Una herramienta constitucional que nunca ha echado a un presidente
El proceso de destituci¨®n solo hab¨ªa sido iniciado contra tres mandatarios
La Constituci¨®n de EE UU establece que el presidente ¡°debe ser destituido de su cargo si es acusado de traici¨®n, soborno u otros cr¨ªmenes o delitos graves¡±. Pero no puede ser procesado penalmente durante su presidencia. La ¨²nica manera en la que puede ser destituido de su cargo es a trav¨¦s de un proceso conocido como impeachment. El t¨¦rmino se puede traducir como acusaci¨®n, destituci¨®n o juicio pol¨ªtico. El castigo es la destituci¨®n del cargo sin posibilidad de apelaci¨®n.
El impeachment de un presidente, vicepresidente o cualquier cargo p¨²blico civil proviene de las leyes coloniales inglesas y est¨¢ consagrado en la Constituci¨®n del pa¨ªs desde su aprobaci¨®n en 1789. Los fundadores de EE UU incluyeron la potestad y la hicieron recaer en el legislativo para evitar abusos de poder. La Carta Magna concede a la C¨¢mara de Representantes la votaci¨®n inicial de cualquier proceso de este tipo. Si la mitad m¨¢s uno de los 435 representantes de la C¨¢mara lo aprueba, el proceso se traslada al Senado. Para que la destituci¨®n salga adelante, es necesario el voto a favor de dos tercios del Senado (67 de 100). Es decir, el proceso debe ser iniciado por la C¨¢mara de Representantes, pero el juicio tiene lugar en el Senado, cuya decisi¨®n no es revocable, tampoco por v¨ªa judicial.
Un impeachment dura muchos meses y lo dirige el presidente del Tribunal Supremo, actualmente John Roberts. Miembros de la C¨¢mara de Representantes act¨²an como fiscales y miembros del Senado, como jurados. El presidente tiene la potestad de nombrar a sus abogados defensores. Si el Senado aprueba la destituci¨®n, el vicepresidente asume el cargo durante el resto del mandato. En este caso, Mike Pence reemplazar¨ªa a Donald Trump hasta el 20 de enero de 2021.
A pesar de que la amenaza ha pendido sobre la cabeza de numerosos mandatarios estadounidenses ¡ªincluido el antecesor de Trump, Barack Obama¡ª, ¨²nicamente tres presidentes han sido objeto del proceso y solo dos de ellos, ambos dem¨®cratas, se enfrentaron finalmente al impeachment: Andrew Johnson, en 1868, y Bill Clinton, en 1998.
Los dos procesos fueron aprobados por la C¨¢mara de Representantes, pero se toparon con el rechazo del Senado. Ambos l¨ªderes acabaron su mandato. Richard Nixon, republicano, opt¨® por presentar su dimisi¨®n en 1974 para evitar la destituci¨®n, justo cuando el Congreso iniciaba los preparativos para el impeachment, principalmente a causa del caso Watergate.
El caso de Clinton se origin¨® en una investigaci¨®n de un fiscal a una operaci¨®n inmobiliaria en Arkansas del matrimonio Clinton, Bill y Hillary. Con el paso de los meses, el juicio se convirti¨® en un examen de la conducta sexual del presidente en una saga de revelaciones que hicieron las delicias de la prensa sensacionalista.
Clinton fue procesado tras ser acusado de perjurio frente a un gran jurado y de obstrucci¨®n a la justicia despu¨¦s de que mintiera sobre su relaci¨®n en el Despacho Oval con la becaria Monica Lewinsky con la famosa frase ¡°no tuve sexo con aquella mujer¡±. En horarios de m¨¢xima audiencia, se dirim¨ªa ante los estadounidenses si el presidente hab¨ªa mentido con esa afirmaci¨®n, ya que tuvo sexo oral.
Andrew Johnson fue procesado por la C¨¢mara de Representantes en 1868, solo 11 d¨ªas despu¨¦s de que destituyera a su ministro de Guerra, (actual secretario de Defensa), Edwin Stanton, que estaba en desacuerdo con sus pol¨ªticas. En dos votaciones, el Senado se qued¨® a un solo voto de la destituci¨®n. El proceso a Johnson se origin¨® en una pugna entre dem¨®cratas y republicanos en un momento de creciente tensi¨®n tras el fin de la guerra civil americana tres a?os antes.
La vaguedad de una norma escrita en el siglo XVIII ha propiciado usos que han sido considerados, en algunos casos, un abuso de la figura. En 1970, en un intento fallido de destituir a un juez del Tribunal Supremo, el congresista Gerald Ford ¡ªque despu¨¦s sucedi¨® a Nixon en la presidencia¡ª declar¨®: ¡°Una ofensa de impeachment es cualquier cosa que considere la mayor¨ªa de la C¨¢mara de Representantes en un momento de la historia¡±. No parece que sea ese el caso que ha llevado a Nancy Pelosi a considerar un juicio pol¨ªtico contra Donald Trump.
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