Los ¡®pa¨ªses seguros¡¯ m¨¢s violentos del mundo
EE UU quiere que los centroamericanos soliciten protecci¨®n ¡°tan cerca de sus pa¨ªses como sea posible¡±. Las solicitudes el a?o pasado no sumaron ni 400 en los tres pa¨ªses
La idea de que Honduras, El Salvador y Guatemala son pa¨ªses seguros y aptos para recibir refugiados ser¨ªa un mal chiste, si no fuera porque es exactamente lo que ha logrado la Administraci¨®n de Donald Trump.
Para conseguirlo, el Gobierno estadounidense hizo que los pa¨ªses firmaran ¡°acuerdos cooperativos de asilo¡±, conocidos como acuerdos de tercer pa¨ªs seguro. Traducido del lenguaje orwelliano, significa que los pa¨ªses del Tri¨¢ngulo Norte centroamericano recibir¨¢n asilados que cruzaron la frontera sur de Estados Unidos en busca de protecci¨®n. Trump ofrecer¨¢ refugio en Centroam¨¦rica a los asilados que ¨¦l no quiere en su pa¨ªs.
Al hacerlo, se ha sacudido a los tres pa¨ªses que m¨¢s solicitudes de asilo presentaron en Estados Unidos en 2018. El Salvador fue el que m¨¢s (33.400), Guatemala fue segundo (33.100) y Honduras complet¨® el podio (24.400), seg¨²n la agencia de Naciones Unidas para refugiados (ACNUR). Los tres pa¨ªses sumaron m¨¢s de la tercera parte (35 %) del total de las solicitudes de asilo en Estados Unidos.
Los tres pa¨ªses centroamericanos est¨¢n entre las 12 naciones que m¨¢s nuevas solicitudes de asilo hicieron en 2018 en todo el mundo. Solo ciudadanos de seis pa¨ªses pidieron m¨¢s asilos a nivel mundial que los salvadore?os y los hondure?os: venezolanos, afganos, sirios, iraqu¨ªes, congoleses y eritreos.
El discurso oficial es que Estados Unidos quiere que los centroamericanos soliciten protecci¨®n ¡°tan cerca de sus pa¨ªses como sea posible¡±. ?Qui¨¦n carajos pide asilo en uno los pa¨ªses del Tri¨¢ngulo Norte? Las solicitudes el a?o pasado no sumaron ni 400 en los tres pa¨ªses. Todo apunta a que es, m¨¢s bien, una amenaza para desalentar a quienes piden protecci¨®n. ?Quiere usted asilo en Estados Unidos? No hay, y si se atreve a pedirlo lo enviaremos a Centroam¨¦rica, esa regi¨®n que para muchos es un infierno.
En 2018, cuando Trump dijo que El Salvador y algunos pa¨ªses africanos eran ¡°agujeros de mierda¡±, se pregunt¨® porque ten¨ªan que recibir en Estados Unidos a ciudadanos de esos pa¨ªses y no, por ejemplo, de Noruega. Casi dos a?os despu¨¦s de eso, hall¨® la forma. Nadie que no haya llegado a Estados Unidos en avi¨®n puede pedir asilo ahora. Y los tres pa¨ªses que m¨¢s producen migrantes estuvieron de acuerdo.
Aunque la oposici¨®n de los Gobiernos centroamericanos fue nula, la firma de estos convenios no fue un ejercicio de libertad. M¨¢s tard¨® el Gobierno de Jimmy Morales en protestar¡ª"en ning¨²n momento se contempla firmar un acuerdo para convertir a Guatemala en un tercer pa¨ªs seguro", afirm¨® en un comunicado¡ª que Trump en hacer m¨¢s presi¨®n.
¡°Guatemala, que ha estado formando caravanas y enviando grandes cantidades de gente a Estados Unidos, algunos con antecedentes criminales, ha decidido romper el acuerdo que ten¨ªan de firmar un necesario acuerdo de "tercer pa¨ªs seguro". Ahora estamos evaluando una prohibici¨®n de viaje, aumento de aranceles y un impuesto a las remesas, o todo lo anterior¡±, tuite¨® Trump el 23 de julio. Tres d¨ªas despu¨¦s, Guatemala firm¨®.
El Salvador firm¨® el suyo el 20 de septiembre, solo una semana despu¨¦s de haber lanzado su patrulla fronteriza, que Estados Unidos tambi¨¦n ide¨® y financia. El ¨²ltimo ladrillo de este muro centroamericano lo puso Honduras, el 25 de septiembre.
"M¨¢s que un acuerdo es un acto de extorsi¨®n¡±, afirm¨® ?scar Chac¨®n, director de Alianza Am¨¦ricas, una red que representa a 50 organizaciones de migrantes en Estados Unidos. Ninguno de los pa¨ªses firmantes tiene el apalancamiento para negociar con Trump. Las tres naciones centroamericanas tienen econom¨ªas que dependen en porcentajes significativos de las remesas enviadas por sus millones de migrantes que viven en el pa¨ªs norteamericano.
Quedar¨¢ para la historia la decisi¨®n de estos tres presidentes. Los tres gobiernan pa¨ªses de los que miles huyen. Los tres han aceptado recibir a gente que quiere huir hacia Estados Unidos.
La legitimidad de Juan Orlando Hern¨¢ndez (JOH) como presidente de Honduras pende de una cuerda sujetada por Estados Unidos. Su reelecci¨®n inconstitucional en 2018 fue aprobada por los tres ¨®rganos del Estado que el mismo Hern¨¢ndez controlaba. El proceso fue tan turbio que hasta la tibia OEA pidi¨® que se repitiera el proceso, pero Estados Unidos aval¨® el resultado. Pese a las protestas en su contra, pese a que Tony Hern¨¢ndez, hermano del presidente, est¨¢ ahora mismo en juicio por narcotr¨¢fico en Nueva York, pese a que ese juicio ya ha salpicado al mandatario, Juan Orlando Hern¨¢ndez sigue ah¨ª.
En Guatemala, Jimmy Morales terminar¨¢ en enero de 2020 una accidentada presidencia en la que incumpli¨® su promesa de campa?a de continuar la lucha anticorrupci¨®n. Tras ser investigado ¨¦l y su familia, se volc¨® contra la Comisi¨®n contra la Impunidad (CICIG) y termin¨® el mandato de la mayor esperanza guatemalteca contra la corrupci¨®n enquistada. Estados Unidos valor¨® m¨¢s la amistad con Morales que apoyar a la CICIG, probablemente con el tema migratorio en mente tambi¨¦n. Envalentonado, Morales termin¨® llamando a la CICIG ¡°una organizaci¨®n criminal¡± en su discurso ante Naciones Unidas. Guatemala, predicen expertos, ya est¨¢ en franco retroceso de su institucionalidad.
El caso de Nayib Bukele es distinto. Tras cuatro meses de gobernar El Salvador, mantiene una popularidad alt¨ªsima, cercana al 90 %, y est¨¢ libre de graves esc¨¢ndalos de corrupci¨®n o de turbulencia social. Desde antes de tomar posesi¨®n prometi¨® lealtad a Estados Unidos y se ha mostrado complaciente como estrategia. En su reuni¨®n bilateral el 25 de septiembre, Bukele dijo que Trump era muy agradable y cool (¡±very nice and cool¡±). Para alguien tan obsesionado con su imagen como Bukele, que hasta se tom¨® una selfie en la ONU, pero no dijo ni una palabra sobre los migrantes, el truco parece funcionar. 11 d¨ªas despu¨¦s de firmar su acuerdo de pa¨ªs seguro, Estados Unidos redujo su alerta de viaje a El Salvador. Bukele apunt¨® r¨¢pidamente que ¡°ning¨²n Gobierno anterior hab¨ªa logrado que Estados Unidos redujera la alerta¡±.
Siempre se habla de la influencia de Estados Unidos en la Centroam¨¦rica de golpes de Estado en los 60 y 70, y en las revoluciones de los a?os ochenta. ¡°El presidente de Estados Unidos es m¨¢s presidente de mi pa¨ªs que el presidente de mi pa¨ªs¡±, escribi¨® el poeta salvadore?o Roque Dalton por aquellos a?os. Pero eso es limitado. Estados Unidos es clave en la pol¨ªtica del istmo hoy. ?Qu¨¦ son estos acuerdos de pa¨ªs seguro sino la continuaci¨®n del imperialismo por otros medios?
Como las leyes internacionales establecen que ning¨²n solicitante de asilo puede ser devuelto a su pa¨ªs de origen, Trump ide¨® un perverso juego del escondite: los salvadore?os no podr¨¢n ser deportados a El Salvador, pero s¨ª a Guatemala y Honduras, y as¨ª con los dem¨¢s. Los motivos por los que huyen los centroamericanos son comunes a trav¨¦s de sus fronteras. La Mara Salvatrucha 13, ese enemigo que Trump ha engrandecido para criminalizar la migraci¨®n, opera en los tres nuevos ¡®pa¨ªses seguros¡¯. El a?o pasado, las tasas de homicidio por 100,000 habitantes en El Salvador, Honduras y Guatemala fueron de 51, 40 y 23 respectivamente. La ONU considera como ¡°epidemia de violencia¡± cualquier tasa superior a 10 por cada 100,000. El m¨¢s ¡°tranquilo¡± de los nuevos pa¨ªses seguros duplica ese par¨¢metro.
Pero no solo huyen de la violencia. Honduras es uno de los tres pa¨ªses m¨¢s afectados por eventos clim¨¢ticos extremos, seg¨²n el ?ndice de Riesgo Clim¨¢tico de Germanwatch, y en El Salvador y Guatemala tambi¨¦n hay ya migraci¨®n por los efectos de la sequ¨ªa y las inundaciones que afectan los cultivos.
Las firmas de El Salvador, Guatemala y Honduras ocultan realidades como la de los ni?os centroamericanos enjaulados en recintos estadounidenses, donde ya han muerto cinco menores guatemaltecos; o la del aumento de custodia en las rutas migratorias que orilla a los migrantes a rutas m¨¢s peligrosas; o la desesperaci¨®n creciente de quienes, estancados en Tijuana y en otros puntos de la frontera, deciden aventurarse al r¨ªo, como intentaron los salvadore?os ?scar y Valeria en junio pasado.
Las firmas tambi¨¦n conllevan otro problema. Aparte de no tener suficientes oportunidades de empleo o vivienda o seguridad, ninguno de los pa¨ªses que aceptaron recibir asilados de Estados Unidos tiene sistemas de asilo fuertes y complejos. Guatemala solo tiene cuatro oficiales de asilo; un escenario similar a El Salvador, que tiene nueve, pero ha entregado, en promedio, seis asilos por a?o desde 2014.
As¨ª la l¨®gica perversa, todo apunta a que si ahora los caribe?os migran en masa, el siguiente pa¨ªs seguro ser¨¢ Hait¨ª.
EL PA?S y EL FARO se unen para ampliar la cobertura y conversaci¨®n sobre Centroam¨¦rica. Cada 15 d¨ªas, el s¨¢bado, un periodista de EL FARO aportar¨¢ su mirada en EL PA?S a trav¨¦s de an¨¢lisis sobre la regi¨®n, que afronta una de sus etapas m¨¢s agitadas.