M¨¦xico se convierte en el primer campo de batalla entre Uber y el gigante chino Didi en Am¨¦rica
La plataforma asi¨¢tica apuesta por promociones llamativas para atraer tanto a clientes como a conductores de la competencia
¡°?Pasarme a Didi? Estoy pens¨¢ndolo¡±, dice Ram¨®n, un conductor de Uber ante el desembarco del gigante chino de la movilidad compartida en Am¨¦rica. M¨¦xico se ha convertido este mi¨¦rcoles en el primer campo de batalla en el continente entre la plataforma china de alquiler de veh¨ªculos con conductor y la estadounidense Uber, asentada desde hace a?os en la segunda mayor econom¨ªa latinoamericana. Con llamativas promociones y promesas de altos salarios fijos a los conductores ¡ªen un pa¨ªs en el que los sueldos bajos son habituales¡ª, la asi¨¢tica se abre camino por primera vez fuera de su continente de origen y promete arrasar el mercado mexicano con su mayor inversi¨®n exterior con su propia?marca ¡ªDidi¡ª?desde la creaci¨®n de la ense?a, seis a?os atr¨¢s. La empresa compr¨® en enero de este a?o 99, una exitosa compa?¨ªa brasile?a de renta de coches con conductor, pero es la primera vez que llega a la regi¨®n a trav¨¦s del crecimiento org¨¢nico.
El mercado mexicano ser¨¢ m¨¢s competido que nunca, en un sector donde los m¨¢rgenes son ya de por s¨ª reducidos. De un lado, la reci¨¦n llegada intentar¨¢ hacerse un lugar en el mercado con tarifas de hasta un 20% m¨¢s bajas para los usuarios y sueldos de 48.000 pesos mexicanos (2.350 d¨®lares) mensuales para los conductores siempre y cuando hagan un m¨ªnimo semanal de viajes. Del otro, Uber aspirar¨¢ a asentarse en un pa¨ªs donde ya tiene presencia en 42 ciudades con m¨¢s de 250.000 unidades. Atrapadas entre ambas figuran aplicaciones m¨¢s peque?as, como Cabify, CityDrive o Nekso, que procurar¨¢n sobrevivir a la contienda que se pronostica ardua. Los antecedentes no son especialmente halag¨¹e?os: los dos mayores jugadores del sector ya coincidieron en China, donde Didi jugaba de local, y Uber termin¨® siendo adquirida por su rival estadounidense tras dos a?os de batalla que produjo grandes p¨¦rdidas a ambas.
¡°Le tengo m¨¢s fe a Didi que a Uber¡±, reconoce Joaqu¨ªn, conductor de ambas plataformas ¡ªninguna exige exclusividad a sus choferes¡ª. Trabaja hace dos a?os para la estadounidense, pero este mi¨¦rcoles emprende su quinto viaje con Didi. A¨²n no se acostumbra a la aplicaci¨®n m¨®vil que, seg¨²n explica, les fuerza a tomar viajes sin conocer el lugar de destino, que puede tratarse de una zona muy lejana o muy peligrosa. Admite, sin embargo, que la empresa china brinda mejor atenci¨®n. ¡°Si tienes un problema, levantas el tel¨¦fono y te atiende una persona. En Uber todo se hace a trav¨¦s de la app. No les importa mucho porque ellos cobran su comisi¨®n igual¡±.
El primer desaf¨ªo de Didi, que en 2017 se convirti¨® en la start up que m¨¢s dinero ha recaudado nunca para financiar su expansi¨®n, ser¨¢ hacerse un lugar en el mercado mexicano. Una tarea complicada para este tipo de empresas que deben coordinar dos grandes factores: los clientes y los conductores.
¡°Didi tiene que crear una masa cr¨ªtica tanto de proveedores del servicio como demandantes lo suficientemente grande como para encender la red. Cuantos m¨¢s transportistas acudan a esa plataforma, mayor n¨²mero de consumidores van a acudir y viceversa¡±, asegura Alexander Elbittar, profesor del Centro de Investigaci¨®n y Docencia Econ¨®micas (CIDE) especializado en asuntos de competencia. Para lograr eso, seg¨²n explica, la empresa debe idear una estrategia para atraer a ambos grupos, lo que a veces implica tener que subsidiar a una de las partes. ¡°El punto es cu¨¢nto tiempo pueden mantener esa estrategia y cu¨¢nto tiempo van a tardar en lograr esa masa cr¨ªtica de consumidores que le permita encender la red¡±.
Para sorpresa de los conductores de Didi, el estreno este mi¨¦rcoles lleg¨® con muchos clientes. ¡°Llevo las dos apps encendidas, pero han estado llegando viajes m¨¢s r¨¢pidos con Didi. Por ser el primer d¨ªa, funciona bien¡±, dice Diego, conductor de ambas empresas, quien decidi¨® pasarse a la nueva compa?¨ªa por las bajas comisiones. Las aplicaciones son muy parecidas, seg¨²n explica, pero la china se queda con un 10% de lo que gana por cada trayecto que hace, mientras que Uber le retiene un 25%.
En Didi, saben que la inversi¨®n americana arrojar¨¢ n¨²meros rojos en sus primeros compases. ¡°Ahora estamos enfocados a dar el mayor y mejor servicio a los usuarios y conductores, y eso requiere mucha inversi¨®n. Queremos, primero, capitalizar todos los beneficios y buscar eficiencias para tener un negocio sostenible¡±, apunta Pablo Mondrag¨®n, responsable de Operaciones de Didi en Ciudad de M¨¦xico. Pero la firma china entiende que, por su tama?o y sus problemas de tr¨¢fico y movilidad, la capital mexicana ¡ªla segunda mayor urbe de Am¨¦rica Latina¡ª es una buena apuesta.
Ante la batalla que le depara la llegada de Didi, Uber se mantiene tan distante como alerta. ¡°Al tener muchas aplicaciones, la gente puede elegir. Es el beneficio de los ciudadanos y nosotros, como empresa, vamos a tener que ser mejores. Vamos a tener que dar un mejor servicio, viajes m¨¢s seguros y un mejor acceso¡±, apunta un portavoz de Uber, que admite, sin embargo, que el arribo de la plataforma china va a tener un gran impacto en el mercado. ¡°Ser¨¢ responsabilidad de cada una de las empresas tratar de realizar acciones para mantener su negocio y sobre todo mantener un buen nivel de oferta con la mejor calidad posible¡±.
La empresa estadounidense contar¨¢ con dos armas ante la feroz contienda: su versi¨®n Lite, una aplicaci¨®n liviana que consume menos datos m¨®viles dise?ada para alcanzar a un mayor n¨²mero de poblaci¨®n, y la posibilidad de abonar los viajes en efectivo, que hoy representan m¨¢s del 50% de los ingresos. Estas dos herramientas, con las que Didi a¨²n no cuenta en M¨¦xico, posicionan a Uber un paso al frente en un mercado en el que ya est¨¢ afianzado.
Los grandes perdedores en este nuevo esquema de competencia podr¨ªan terminar siendo las aplicaciones m¨¢s chicas, como lo es la espa?ola Cabify, que no cuentan con un gran poder de mercado. As¨ª lo creen, al menos, los expertos. ¡°El ataque ser¨ªa m¨¢s contra Cabify, que es el proveedor marginal. Si yo fuera Uber, no estar¨ªa tan nervioso.?Pero si fuera Cabify estar¨ªa muy nervioso, porque es a esa compa?¨ªa a quien Didi le tomar¨ªa parte del mercado¡±, apunta Elbittar, de CIDE.
Antes de llegar como marca Didi a M¨¦xico, la empresa china hab¨ªa puesto su primer pie en el continente a trav¨¦s de su estrategia global de crecimiento inorg¨¢nico con la adquisici¨®n de 99, operaci¨®n por la que pag¨® 1.200 millones de d¨®lares. Su segunda gran inversi¨®n intentar¨¢, ahora, ser el salto definitivo al mercado americano. Esta vez, sin embargo, lo har¨¢ con su propio nombre: otro gigante chino quiere conquistar Am¨¦rica.
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