Cuando un fiscal general de Brasil plane¨® matar a un juez en el Supremo

El caso anticorrupci¨®n m¨¢s emblem¨¢tico de Brasil es una fuente constante de sorpresas para los brasile?os que llevan m¨¢s de cinco a?os de sobresalto en sobresalto. Esta vez la causa del asombro popular es la confesi¨®n de un asesinato no perpetrado. Un no suceso mucho m¨¢s bizarro que otra sentencia de c¨¢rcel para un poderoso intocable. El antiguo fiscal general del Estado Rodrigo Janot, de 63 a?os, ha confesado que en 2017, al final de su mandato, entr¨® con una pistola cargada en la sede del Tribunal Supremo con intenci¨®n de matar a tiros uno de los jueces, Gilmar Mendes, de la misma edad, al que acusa de difundir ¡°insinuaciones maliciosas¡± sobre su hija.

¡°En uno de los momentos de dolor agudo, de rabia ciega, me puse una pistola cargada al cinto y por muy poco no la descargu¨¦ en una alta autoridad de lengua viperina que, en medio de aquella algarab¨ªa orquestada por los investigados, decidi¨® meterse con mi hija¡±, escribe el ex fiscal general en sus memorias Nada menos que todo, a la venta a partir de este viernes. No apret¨® el gatillo, cuenta en el libro, porque ¡°en el instante decisivo la mano invisible del buen sentido me toc¨® el hombro y me dijo: 'No¡±. Janot solo revel¨® la identidad de su v¨ªctima a preguntas de la prensa en la ronda de entrevistas para promocionar el libro. Todo lo relacionado con el asesinato que no lleg¨® perpetrar se ha convertido en el tema del d¨ªa en los titulares y las tertulias, las de televisi¨®n y las de familia y amigos.

La explosiva revelaci¨®n llega cuando el Supremo juzga un caso que puede suponer la anulaci¨®n de m¨¢s de cien condenas de Lava Jato, incluida una del expresidente Lula da Silva.

El juez que a punto estuvo de ser asesinado, Mendes, ha emitido una nota que tampoco tiene desperdicio. Tras declararse, ¡°algo sorprendido¡±, ha lamentado que ¡°parte del debido proceso legal del pa¨ªs fue reh¨¦n de quien confiesa tener impulsos homicidas¡±, atribuye al ¡°oportunismo y la cobard¨ªa¡± que su enemigo planeara volver contra s¨ª mismo la ¨²ltima bala y para cerrar le ¡°recomienda que busque ayuda psiqui¨¢trica¡±. El asesinato no hubiera sido el primero en las sedes de los tres poderes que Oscar Niemeyer dise?¨® en torno a una plaza en Brasilia. En 1963, el senador Arnon de Melo, cuyo hijo Fernando Collor de Melo lleg¨® a presidente de la Rep¨²blica, dispar¨® a un parlamentario adversario en el pleno pero en la confusi¨®n un tiro alcanz¨® y mat¨® a un senador ajeno a la disputa.

La enemistad entre Janot y Mendes, dos juristas que fueron amigos al inicio de sus carreras, era p¨²blica y notoria. Pero los brasile?os desconoc¨ªan que el odio de Janot llegara a tal nivel. El origen son los choques entre ambos al hilo de que una hija del ex fiscal general era abogada de la constructora OAS, acusada en la Lava Jato, y la esposa del juez es socia del bufete que defend¨ªa a Eike Batista, uno de los grandes empresarios condenado en el caso. El entonces jefe de los fiscales pidi¨® la recusaci¨®n de Mendes en las causas vinculadas al magnate.

En sus memorias Janot s¨ª revela que a medida que avanzaban las investigaciones el excandidato presidencial Aecio Neves le propuso ir como vicepresidente y ministro de Justicia en las ¨²ltimas elecciones, hace un a?o. Y el expresidente Michel Temer le pidi¨® que archivara las pesquisas sobre el presidente de la C¨¢mara, que al final cay¨®. Tambi¨¦n cuenta que en aquellos tiempos convulsos ¡ªque dejaron la pol¨ªtica brasile?a irreconocible¡ª ten¨ªa alcohol en el despacho porque de vez en cuando necesitaba el ¡°efecto terap¨¦utico¡± de una copa.

Entre los asombrados por la ¨²ltima revelaci¨®n, la tercera autoridad del Estado, Rodrigo Maia, presidente de la C¨¢mara: ¡°Brasil es un pa¨ªs raro. Cada d¨ªa hay una novedad. Hoy descubrimos que el fiscal general quer¨ªa matar a un juez del Supremo. ?Qui¨¦n va a querer invertir en un pa¨ªs as¨ª?¡±.