Los taxistas mexicanos toman la capital para pedir el fin de Uber y Cabify
M¨¢s de 10.000 veh¨ªculos cortaron por 12 horas los principales puntos de acceso a la Ciudad de M¨¦xico
Delante del ?ngel de la Independencia, en el centro de la avenida m¨¢s importante de Ciudad de M¨¦xico, una decena de taxistas quema los tarjetones vehiculares con sus licencias profesionales. ¡°Estamos aqu¨ª para ponerle fin a la anarqu¨ªa que han impuesto las empresas internacionales¡±, exclamaba Ignacio Rodr¨ªguez Mej¨ªa, portavoz del Movimiento Nacional de Taxistas, que este lunes convoc¨® una huelga nacional para pedir la inhabilitaci¨®n de las aplicaciones de transporte privado como Uber y Cabify. ¡°Solo pedimos que cumplan la ley o que se vayan y que dejen de atentar contra la econom¨ªa de los mexicanos¡±, dijo y desat¨® el aplauso de conductores de todo el pa¨ªs, que desde la madrugada de este lunes estacionaron sus coches a todo lo largo de los carriles centrales del Paseo de la Reforma.
M¨¢s de 10.000 taxistas bloquearon varios puntos de Ciudad de M¨¦xico: al igual que Reforma, el barrio Santa Fe ¡ªuno de los mayores centros de negocios de la capital¡ª, las avenidas de acceso a la capital y la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional ten¨ªan el acceso restringido. Los transportistas exigieron que el Gobierno inhabilite las aplicaciones de transporte privado porque, afirman, no cumplen con los requisitos exigidos a los taxistas y sosten¨ªan que no liberar¨ªan la ciudad si no eran? recibidos por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Sin embargo, los l¨ªderes de los taxistas fueron recibidos por funcionarios de la?Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n (Ministerio del Interior) y, tras una reuni¨®n de cuatro horas, acordaron no realizar m¨¢s bloqueos. Las autoridades mexicanas, adem¨¢s, se comprometieron a revisar la legalidad de las aplicaciones de transporte.?
¡°Ahora cualquiera se sube a su carro y busca pasajero¡±, dec¨ªa Blanca Estela ?vila, de 52 a?os, que es taxista en la capital hace m¨¢s de 20. ¡°Tengo todos mis papeles y el seguro al d¨ªa. Le cumplo al Estado, pero ellos no cumplen con nosotros¡±, agreg¨®. Para poder conducir un Uber en M¨¦xico se debe tener una licencia, probar la ausencia de antecedentes penales y contratar un seguro de cobertura comercial. La diferencia de fondo con los taxistas es que ellos tienen una licencia de clase B, de uso p¨²blico, la misma que utilizan los conductores de patrullas o ambulancias, y el tr¨¢mite de una concesi¨®n estatal que en el mercado negro se mueve por al menos 2.500 d¨®lares. Adem¨¢s, desde junio de este a?o, los ch¨®feres de Uber y Cabify, al igual que otras plataformas que ofrezcan servicios como entregas a domicilio, deben pagar un IVA del 8% y un impuesto sobre la renta de entre el 3% y el 9%, sin recibir prestaciones sociales.
Joaqu¨ªn Camacho, de 60 a?os, afirmaba que las plataformas ¡°solo ayudan a criminalizar al taxista y a hacerlo ver como inseguro¡±. ¡°He trabajado honestamente m¨¢s de la mitad de mi vida. Si choco, mi seguro atiende al pasajero ?Acaso Uber te ofrece lo mismo?¡±, lamentaba.
En el primer semestre de 2019, la Procuradur¨ªa de Justicia de la Ciudad de M¨¦xico registr¨® 200 denuncias por asaltos cometidos por taxistas, un aumento del 159% sobre el mismo per¨ªodo en 2018. La respuesta del Gobierno de la Ciudad fue crear un registro digital y una aplicaci¨®n de tel¨¦fono para que el pasajero pueda conocer los datos del conductor, emulando las plataformas internacionales. Pero solo 51.862 de los 140.000 taxis que circulan por la Ciudad de M¨¦xico ¡ªmenos del 30 %¡ª se inscribieron en el primer padr¨®n, entre julio y septiembre pasados.
¡°Al Uber le permiten los cristales polarizados, pero a nosotros nos exigen que encendamos la luz por la noche para que el pasajero se sienta seguro. ?Y as¨ª nos fichan los ladrones!¡±, se quejaba Juan Pe?a, conductor de 41 a?os. ¡°No pienso inscribirme en otro registro, es solo una excusa para cobrarnos m¨¢s impuestos¡±, dijo. A su lado, Iv¨¢n, un conductor de 25 a?os, admite que conduce un coche prestado desde que tiene 19. ¡°Me inscribir¨ªa, pero el taxi no es m¨ªo. Los compa?eros sabemos que debemos adaptarnos a la tecnolog¨ªa, pero los Uber deber¨ªan irse, o adaptarse a la ley nacional¡±.
Miles de conductores siguieron la huelga en sus respectivas ciudades y cientos de otros concurrieron a la huelga en la ciudad: en el Paseo de la Reforma hab¨ªa taxis tanto de Ecatepec, Atizap¨¢n y Toluca, municipios del Estado de M¨¦xico, como representantes del sureste del pa¨ªs, como Tabasco, o de la costa caribe?a de Quintana Roo, ambos a m¨¢s de 1.000 kil¨®metros de la capital.
Ren¨¦ Carmona Rosario tiene 63 a?os y conduce hace m¨¢s de cuarenta en Toluca, la capital del Estado de M¨¦xico, 70 kil¨®metros al oeste de la capital. No quiere hablar por sus compa?eros, pero afirmaba que el Estado es ¡°incapaz de hacerle frente a las multinacionales¡± y que sus exigencias con los taxistas son ¡°irreales¡±. Para renovar la flota de taxis del pa¨ªs, el Gobierno del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador propuso subsidios de hasta 5.000 d¨®lares para aquellos conductores con coches con una antig¨¹edad superior a 10 a?os que quieran cambiarlo por un el¨¦ctrico. ¡°?Y despu¨¦s qu¨¦?¡±, lamentaba Carmona Rosario, ¡°si los repuestos no se encuentran en ninguna parte¡±. ¡°Mi coche tiene 20 a?os, pero mira que salimos de Toluca a las cinco de la ma?ana y lleg¨® impecable¡±, sigue, ¡°los dos ya somos viejos. Si me lo quitan, ?qu¨¦ voy a hacer?¡±.
Al mediod¨ªa, sobre el Paseo de la Reforma, la m¨²sica segu¨ªa y los taxistas, algunos charlando en grupos, otros durmiendo agotados frente a sus volantes, continuaban la huelga. Rafael Valdez L¨®pez, de 69 a?os, tomaba el sol apoyado en el cap¨® de su Hyundai. ¡°La verdad no creo que saquen a estos piratas de la ciudad¡±, dec¨ªa mientras fumaba un cigarro, ¡°pero ya llevamos m¨¢s de cinco a?os con estas protestas, a esta altura no vamos a parar. Es de vida o muerte¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.