?lvaro Uribe queda vinculado formalmente al proceso de investigaci¨®n por presunto fraude procesal y sobornos

Bogot¨¢ ha vivido este martes un momento in¨¦dito: la declaraci¨®n del primer expresidente colombiano llamado a comparecer ante la justicia, en un proceso penal por manipulaci¨®n de testigos. ?lvaro Uribe, que presidi¨® el pa¨ªs entre 2002 y 2010 con una pol¨ªtica de seguridad de mano dura tan alabada como rechazada, compareci¨® a primera hora de la ma?ana ante la Corte Suprema de Justicia. El peso pol¨ªtico y la popularidad de Uribe, senador, jefe del partido en el poder y mentor del actual mandatario, Iv¨¢n Duque, hace que el caso trascienda el ¨¢mbito judicial.? Tras siete horas de audiencia, la Corte Suprema inform¨® que Uribe qued¨® formalmente vinculado al proceso por los "delitos de fraude procesal y soborno en concurso homog¨¦neo y sucesivo".??

Uribe lleg¨® al tribunal en una camioneta poco antes de las ocho de la ma?ana, fuertemente escoltado y en medio de gritos de apoyo y de rechazo de un centenar de partidarios y detractores. Poco antes, sus seguidores se reun¨ªan en una misa por el exmandatario en la catedral de Bogot¨¢, cercana al palacio, a la que asistieron pol¨ªticos, senadores y empresarios afines al uribismo.

Tras salir del veh¨ªculo, Uribe, de 67 a?os, salud¨® a algunos correligionarios y entr¨® sin hacer declaraciones hasta la sala de audiencias, en la que deb¨ªa responder por presunto fraude procesal y soborno, delitos castigados con ocho a?os de c¨¢rcel. El caso tiene que ver con la supuesta manipulaci¨®n de testigos, ya como senador, para que declararan a su favor en una investigaci¨®n que lo vincula a grupos paramilitares.

En la calle, fuera del Palacio, se viv¨ªa una met¨¢fora de lo que es Colombia y su polarizaci¨®n. De un lado, una pancarta blanca dec¨ªa: ¡°Necesitamos justicia. Uribe debe ir a la c¨¢rcel¡±, bien visible entre manifestantes con carteles que catalogaban al pol¨ªtico de genocida. Del otro, seguidores de uno de los personajes m¨¢s populares en la historia de la pol¨ªtica colombiana coreaban su nombre y sosten¨ªan que la indagatoria era obra del chavismo, mientras relacionaban la interpelaci¨®n judicial a Uribe con la situaci¨®n actual en Per¨² y Ecuador. El proceso, que lleva m¨¢s de un a?o en curso, ha exacerbado la divisi¨®n: los detractores, con tambores y canciones; los uribistas, con vuvuzelas que intentaban acallar los gritos de los antiuribistas. En el medio de la calle, la Polic¨ªa se interpon¨ªa para evitar altercados.

La causa promete ser larga, ya que la comparecencia de este martes es solo el comienzo de un largo proceso. Aunque la audiencia no era p¨²blica, se sabe que el expresidente tendr¨ªa que responder al menos a cien preguntas. El tribunal deber¨¢ cotejar su declaraci¨®n con la de otros 20 testigos que declararon anteriormente. A partir de ese momento, y en un plazo de 10 d¨ªas, los jueces deber¨¢n decidir si lo mantienen dentro del proceso penal o lo absuelven. Si deciden seguir adelante y llevarlo a juicio, tambi¨¦n tendr¨¢n que decidir si dictan medidas cautelares para evitar su huida o cualquier interferencia en el proceso. Todo ello, cuando restan escasas fechas para las elecciones locales del d¨ªa 27.

Los ¨¢nimos se fueron agitando en el transcurso de la ma?ana. Adriana Torres, una monja carmelita, contaba entre l¨¢grimas de emoci¨®n que vino a apoyar a Uribe. ¡°Del Centro Democr¨¢tico [el partido de Uribe e Iv¨¢n Duque] me pagaron el pasaje en avi¨®n desde Medell¨ªn y vine porque lo quiero mucho¡±, contaba. Del otro lado se escuchaban denuncias de cr¨ªmenes. Ra¨²l Carvajal gritaba consignas en contra del expresidente y del tambi¨¦n exmandatario Juan Manuel Santos: ¡°Hoy, hace exactamente 13 a?os me mataron a mi hijo que era un suboficial de Ej¨¦rcito por negarse a cometer un falso positivo [asesinato extrajudicial]¡±.

Durante su mandato, cerca de 4.000 j¨®venes fueron v¨ªctimas de ejecuciones extrajudiciales por parte del Ej¨¦rcito en medio del conflicto que durante seis d¨¦cadas ha desangrado Colombia, y que Uribe intent¨® sofocar sin ¨¦xito mediante una pol¨ªtica de abierta confrontaci¨®n. Opositor al proceso de paz con las FARC, Uribe no es solo el l¨ªder del Centro Democr¨¢tico ¡ªen el poder desde agosto de 2018¡ª, sino tambi¨¦n el senador m¨¢s votado y, ahora, el protagonista de la campa?a para los comicios locales.

El presidente de la Corte, ?lvaro Fernando Garc¨ªa, sali¨® al paso de las voces que ¡°atacan legitimidad institucional por la investigaci¨®n¡± y pidi¨® confiar en la justicia¡±. ¡°Ninguna presi¨®n influir¨¢ en las decisiones que est¨¢n obligados a tomar en Derecho los magistrados¡±, asegur¨® el presidente del Alto Tribunal. Por la noche, el expresidente Uribe? se dirigi¨® a sus seguidores desde la sede de su partido y agradeci¨® al presidente Iv¨¢n Duque que en la ma?ana de este martes le expres¨® solidaridad e hizo un recuento detallado de c¨®mo comenz¨® este caso que lo tiene contra las cuerdas.

¡°Cu¨¢nto me duele que llamen a una indagatoria acus¨¢ndome de fraude procesal. Por favor, yo lo que hice fue constatar la informaci¨®n que me llegaba¡±, dijo Uribe con su tradicional estilo de discurso de letan¨ªa religiosa. Sobre la acusaci¨®n de soborno reconoci¨® que su abogado Diego Cadena le entreg¨® dos millones de pesos (cerca de 700 d¨®lares) a un testigo, pero se desmarc¨® de esa decisi¨®n. ¡°Si me hubiera consultado le habr¨ªa dicho terminantemente que no¡±, asegur¨®. Un detalle importante porque la Corte basa su acusaci¨®n en que Uribe dio consentimiento para esos pagos y ofrecimientos de beneficios judiciales.

El expresidente ha tenido discrepancias con varios de los magistrados por el cap¨ªtulo de espionaje ilegal a la Corte durante su Gobierno. Y aunque al inicio de su discurso dijo que a pesar de esas diferencias ¡°nunca desafiar¨ªa las decisiones¡±, m¨¢s adelante sugiri¨® que esa mala relaci¨®n influy¨® en su caso. ¡°Me preocupa que este desavenencia que tuve con la Corte haya llegado a donde lleg¨®¡±, dijo. En los pr¨®ximos d¨ªas, el Alto Tribunal deber¨¢ decidir cu¨¢l es la medida judicial contra el expresidente. Una decisi¨®n que, sin duda, sacudir¨¢ la pol¨ªtica en Colombia.