China prepara a sus mandos para ¡°la lucha¡±
Hong Kong y la guerra comercial amenazan con empa?ar el 70? aniversario de la Rep¨²blica Popular
Douzheng (¡°lucha¡±). Esa va a ser la palabra clave en el vocabulario pol¨ªtico de China en el futuro pr¨®ximo, seg¨²n ha dejado claro el presidente chino, Xi Jinping. Un futuro marcado en las pr¨®ximas semanas por una fecha clave: El 1 de octubre se celebrar¨¢ el 70 aniversario de la fundaci¨®n de la Rep¨²blica Popular de China, una efem¨¦ride que Pek¨ªn lleva planificando al mil¨ªmetro desde hace a?os. No quiere que nada empa?e un homenaje por todo lo alto a los logros desde 1949. Pero la conmemoraci¨®n llega en momentos complicados: las protestas en Hong Kong y la guerra comercial en Estados Unidos son dos grandes nubarrones en el horizonte.
El panorama para lo que queda de a?o y el pr¨®ximo, al menos, es de dificultades, a los ojos de Pek¨ªn. El Gobierno acaba de aprobar una veintena de medidas para estimular el consumo. La guerra comercial con EE UU?pesa en el crecimiento econ¨®mico, que el FMI calcula que ser¨¢ del 6,2% ¡ªuna d¨¦cima de punto menos que su pron¨®stico inicial¡ª, el m¨¢s d¨¦bil en tres d¨¦cadas. Aumentan las tensiones geopol¨ªticas. Varios Gobiernos occidentales siguen la estela de Washington y se muestran cada vez m¨¢s esc¨¦pticos hacia China. El propio Xi ha estrenado el curso pol¨ªtico con un sombr¨ªo discurso.
En una alocuci¨®n la semana pasada desde la Academia Nacional de Gobierno, donde se forman los mandos del Partido Comunista de China, el presidente chino ha advertido: ¡°El desarrollo de nuestro pa¨ªs ha entrado en una etapa en la que todo tipo de riesgos y desaf¨ªos se acumulan y concentran¡±, en ¨¢reas desde la econom¨ªa al medioambiente, pasando por la Defensa. Xi ha mencionado tambi¨¦n espec¨ªficamente ¡°Hong Kong, Macao y Taiw¨¢n¡±.
Hasta 60 veces lleg¨® el presidente a mencionar la palabra douzheng en su discurso. Un t¨¦rmino con muchas connotaciones en China: habitual durante la Revoluci¨®n Cultural y los tiempos de Mao Zedong, hab¨ªa ca¨ªdo en desuso durante la ¨¦poca de reformas de Deng Xiaoping. Xi la emple¨® muy conscientemente: para motivar a los cuadros m¨¢s j¨®venes y para cerrar las filas del partido en torno a ¨¦l. ¡°Intenta utilizar esos desaf¨ªos en beneficio propio, tanto para aumentar su poder como para impulsar su programa pol¨ªtico¡±, opina la consultora Trivium.
"Una orden de movilizaci¨®n"
¡°Este discurso es como una orden de movilizaci¨®n, una especie de peque?a ¡®Revoluci¨®n Cultural¡¯ que en vez de movilizar a la gente corriente se centra en movilizar a los mandos, pidi¨¦ndoles que est¨¦n listos para la lucha y sean valientes en ella. As¨ª, est¨¢ marcando el camino por el que ir¨¢ el Partido en el futuro: una ¡®filosof¨ªa de lucha¡¯, en vez de la ¡®sociedad armoniosa¡¯ (el lema del previo presidente, Hu Jintao) que aliviaba los conflictos sociales y buscaba el compromiso¡±, opina en una entrevista telef¨®nica el comentarista pol¨ªtico independiente Wu Qiang en Pek¨ªn.
Las palabras de Xi tambi¨¦n preparan, opina Wu, la respuesta a los dos grandes desaf¨ªos inmediatos que afronta China: la guerra comercial y Hong Kong. El presidente ha usado ambos para fortalecer su liderazgo, seg¨²n el analista, pero lograr avances requerir¨¢ ¡ªconsidera¡ª alg¨²n tipo de compromiso. Xi ¡°tiene que compaginar el papel de l¨ªder duro y de negociador. Este llamamiento a la lucha es para curarse en salud ante un futuro compromiso. En cierto modo, es una preparaci¨®n estrat¨¦gica para compromisos que puedan llegar en la disputa con Estados Unidos y en las protestas en Hong Kong¡±, subraya el experto.
Desde la semana pasada, el Gobierno chino ha dado sendos pasos para intentar suavizar ambos problemas, o al menos ponerles sordina hasta despu¨¦s de los festejos del aniversario. En una llamada telef¨®nica, el equipo negociador chino ha acordado una reuni¨®n a primeros de octubre con su contraparte estadounidense en Washington, pese a la entrada en vigor de nuevos aranceles estadounidenses el 1 de septiembre. Pek¨ªn tambi¨¦n ha eximido de aranceles suplementarios a varios productos de EE.UU, en un gesto de buena voluntad este mi¨¦rcoles.
Y en una comparecencia junto a la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro chino, Li Keqiang, dej¨® claro el viernes pasado que ¡ªal menos de momento, y ante el p¨²blico¡ª?la jefa del gobierno hongkon¨¦s, Carrie Lam, cuenta el apoyo de Pek¨ªn en su anuncio de retirar oficialmente el proyecto de ley de extradici¨®n que origin¨® las protestas. Una rama de olivo a los manifestantes, aunque para ellos no es suficiente y las movilizaciones contin¨²an. Preguntado sobre esa medida, Li puso de manifiesto que su Gobierno respalda los esfuerzos de Lam para ¡°poner fin a la violencia y el caos de acuerdo con la ley, para restablecer el orden¡±.
Con todo, la opci¨®n de esperar y ver puede resultar solo un parche temporal en ambas crisis. Hong Kong se prepara para un nuevo fin de semana de protestas, el d¨¦cimo quinto, tras los destrozos del anterior. El gobierno aut¨®nomo no descarta declarar la ley de emergencia para acabar con las movilizaciones, seg¨²n confirmaba la secretaria de Justicia hongkonesa, Teresa Cheng, a los medios de la excolonia brit¨¢nica este martes.
En el frente comercial, pocos analistas esperan que las negociaciones en Washington vayan a arrojar resultados concretos; es probable que el tira y afloja contin¨²e hasta el a?o pr¨®ximo, cuando Estados Unidos celebrar¨¢ elecciones. El peri¨®dico China Daily subrayaba la semana pasada que ¡°bajo ninguna circunstancia China sacrificar¨¢ sus intereses nacionales para satisfacer las exigencias de EE UU¡±.
Tras los festejos del 1 de octubre, asoma un calendario delicado. En octubre tambi¨¦n se celebrar¨¢ la primera reuni¨®n del pleno del Comit¨¦ Central del Partido en m¨¢s de un a?o; en noviembre, elecciones de distrito en Hong Kong; un mes m¨¢s tarde se conmemora el 20 aniversario del regreso de Macao a la soberan¨ªa china, un evento al que est¨¢ previsto que acuda Xi y que puede movilizar a los manifestantes hongkoneses. En enero llegar¨¢ otro momento al que China no quita ojo: las elecciones en Taiw¨¢n, la isla independiente de facto que Pek¨ªn considera parte de su territorio, y en la que se siguen muy de cerca los acontecimientos en Hong Kong. La douzheng, la ¡°lucha¡±, acaba de empezar.
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