China y Hong Kong: un aniversario nacional, dos conmemoraciones radicalmente opuestas
El 1 de octubre, 70? aniversario de la Rep¨²blica Popular, Pek¨ªn celebrar¨¢ un colosal desfile militar y civil; en Hong Kong los manifestantes convocan una ¡°jornada de luto¡±
El pr¨®ximo martes, la Rep¨²blica Popular de China cumplir¨¢ 70 a?os. En Pek¨ªn, el fervor patri¨®tico se ha disparado. Los preparativos para un cicl¨®peo desfile conmemorativo, militar y civil, en el que participar¨¢n casi 300.000 personas, han paralizado las avenidas del centro de la capital cada noche los ¨²ltimos tres fines de semana. Las calles est¨¢n llenas de banderas, decoraciones florales alusivas y carteles llenos de elogios a la naci¨®n y al partido. Pero en Hong Kong, en la otra punta del pa¨ªs, la situaci¨®n no puede ser m¨¢s opuesta. El Gobierno aut¨®nomo ha tenido que suspender los fuegos artificiales previstos para ese d¨ªa. La ceremonia de conmemoraci¨®n se celebrar¨¢ a puerta cerrada. Los manifestantes prodemocracia est¨¢n decididos a aguar como puedan los festejos.
Para China, y su Partido Comunista, el 1 de octubre de 2019 es ¡°su¡± d¨ªa. La conmemoraci¨®n de los enormes logros obtenidos desde que Mao Zedong, en una jornada que hab¨ªa amanecido gris, a las diez en punto de la ma?ana y desde la puerta de Tiananmen abarrotada de personalidades, proclam¨® al mundo que se hab¨ªa "establecido el Gobierno de la Rep¨²blica Popular¡±. La China mis¨¦rrima de entonces, diezmada por la guerra civil y contra los japoneses, en la que el Partido Comunista asum¨ªa el poder sin estar muy seguro de su apoyo real entre la poblaci¨®n, se ha transformado en la segunda econom¨ªa del mundo, que acumula el 16% del PIB global. Es una de las naciones m¨¢s potentes del planeta, referencia para amplias ¨¢reas tecnol¨®gicas y en ella el PCCh cuenta con un firme control ¡ªy apoyo¡ª sobre la mayor¨ªa de sus habitantes.
La idea de las espectaculares celebraciones es darse una felicitaci¨®n colectiva por lo que el presidente chino, Xi Jinping, ha descrito como ¡°70 a?os de duro trabajo, en los que nuestro pa¨ªs ha vivido enormes cambios. Sea en la historia de la naci¨®n china o en la historia mundial, esta ha sido una lucha ¨¦pica¡±.
Desde hace meses, cualquier otra prioridad se ha supeditado a los preparativos, calculados literalmente hasta el cent¨ªmetro: los soldados varones que participen en el colosal desfile, el mayor de la historia china, medir¨¢n entre 175 y 185; las mujeres, entre 163 y 175, revela el Ministerio de Defensa. En total participar¨¢n 15.000 militares, 160 aviones y 580 piezas de armamento ¡ªtodas en servicio, y algunas nunca presentadas en p¨²blico hasta ahora¡ª para que Xi les pase revista, antes de pronunciar un ¡°importante discurso¡±, seg¨²n lo ha definido el Consejo de Estado, el Ejecutivo chino.
El desfile civil promete no ser menos espectacular: participar¨¢n en ¨¦l unas 280.000 personas ¡°procedentes de todos los sectores de la sociedad¡±, seg¨²n el Consejo de Estado, desde empleados de empresas p¨²blicas a estudiantes, que practican desde hace meses coreograf¨ªas inspiradas en la historia del pa¨ªs y logros como el env¨ªo de una sonda a la cara oculta de la luna, el telescopio m¨¢s potente del mundo o los Juegos Ol¨ªmpicos de 2008.
Para garantizar que todo salga a la perfecci¨®n, las f¨¢bricas de los alrededores han reducido o parado su producci¨®n para facilitar cielos azules. Se ha prohibido volar cometas o palomas dom¨¦sticas, una de las mascotas m¨¢s habituales en este pa¨ªs. Discotecas y comercios de zonas ¡°sensibles¡± recibieron hace casi un mes ¨®rdenes de cerrar hasta pasados los fastos. El principal estadio de la ciudad, el de los Trabajadores, se ha transformado estas semanas en un almac¨¦n de carrozas para el desfile. Los controles sobre Internet se han multiplicado; la presencia policial en las calles, tambi¨¦n.
Ese mayor nivel de seguridad se debe, en parte, a la situaci¨®n en Hong Kong. En el territorio aut¨®nomo?¡ªcolonia brit¨¢nica cuando Mao se acerc¨® al micr¨®fono aquel 1 de octubre del 49¡ª, el ambiente es completamente diferente del patriotismo que rebosa por los poros en Pek¨ªn. El aniversario se aproxima con m¨¢s crispaci¨®n entre sus residentes que nunca: a los resentimientos que ya se acumulaban de uno y otro lado tras tres meses de protestas contra el Gobierno aut¨®nomo y contra China, esta semana se ha sumado el ataque de unos desconocidos contra uno de los legisladores dem¨®cratas m¨¢s populares, Roy Kwong, a plena luz del d¨ªa. Tambi¨¦n que la Polic¨ªa haya descrito como golpes a un ¡°objeto amarillo¡± lo que en un v¨ªdeo parece la paliza de varios agentes antidisturbios contra un detenido en las manifestaciones ca¨ªdo en el suelo.
En la antigua colonia brit¨¢nica, tras tres meses de protestas ininterrumpidas contra el Ejecutivo local y contra China, las celebraciones se han reducido al m¨ªnimo. Adem¨¢s de la ceremonia a puerta cerrada, un espect¨¢culo de luces LED en la bah¨ªa; los fuegos artificiales previstos inicialmente se han cancelado para evitar movilizaciones.
En cambio, los manifestantes que protestan contra lo que perciben como una creciente injerencia china en el territorio tienen previsto comenzar este s¨¢bado ¡ªcuando se cumplir¨¢ el quinto aniversario de las sentadas estudiantiles conocidas como Movimiento de los Paraguas¡ª?un amplio abanico de movilizaciones, similares a las que han concluido en violencia cada fin de semana desde hace m¨¢s de un mes. Su objetivo es culminarlas el mismo martes con una ¡°jornada de luto¡± y una marcha de protesta que empa?e la imagen triunfal que busca el desfile en Pek¨ªn.
A su vez, el Gobierno chino presenta poco apetito para las concesiones: Song Ru¡¯an, un alto funcionario del Ejecutivo central en Hong Kong, ha calificado las demandas de los manifestantes como un ¡°chantaje y flagrante coerci¨®n pol¨ªtica¡±.
Uno de los peligros que teme Pek¨ªn es el contagio desde Hong Kong al resto de China. ?La vacuna para evitarlo? M¨¢s patriotismo. Esta semana, informaba la agencia de noticias estatal Xinhua, el Politbur¨® del Partido ha aprobado gu¨ªas para reforzar la ¡°educaci¨®n patri¨®tica en una nueva era¡±. El objetivo, puntualiza Xinhua, es ¡°que el patriotismo pueda convertirse en la convicci¨®n firme, fortaleza espiritual y acto consciente de todo el pueblo chino¡±.
Otros problemas para Xi
Hong Kong no es el ¨²nico problema pendiente con el que Xi Jinping llega al desfile. La guerra comercial con Estados Unidos tendr¨¢ su pr¨®ximo episodio en los primeros d¨ªas de octubre, cuando se re¨²nan en Washington los dos equipos negociadores por primera vez desde la ¨²ltima subida de aranceles. Una treintena de pa¨ªses ha condenado, en los m¨¢rgenes de la Asamblea General de la ONU, la ¡°horrible campa?a de represi¨®n¡± contra los musulmanes en la regi¨®n china de Xinjiang.
En el terreno interno, disminuye el crecimiento econ¨®mico: una nota del banco de inversi¨®n Natixis sostiene esta semana que ¡°China se encuentra hoy en peor situaci¨®n econ¨®mica que en 2015¡±. M¨¢s gravemente a¨²n, el precio de la carne de cerdo, intr¨ªnsecamente vinculada en el subconsciente colectivo chino al sentimiento de bienestar, ha doblado su precio y empieza a pesar en los bolsillos familiares.
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