Kiev, entre la descentralizaci¨®n y el separatismo
¡°Federalismo¡± y ¡°autonom¨ªa¡± son dos palabras ¡°tab¨²¡± para la clase dirigente de Ucrania
¡°Federalismo¡± y ¡°autonom¨ªa¡± son dos palabras ¡°tab¨²¡± para la clase dirigente de Ucrania, tanto bajo la presidencia de Volod¨ªmir Zelenski, como de su antecesor, Petr¨® Poroshenko.
Durante a?os, tras la desintegraci¨®n de la URSS, los dirigentes pol¨ªticos en Kiev se mostraban reticentes ante los representantes occidentales (sobre todo alemanes), que intentaban convencerlos de las ventajas del ¡°federalismo¡± para un pa¨ªs formado por zonas tan variadas como Ucrania.
La reticencia se convirti¨® en animadversi¨®n en 2014, a?o en que la Rep¨²blica Aut¨®noma de Crimea fue anexionada por Rusia y Ucrania perdi¨® el control de parte de las provincias de Donetsk y Lugansk, unos 17.000 km cuadrados de terreno en el Este, dominados desde entonces por separatistas apoyados por la vecina Rusia.
La animadversi¨®n se basa sobre todo en el temor, pues los insistentes alegatos rusos a favor de la federalizaci¨®n de Ucrania son percibidos en Kiev como un intento de socavar la fr¨¢gil cohesi¨®n nacional. Esa percepci¨®n de amenaza y fragilidad est¨¢ en el origen del estado de alerta e hipersensibilidad de Kiev ante el eventual despertar (inducido o no) de otros fantasmas separatistas, como el de los h¨²ngaros de la Transcarpatia.
Por su Constituci¨®n, Ucrania es un Estado unitario y para Kiev lo correcto es hablar de descentralizaci¨®n. Y es en ese contexto donde el 1 de octubre en Minsk, los miembros de la comisi¨®n trilateral que opera bajo los auspicios de la OSCE (Ucrania, Rusia y secesionistas de Donetsk y Lugansk) firmaron un documento que presentan como una plasmaci¨®n de la ¡°f¨®rmula Steinmeier¡± (por el nombre del exministro de Exteriores alem¨¢n Frank Walter Steinmeier). Esta firma ha dado una carta a la oposici¨®n, a los nacionalistas y a los combatientes contra las denominadas rep¨²blicas populares de Donetsk y Lugansk, para salir en defensa de la integridad del Estado.
En reflexiones m¨¢s amplias que el documento firmado en Minsk, Steinmeier ofreci¨® un compromiso para conciliar la visi¨®n ucraniana y la visi¨®n rusa y separatista de los acuerdos de Minsk (13 puntos incluidos el alto el fuego y el control de la frontera con Rusia por parte de Ucrania). Para Kiev, lo primero son los puntos relativos a seguridad y control de la frontera, pero Mosc¨² y los separatistas, lo ven al rev¨¦s: primero pol¨ªtica, es decir, elecciones, y luego seguridad y control de la frontera. El documento firmado esta semana en Minsk fija que las elecciones en los territorios hoy secesionistas sean de acuerdo con la ley ucraniana y los criterios internacionales. ¡°Habr¨¢ elecciones de acuerdo con la ley ucraniana en esas zonas, que pueden celebrarse junto con las elecciones en otras regiones de Ucrania en oto?o de 2020. Si las partes quieren, pueden celebrarlas antes¡±, afirma a esta periodista el embajador Martin Sajdik representante especial de la OSCE para las conversaciones de Minsk.
El problema, sin embargo, est¨¢ en las palabras y consiste en que el documento del 1 de octubre contiene elementos que pueden servir para ¡°rebajar¡± las exigencias de los acuerdos de Minsk tal como fueron suscritos el 12 de febrero, pues introducen en ellos ¡°un elemento de interpretaci¨®n¡±, al establecer ¡°la seguridad en su conjunto¡± (¡°v tselom¡± en ruso) como condici¨®n suficiente para realizar ¡°elecciones locales extraordinarias¡± en los territorios controlados por los separatistas. El t¨¦rmino ¡°en su conjunto¡± procede de las propuestas rusas, se?alan fuentes informadas, y est¨¢ destinado a evitar que Kiev se ampare reiteradamente en las violaciones del alto el fuego (que persisten hasta hoy por las dos partes) para no dar curso al proceso pol¨ªtico.
?Kiev quiere que las f¨®rmulas para poner en pr¨¢ctica los acuerdos de Minsk sean aprobadas sin enmendar la constituci¨®n del Estado y en el marco del proceso de descentralizaci¨®n. No obstante, existe una ley de enmiendas constitucionales para integrar el proceso de Minsk, que est¨¢ congelada tras ser aprobada en primera lectura en 2015.
¡°La descentralizaci¨®n en Ucrania no cubre todos los temas en el contexto de los territorios no controlados por Kiev. En mi opini¨®n, tiene que haber normas claras sobre el uso de la lengua rusa all¨ª¡±, afirma Sajdik. Otros temas a resolver son la creaci¨®n de una milicia local, la amnist¨ªa y la liberaci¨®n de todos los prisioneros.
Para Mosc¨² y para los protagonistas del movimiento secesionista local, solo un ¡°status especial¡± que sea realmente ¡°especial y solo para Donb¨¢s¡± ser¨¢ suficiente. Para ellos, las denominadas rep¨²blicas no pueden ser ¡°un elemento m¨¢s¡± en un proceso descentralizador que de hecho no llega a la f¨®rmula espa?ola de ¡°caf¨¦ para todos¡± para resolver el conflicto entre las ¡°autonom¨ªas hist¨®ricas¡± y las nuevas autonom¨ªas. Lo que Rusia quiere salvaguardar en todo el proceso es ¡°mantener una palanca de control sobre Ucrania¡±, se?alan veteranas fuentes conocedoras de las negociaciones de Minsk. En cualquier caso, los firmantes de aquellos acuerdos divergen en su interpretaci¨®n de los documentos que firmaron.
El documento firmado esta semana en Minsk (lo que simplificando es llamado ¡°f¨®rmula Steinmeier¡±) es solo un paso en un proceso por definir y que puede prolongarse durante a?os y d¨¦cadas, siguiendo modelos an¨¢logos a los de los territorios no reconocidos (Transdni¨¦ster y el Alto Karabaj) o escasamente reconocidos (Osetia del Sur y Abjasia) heredados de los a?os noventa en el espacio postsovi¨¦tico. De todos ellos, el Transdni¨¦ster, es considerado el m¨¢s ¡°benigno¡±. Esa zona se someti¨® a la jurisdicci¨®n de Moldavia en lo que respeta a sus relaciones econ¨®micas internacionales, pero dispone de un contingente militar ruso sobre el terreno, al igual que Osetia del Sur y Abjasia. Ninguno de los conflictos congelados surgidos de la desintegraci¨®n de la URSS se ha solucionado. Al contrario, a ellos se unieron tres m¨¢s (Crimea y las autodenominadas rep¨²blicas populares de Lugansk y Donetsk) en 2014.
En los conflictos en el Este de Ucrania quedan muchos pasos por delante, que se ir¨¢n plasmando en funci¨®n de las realidades. Una de esas realidades es un frente b¨¦lico de 420 kil¨®metros, a lo largo del cual se calcula que est¨¢n desplegados 70.000 efectivos humanos armados (35.000 por parte de Kiev y otros 35.000 por parte de secesionistas y apoyos rusos, voluntarios o no). La realidad es que ¡°no hay garant¨ªas¡± de que Rusia no se inmiscuir¨¢ en los procesos internos de Ucrania, que el bloqueo de las zonas secesionistas por parte de Kiev contin¨²a y que Ucrania hoy por hoy no se perfila como un pa¨ªs acogedor para los residentes en la zona secesionista. De momento, la firma de la denominada ¡°f¨®rmula Steinmeier¡± abre la puerta al di¨¢logo de Zelenski y Putin, acompa?ados de los l¨ªderes de Alemania y Francia.
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