Un tertuliano y un magnate, los dos antisistema que se disputar¨¢n la presidencia de T¨²nez
El catedr¨¢tico Ka?s Sa?d gana la primera vuelta de los comicios, seguido de Nabil Karoui, hoy en prisi¨®n
En una era de sorpresas electorales y de auge de los movimientos populistas, la joven democracia tunecina aport¨® su contribuci¨®n a este fen¨®meno global en las elecciones presidenciales celebradas el pasado domingo. Dos candidatos que no han ocupado ning¨²n cargo p¨²blico ¡ªKais Sa?d, un conocido profesor de Derecho Constitucional, y Nabil Karoui, un magnate de la comunicaci¨®n populista, en prisi¨®n preventiva¡ª se disputar¨¢n la presidencia del pa¨ªs en una segunda vuelta in¨¦dita. La frustraci¨®n de la ciudadan¨ªa despu¨¦s de ochos a?os de transici¨®n y de promesas incumplidas, sobre todo, en el ¨¢mbito econ¨®mico y social, asest¨® un humillante varapalo a la ¨¦lite pol¨ªtica que ha gobernado el pa¨ªs desde la revoluci¨®n de 2011, sin hacer diferencias entre islamistas y laicos.
Seg¨²n los datos oficiales anunciados el martes por la tarde, Kais Sa?d se convirti¨® en la sorpresa de los comicios al alzarse con la victoria y 18,4% de los sufragios. Le sigui¨® de cerca Nabil Karoui, el protagonista ausente de la contienda tras su arresto diez d¨ªas antes del inicio de la campa?a, que obtuvo 15,5% de los votos. El tercero fue Abdelfat¨¢ Muru (13%), el candidato del partido islamista Ennahda, que se hab¨ªa impuesto en varias elecciones anteriores y que ha participado en todos Gobiernos constituidos desde 2012. Los otros dos candidatos del establishment, el ministro de Defensa, Abdelkrim Zbidi, y el jefe de Gobierno, Yusuf Chahed, obtuvieron tambi¨¦n un resultado muy decepcionante, con el 10,7% y el 7,3% de los votos, respectivamente. La participaci¨®n fue ligeramente inferior al 50%, un descenso de m¨¢s de diez puntos respecto a 2014.
Tanto la Junta Electoral como los observadores internacionales confirmaron que los comicios se desarrollaron con normalidad, y que las infracciones de la ley electoral fueron menores. Estas son las quintas elecciones libres, las segundas presidenciales, que se celebran enT¨²nez, el ¨²nico pa¨ªs de las llamadas primaveras ¨¢rabes que ha sido capaz de sostener su transici¨®n democr¨¢tica. De momento, se desconoce la fecha de la segunda vuelta, que depender¨¢ de si alguno de los perdedores impugna el resultado durante las pr¨®ximas 48 horas. Ennahda, por su parte acept¨® los resultados y felicit¨® a los dos ganadores a trav¨¦s de su cuenta de twitter.
Si bien los sondeos auguraban un buen resultado para los candidatos antisistema, su contundente triunfo result¨® un aut¨¦ntico terremoto. ¡°Un resultado que no esper¨¢bamos¡±, titul¨® el lunes el diario franc¨®fono La Presse, el rotativo de referencia para la ¨¦lite del pa¨ªs magreb¨ª. Desde la revuelta que destron¨® al dictador Ben Ali, los islamistas moderados de Ennahda y una coalici¨®n de tecn¨®cratas y empresarios vinculados al antiguo r¨¦gimen, la mayor¨ªa agrupados en el partido Nida Tunis, se han alternado en el poder. El domingo, sus candidatos perdieron entre la mitad y dos tercios de los votos obtenidos en las elecciones de 2014 y ninguno de ellos disputar¨¢ la segunda vuelta.
El ascenso fulgurante de Kais Sa?d, un independiente de 61 a?os, ha dejado perplejos a muchos observadores. En una ¨¦poca de auge global de pol¨ªticos no convencionales, Sa?d puede ser el m¨¢s heterodoxo de todos ellos: no tiene una p¨¢gina Facebook en un pa¨ªs donde esta es la principal herramienta de comunicaci¨®n, habla en un ¨¢rabe cl¨¢sico ampuloso, lejano al dialectal que utiliza la poblaci¨®n, apenas dispone de una maquina electoral y no realiz¨® ning¨²n mitin. Su popularidad se debe a su labor de analista pol¨ªtico en los plat¨®s de televisi¨®n y a su imagen de hombre ¨ªntegro en un pa¨ªs carcomido por la corrupci¨®n. ¡°Lo he votado porque quiero un cambio de veras. Estoy harto de toda la clase pol¨ªtica¡±, explicaba un joven votante el domingo en un colegio electoral. Aunque se le ha colgado la etiqueta de ¡°populista¡±, sus posiciones pol¨ªticas son m¨¢s bien una curiosa combinaci¨®n de conservadurismo social y radicalismo pol¨ªtico.
El ¨¦xito de Karoui era m¨¢s previsible. Fundador de Nessma, la televisi¨®n con una mayor audiencia del pa¨ªs, ha conseguido un apoyo importante entre las clases m¨¢s populares gracias a las actividades caritativas de Khalil Tunis, la fundaci¨®n ben¨¦fica dedicada a su hijo, fallecido en 2016. ¡°Esta ha sido una campa?a muy d¨ªficil. Habr¨ªamos ganado si nuestro candidato no hubiera sido arrestado injustamente. Vamos a redoblar nuestros esfuerzos para que sea liberado¡±, declar¨® el director de su campa?a, Osama Khlifi. Karoui se halla en prisi¨®n preventiva acusado de evasi¨®n fiscal en una decisi¨®n que su campa?a atribuye a su adversario pol¨ªtico, el jefe de Gobierno, Yussuf Chahed. En caso de victoria desde la c¨¢rcel, el pa¨ªs se ver¨ªa sumergido en una crisis constitucional.
La nueva Constituci¨®n asigna al presidente un rol de l¨ªder moral del pa¨ªs, pero le otorga tambi¨¦n competencias sustanciales en los ¨¢mbitos de la seguridad nacional y pol¨ªtica exterior. Para triunfar en su mandato, el pr¨®ximo inquilino del Palacio de Cartago deber¨¢ ser capaz de entenderse con el futuro primer ministro, que ser¨¢ elegido en las elecciones legislativas del pr¨®ximo 6 de octubre. El resultado de las presidenciales, con una gran dispersi¨®n del voto, podr¨ªa favorecer la constituci¨®n de un Parlamento altamente fragmentado, lo que dificultar¨ªa la formaci¨®n del nuevo Gobierno. Se espera que Qalb Tunis, el partido reci¨¦n creado por Karoui, ser¨¢ uno de los principales bloques parlamentarios.
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