Los sondeos a pie de urna apuntan a un nuevo bloqueo pol¨ªtico en Israel
El empate virtual entre Netanyahu y su rival centrista Gantz puede conducir a una gran coalici¨®n
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Israel mantiene el bloqueo pol¨ªtico despu¨¦s de haber votado dos veces este a?o. Los sondeos a pie de urna difundidos en la noche del martes por las televisiones arrojaron un empate virtual tras el cierre de los colegios electorales. El partido Likud (conservador), del primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu, obten¨ªa una estimaci¨®n de entre 31 y 33 diputados en una Kneset (Parlamento) de 120 esca?os, y la alianza Azul y Blanco (centrista), liderada por el exgeneral Benny Gantz, entre 32 y 34 parlamentarios. La suma por bloques ideol¨®gicos apuntaban hasta 58 esca?os para la derecha frente a un m¨¢ximo de 44 en el centroizquierda.
A la espera de los resultados electorales definitivos, pendientes de un escrutinio que puede prolongarse hasta bien entrada la madrugada del mi¨¦rcoles, Netanyahu solo parece aceptar plenos poderes. El l¨ªder del Likud ha perseguido durante la campa?a la consolidaci¨®n de la mayor¨ªa del bloque de partidos de derecha que le aup¨® al poder en 2015 para un tercer mandato consecutivo, y el cuarto de su carrera pol¨ªtica.
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Solo le sirve sumar 61 diputados o m¨¢s en una Kneset de 120 esca?os. El respaldo garantizado por dos partidos ultraortodoxos ¡ªel askenazi Uni¨®n de la Tor¨¢ y el Juda¨ªsmo (ocho esca?os) y el sefard¨ª Shas (8-9)¡ª y la alianza Yamina (6-8), de la extrema derecha nacionalista y religiosa, se qued¨® a un solo esca?o de la mayor¨ªa absoluta hace cinco meses. La traici¨®n de su aliado, el exministro de Defensa Avigdor Lieberman, palad¨ªn pol¨ªtico de los jud¨ªos de origen ruso, le forz¨® a unos comicios repetidos sin poder conformar otra edici¨®n del Gobierno de todas las derechas. El retroceso de la abstenci¨®n deja en principio sin expectativas de obtener esca?os a Poder Jud¨ªo, fuerza extremista heredera de un partido racista proscrito.
En la segunda vuelta celebrada ahora, Lieberman revalid¨® con entre 8 y 10 esca?os un papel arbitral en un eventual Gabinete de concentraci¨®n que reserve para su partido Israel Nuestra Casa ministerios clave. Para ello necesita contar con el Likud y con la principal fuerza de la oposici¨®n, la agrupaci¨®n centrista Blanco y Azul, cuyos l¨ªderes ¡ªcon el exgeneral Benny Gantz a la cabeza¡ª exigen que el primer ministro se aparte para dejar paso a otro dirigente conservador que no est¨¦ salpicado por la corrupci¨®n.
La alternativa de un Ejecutivo de unidad nacional no parece viable con la presencia de Netanyahu, pese a que los dos partidos que lideran los bloques ideol¨®gicos han empatado en casi todos los ¨²ltimos sondeos publicados antes de las legislativas. El ¨¦xito del movimiento centrista de nuevo cu?o de Gantz y sus asociados ha fagocitado, sin embargo, a las formaciones situadas a su izquierda ¡ªel laborismo socialdem¨®crata (5-6) y la Uni¨®n Democr¨¢tica pacifista (5-6)¡ª, que han ca¨ªdo en intenci¨®n de voto y se han asomado al abismo de quedar excluidos de la Kneset. Sin socios con suficiente peso parlamentario con los que apuntalar el bloque de centroizquierda, a Gantz se le puede presentar la disyuntiva de permanecer en la oposici¨®n o aceptar la gran coalici¨®n con el Likud.
El Comit¨¦ Electoral Central inform¨® de un ligero aumento de la participaci¨®n respecto a los comicios de abril, que alcanz¨® el 69,4% del censo, un 1,5% m¨¢s.?
La coalici¨®n de cuatro partidos ¨¢rabes Lista Conjunta, que concentra el voto de una minor¨ªa que representa al 20% de la poblaci¨®n israel¨ª, recibi¨® m¨¢s votos que en las anteriores elecciones, cuando la abstenci¨®n se dispar¨® en los colegios electorales de las poblaciones ¨¢rabes. Con entre 11 y 13 esca?os, la Lista Conjunta ya ha anunciado que no entrar¨¢ a formar parte de un Gobierno de centroizquierda dirigido por Gantz, aunque se mostr¨® dispuesta a ofrecer apoyo en la Kneset a las pol¨ªticas sociales y de reanudaci¨®n del di¨¢logo con los palestinos, suspendido hace m¨¢s de cinco a?os.
La estrategia del derrotismo
El repunte de la participaci¨®n apuntaba anoche un complejo escrutinio, con resultados ajustados por estrechos m¨¢rgenes que obligaban a recontar hasta el ¨²ltimo voto. Netanyahu hab¨ªa recurrido a una inusual estrategia de derrotismo para intentar que sus partidarios se movilizaran en las urnas. ¡°Les puedo garantizar que estas elecciones ser¨¢n muy ajustadas¡±, declar¨® el primer ministro a la prensa nada m¨¢s depositar su voto en Jerusal¨¦n.
En la estela de una hiperactiva recta final de la campa?a, el l¨ªder del Likud sigui¨® agitando el debate en plena jornada de votaciones al pronosticar que la Lista Conjunta iba a convertirse en tercera fuerza de la Kneset gracias a la alta participaci¨®n de las comunidades ¨¢rabes.
Mientras Netanyahu esgrim¨ªa la amenaza ¨¢rabe ante los sectores jud¨ªos m¨¢s conservadores, la oposici¨®n le denunciaba por conceder entrevistas y difundir encuestas en una violaci¨®n de la legislaci¨®n electoral. Los responsables de Facebook en Israel suspendieron los mensajes autom¨¢ticos de campa?a en la p¨¢gina del Likud por orden del Comit¨¦ Electoral Central.
En la periferia de Tel Aviv, mientras tanto, el exgeneral Gantz llamaba a pie de urna a votar para poner fin a la ¡°corrupci¨®n¡± y el ¡°extremismo¡±, en alusi¨®n a los esc¨¢ndalos que salpican a Netanyahu y a la presencia de la extrema derecha y los ultraortodoxos en la coalici¨®n de gobierno saliente. El n¨²mero dos de la alianza centrista Azul y Blanco, el expresentador televisivo Yair Lapid, acudi¨® a las playas del Tel Aviv para tocar a rebato en la arena junto a los ba?istas. ¡°Mientras est¨¢is tomado el sol¡±, advirti¨®, ¡°Netanyahu saca de casa a sus seguidores¡±
Gran despliegue de vigilancia contra el fraude
Los electores acud¨ªan al mediod¨ªa de ayer sin interrupci¨®n al colegio electoral Hillel, en el coraz¨®n de Jerusal¨¦n, en una clara se?al de que la participaci¨®n no iba a desplomarse tras la repetici¨®n de las legislativas cinco meses despu¨¦s de la anterior votaci¨®n. Emigrado a Israel en 2012 desde Italia junto con su familia, el ingeniero Rafael M., de 77 a?os, aventuraba tras depositar su voto que Israel parec¨ªa encaminarse hacia ¡°un Gobierno de unidad nacional entre el Likud de Benjam¨ªn Netanyahu y Azul y Blanco de Benny Gantz ante el bloqueo pol¨ªtico¡±.
Un estricto control de acceso a los colegios era la pauta de estas elecciones. La aplicaci¨®n de severas medidas de seguridad se produjo tras la pol¨¦mica ley que el primer ministro intent¨® aprobar en el Parlamento antes de los comicios para permitir grabar en v¨ªdeo a los votantes. Para hacer frente a las sospechas aireadas por Netanyahu, el Comit¨¦ Electoral Central despleg¨® m¨¢s de 3.000 inspectores, en su mayor¨ªa equipados con c¨¢maras, para documentar cualquier irregularidad en un esfuerzo de transparencia sin precedentes.
Esta coyuntura a?ade a¨²n m¨¢s incertidumbre en unas legislativas fuertemente dominadas por la relativa fiabilidad de las encuestas. El matrimonio formado por Sergio y Renata, italianos afincados en Israel y supervivientes del Holocausto, de 82 y 80 a?os, respectivamente, reconoc¨ªan que no iban a variar sustancialmente el sentido del voto que emitieron hace cinco meses. ¡°Llevo 13 a?os viviendo en Israel y siempre he votado a Bibi (apodo familiar de Netanyahu), esta vez, no ser¨¢ diferente¡±, confesaba con franqueza, el primero, mientras su esposa admit¨ªa que confiaba su voto la ultraderecha de Yamina.
Los comicios en Israel trascienden la elecci¨®n de un Parlamento. Son un plebiscito sobre la continuidad del primer ministro Netanyahu, y no en funci¨®n de sus pol¨ªticas, sino ante todo por las sospechas de que cometi¨® fraude y soborno.
Las calles del centro de Jerusal¨¦n mostraban un ambiente semifestivo, con las clases suspendidas y la mayor¨ªa de las empresas cerradas. Los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania permanecieron clausurados por razones de seguridad, en una jornada electoral que se desarroll¨® sin apenas incidentes.
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