Macron encaja mal su peor rev¨¦s en la Uni¨®n Europea
El presidente franc¨¦s avisa del riesgo de crisis institucional tras el no de la Euroc¨¢mara a su candidata a la Comisi¨®n
Emmanuel Macron est¨¢ poco acostumbrado a perder. Y menos en su terreno predilecto: la Uni¨®n Europea. El presidente de la Rep¨²blica ha encajado mal el rechazo de la Euroc¨¢mara a Sylvie Goulard, la candidata francesa a uno de los cargos con m¨¢s poder en la Comisi¨®n Europea.
"Vivimos un momento extremadamente importante y sensible en Europa", dijo el viernes, en una comparecencia en el Palacio de El¨ªseo junto al primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orban. "Hay una nueva Comisi¨®n, un nuevo Parlamento que se ponen en marcha y que afrontan, en ambos casos, una crisis que no debemos permitir que se instale ni que se desarrolle".
Macron considera que el no a Goulard ¡ªuna candidata de m¨¦ritos reconocidos pero sometida a una investigaci¨®n judicial en Francia y bajo sospecha por haber cobrado un generoso sueldo de un laboratorio de ideas¡ª abre una crisis en el funcionamiento de las instituciones.
El jueves, tras conocerse el veto parlamentario por 82 votos a favor y 29 en contra, el presidente franc¨¦s carg¨® contra los eurodiputados. E indirectamente responsabiliz¨® a la nueva presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, cuyo nombramiento la presidencia de la Comisi¨®n ¨¦l impuls¨®, de la designaci¨®n frustrada de Goulard.
Macron dijo que Von der Leyen hab¨ªa expresado su preferencia por Goulard ante otros candidatos franceses. A?adi¨® que la presidenta in p¨¦ctore de la Comisi¨®n hab¨ªa garantizado a Macron que contaba con el respaldo de los jefes de los dos grandes grupos en la Euroc¨¢mara, el conservador y el socialista. Despu¨¦s votaron en contra.
¡°Perdedor, y mal perdedor¡±, sentencia Guillaume Tabard, editorialista del diario conservador Le Figaro, que ve en este episodio ¡°un golpe a la imagen de Macron El Europeo. Es decir, el presidente franc¨¦s m¨¢s europe¨ªsta y el l¨ªder de hecho de la UE.
Nunca el Parlamento Europeo hab¨ªa rechazado a un candidato franc¨¦s a la Comisi¨®n. La damnificada directa es a Goulard, que no podr¨¢ ser comisaria de Industria, Defensa, Cultura y Audiovisual. Pero el objetivo real era Macron. Tras colgarse medallas sucesivas en los ¨²ltimos meses la Uni¨®n Europea, el franc¨¦s ha acumulado adversarios con cuentas que ajustar.
El incidente va m¨¢s all¨¢ de una vendetta parlamentaria: revela un choque cultural. Enfrenta la cultura pol¨ªtica de un sistema presidencialista como el franc¨¦s con el sistema de la UE: una mezcla del parlamentarismo alem¨¢n con los contrapoderes de Estados Unidos, donde, como en Bruselas, los altos cargos se someten al examen del Senado.
Francia es otro mundo. Los contrapoderes son d¨¦biles en la V Rep¨²blica que estableci¨® De Gaulle en 1958. Macron ha reforzado el presidencialismo. Ha ejercido el poder de una manera vertical, con? escasos ministros que le hagan sombra, y una disciplina parlamentaria f¨¦rrea.
El presidente no est¨¢ acostumbrado a un parlamento que vaya por libre, como desvel¨® ¨¦l mismo al extra?arse de que Von der Leyen hubiese acordado el s¨ª a Goulard con los jefes parlamentarios y que despu¨¦s sus tropas hubiesen desobedecido (los jefes parlamentarios negaron despu¨¦s que existiese tal acuerdo).
El caso Goulard reabre el debate sobre "el talento [de Macron] como director de recursos humanos", escribe Laurent Joffrin, director del progresista Lib¨¦ration. Es decir, su capacidad para contratar a las personas adecuadas para cada cargo. En Francia se le reprocha la debilidad de ministros como el del Interior, Christophe Castaner. O el nombramiento como candidata en las europeas de Nathalie Loiseau, una candidata sin pegada electoral que vio frustrada su ambici¨®n de presidir el grupo liberal en Bruselas. Goulard ser¨ªa el ¨²ltimo caso.
Ahora Macron busca una alternativa. El fin de semana prev¨¦ hablar por tel¨¦fono con Von der Leyen antes de cenar el domingo con la canciller Angela Merkel. En los pr¨®ximos d¨ªas, presentar¨¢ un nombre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.