Uruguay entra en el ¨²ltimo tramo de una campa?a electoral pl¨¢cida e incierta
El bloque de derechas aparece como favorito en los sondeos y amenaza quince a?os de hegemon¨ªa de la izquierda
Falta un mes para las elecciones presidenciales y legislativas de Uruguay, y a estas alturas la tranquilidad del panorama contrasta con la incertidumbre del resultado de la votaci¨®n del 27 de octubre. En las ¨²ltimas semanas se ha detectado en algunos sondeos un avance del gobernante Frente Amplio (izquierda), que aspira a su cuarto mandato consecutivo, pero el bloque opositor de derechas es claramente mayoritario.
Desde hace meses, la aritm¨¦tica y las encuestas muestran la importancia de estos comicios, ya que el pa¨ªs se dirige a un cambio de rumbo, con la probable victoria de la derecha, en la oposici¨®n desde hace quince a?os. En la primera vuelta, el Frente Amplio sale vencedor en todos los sondeos (ronda el 30%), pero el l¨ªder del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, le sigue a poca distancia (entre 4 y 7 puntos, seg¨²n las encuestas), el candidato del Partido Colorado, Ernesto Talvi, tiene alrededor del 15% y el militar ultraderechista Manini R¨ªos el 12%. En el caso m¨¢s que probable de una segunda ronda electoral en noviembre, ya que ninguna formaci¨®n superar¨¢ el 50%, el bloque opositor superar¨ªa ampliamente a la izquierda.
Por ello, lo m¨¢s dif¨ªcil de interpretar es la placidez con la que transcurre la campa?a, a pesar del vuelco pol¨ªtico que podr¨ªa producirse en octubre. La primera raz¨®n es que en Uruguay las derechas no siempre suman y est¨¢n sometidas a las tensiones de la inevitable competici¨®n entre dirigentes. La actitud de la ultraderecha ante la agenda de derechos (aborto, Ley Trans, legalizaci¨®n de la marihuana) tambi¨¦n dividen las aguas. El colorado Ernesto Talvi ha descartado un Gobierno con Manini R¨ªos, militar admirador del brasile?o Jair Bolsonaro que recientemente vot¨® a favor de anular la ley que protege a la poblaci¨®n transg¨¦nero. El economista tambi¨¦n ha afirmado que no derogar¨¢ la despenalizaci¨®n del aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Ante todos estos temas, Lacalle Pou, favorito dentro de la derecha, muestra ciertas diferencias, como aceptar una alianza con Cabildo Abierto, el partido de Manini R¨ªos. El candidato ha asegurado que no modificar¨¢ la agenda de derechos, pero lo cierto es que dentro del Partido Nacional existe una bancada evang¨¦lica ultraconservadora que presiona en sentido contrario.
Quiz¨¢ por todo ello, los dirigentes del Frente Amplio no dan se?ales de nerviosismo, pero despliegan una intensa movilizaci¨®n por todo el pa¨ªs, confiando que la elecci¨®n realmente se decida en el ¨²ltimo tramo, como sucedi¨® en 2014. Su candidato, el ingeniero Daniel Mart¨ªnez, maneja con perfil bajo el dif¨ªcil relevo de figuras carism¨¢ticas como Jos¨¦ Pepe Mujica o Tabar¨¦ V¨¢zquez. As¨ª, en la ¨²ltima reuni¨®n multitudinaria del Frente Amplio en Montevideo, Mart¨ªnez casi no habl¨®, para darle todo el espacio a la militancia.
Crecimiento econ¨®mico
La fortaleza del candidato es el balance de la izquierda en el poder, con una fuerte reducci¨®n de la pobreza y un manejo de la econom¨ªa inteligente que ha garantizado quince a?os de crecimiento ininterrumpido. La probable derrota de Mauricio Macri en las elecciones en Argentina favorece al FA, ya que los electores de centro miran a sus vecinos m¨¢s grandes en crisis y no les gusta lo que ven.
Los esl¨®ganes de campa?a resumen la oferta que se brinda a los electores uruguayos: ¡°No perder lo bueno, hacerlo mejor¡±, propone el FA, mientras que el Partido Nacional hace un gui?o a toda la oposici¨®n con su lema ¡°Lo que nos une¡±, y desaf¨ªa al oficialismo con su ¡°Estamos preparados¡±.
Las pr¨®ximas semanas parecen determinantes, especialmente para convencer a los indecisos y a una parte creciente de la poblaci¨®n (se estima en m¨¢s del 30% del electorado) que dice no identificarse con ning¨²n partido en particular. En este sentido, el debate televisivo que se celebrar¨¢ el 1 de octubre entre Daniel Mart¨ªnez y Lacalle Pou, el primero en 25 a?os, parece crucial y est¨¢ rodeado de la m¨¢xima expectaci¨®n.?
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