®nica, no tiene ninguna posibilidad de poner en jaque a Colombia. ¡°Este evento no cambia las condiciones actuales de seguridad. Estos tipos no est¨¢n en ninguna posici¨®n para enfrentar al Estado ni para desequilibrar el balance de poder en el que estamos actualmente. Ni tienen consigo una alianza militar con el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN) o el Estado venezolano¡±, opina el analista Sergio Guzm¨¢n, director de la consultora Colombia Risk. Adem¨¢s, agrega, el anuncio de M¨¢rquez ¡°demuestra una lectura de la situaci¨®n pol¨ªtica completamente deficiente puesto que pone en peligro a todos los excombatientes y a todos los l¨ªderes sociales que ellos dicen defender en la antesala de las elecciones locales¡±. La posibilidad de que ese movimiento genere nuevas tensiones en el campo y alimente enfrentamientos con grupos paramilitares existe. ¡°Seguramente va a haber m¨¢s asesinatos y estas personas van a estar m¨¢s en peligro¡±.