Los venezolanos se enfrentan a un muro de visados para emigrar
11 naciones latinoamericanas han puesto restricciones a los ciudadanos del pa¨ªs sudamericano donde la migraci¨®n alcanza ya los 4,5 millones de personas
El pasaporte de los venezolanos se ha estrechado. Adem¨¢s de?Per¨², Ecuador, Chile,?Honduras, Guatemala, Panam¨¢, El Salvador y Trinidad y Tobago, ahora las islas caribe?as de Aruba, Curazao y Bonaire tambi¨¦n?pedir¨¢n visado a los venezolanos. Son ya 11 los territorios latinoamericanos que en los ¨²ltimos dos a?os?han puesto restricciones a los ciudadanos del pa¨ªs sudamericano, donde la profunda crisis pol¨ªtica, econ¨®mica y social, que se agudiza tras dos a?os de hiperinflaci¨®n y un reciente paquete de sanciones de Estados Unidos, est¨¢ forzando una migraci¨®n sin precedentes que ya alcanza los 4,5 millones de personas.?
La crisis econ¨®mica que viven los venezolanos hace casi prohibitivo salir de sus fronteras. Un billete de avi¨®n puede costar 25 a?os de salario de un profesor universitario y los visados que ahora est¨¢n exigiendo Chile, Per¨² o Ecuador implican un gasto de entre 20 y 100 d¨®lares en un pa¨ªs en el que el salario m¨ªnimo no llega a dos d¨®lares al mes. Adem¨¢s, las trabas que impone el propio Gobierno, con una administraci¨®n p¨²blica corrupta, impiden que la mayor¨ªa pueda obtener sus documentos de forma legal y expedita, sin pagar sobornos. Esto est¨¢ empujando a migrar sin papeles, lo que tiene una peligrosa consecuencia: el aumento de la trata de personas. Por ello, pa¨ªses como Estados Unidos aceptan las solicitudes de viajeros con el pasaporte vencido.
Hace apenas cinco a?os el pasaporte venezolano estaba entre los 25 m¨¢s aceptados en el mundo. Ahora empieza a quedarse atr¨¢s. Es el camino a la inversa que ha recorrido el documento de los colombianos que hasta 2010 era aceptado sin necesidad de un visado ¨²nicamente en 25 pa¨ªses y a ra¨ªz de la supresi¨®n de la visa para el espacio Schengen en 2015 se les abrieron las puertas de Europa y otros territorios.?Pero en Venezuela, conforme ha ido creciendo la crisis humanitaria?y con ella el flujo migratorio, las restricciones para entrar a otros pa¨ªses han aumentado.
La exigencia de tener un visado para entrar a numerosos pa¨ªses de la zona puede complicar la situaci¨®n en Colombia, que no exige este documento para atravesar su frontera, y donde se puede formar un cuello de botella, alerta la?investigadora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Cat¨®lica Andr¨¦s Bello, Legia Bol¨ªvar.?Adem¨¢s, se?ala que el ¨¦xodo?acabar¨¢ desvi¨¢ndose hacia Argentina, Uruguay o Paraguay, a trav¨¦s de Brasil.
Xenofobia y malos tratos
A los nuevos visados, se suman las denuncias de los migrantes que han llegado recientemente a M¨¦xico. Aseguran que unos 500 han sido retenidos durante d¨ªas en las terminales a¨¦reas sin ninguna justificaci¨®n legal. Tambi¨¦n preocupan las expresiones de xenofobia en pa¨ªses?como Per¨²?donde una parlamentaria lleg¨® a pedir durante un pleno que se expulsara a todos los venezolanos "buenos o malos" del pa¨ªs.?
Naciones Unidas ha pedido que se consideren refugiados a los migrantes venezolanos. Se calcula que emigran 150.000 al mes, seg¨²n la Organizaci¨®n de Estados Americanos. Una cifra 10 veces superior a los 15.000 venezolanos que asegura el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro que han regresado desde 2018 con el Plan Vuelta a la Patria, la medida con la que se ha intentado revertir el ¨¦xodo que ha provocado la crisis en el pa¨ªs.
¡°A nivel normativo hay m¨¢s restricciones y requisitos. Y el otro tipo de obst¨¢culos tiene que ver con la criminalizaci¨®n de los venezolanos, a veces auspiciada por las autoridades, que est¨¢ estimulando la xenofobia y los maltratos en puestos migratorios. En Per¨², autoridades locales e incluso ministros han llamado a los venezolanos indeseables. Se est¨¢n haciendo deportaciones en caliente (unas 400 en Per¨² y al menos 80 en Trinidad y Tobago), se hacen redadas y se les suben en un autob¨²s y luego en un avi¨®n sin procedimiento e incluso tenemos denuncias en la frontera de Chile de que se les est¨¢ negando el acceso a los formularios para las solicitudes de refugio¡±, denuncia Bol¨ªvar.
La abogada se?ala que al menos 15 pa¨ªses de la regi¨®n tienen incorporado en sus legislaciones la Declaraci¨®n de Cartagena, un acuerdo firmado en 1984 en el marco de la guerra contra las pandillas en Centroam¨¦rica, que ampli¨® las condiciones por las cuales se puede categorizar a un refugiado, m¨¢s all¨¢ de las usuales como la persecuci¨®n pol¨ªtica, e incluy¨® las violaciones de derechos humanos, algo que recientemente fue constatado en el duro informe que present¨® la alta comisionada para los derechos humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet. ¡°Hay pa¨ªses que no est¨¢n aplicando este marco de protecci¨®n a una poblaci¨®n que est¨¢ migrando en altas condiciones de vulnerabilidad¡±, apunta Bol¨ªvar.
Despu¨¦s de Colombia, Per¨² ha recibido a la mayor cantidad de venezolanos. La cifra llega a 900.000. En el an¨¢lisis semestral sobre la protecci¨®n de los venezolanos en el pa¨ªs andino, publicado a principios de octubre, Acnur (Agencia de Refugiados de la ONU) reflej¨® algunas de esas violaciones. Al menos el 22% de los que entraron en el pa¨ªs andino durante este a?o ten¨ªa necesidades especiales de protecci¨®n: adultos mayores en riesgo, enfermos cr¨®nicos, mujeres embarazadas o en lactancia. Cerca de un 30% del total de los migrantes report¨® incidentes: robos, asaltos f¨ªsicos, rechazos de entrada, hurtos, amenazas o acoso sexual. El 94% entr¨® de forma legal, pero el 62% lo hizo con visa de turista pese a su intenci¨®n de quedarse y el 21% tuvo que pagar para cruzar la frontera.?
¡°Nuestra migraci¨®n es mixta porque adem¨¢s de profesionales, acad¨¦micos y clase media, ahora tambi¨¦n tenemos un grupo m¨¢s vulnerable que se est¨¢n yendo por v¨ªa terrestre, en condiciones nutricionales desfavorables y sin documentos. Y cuando hay una migraci¨®n forzada, la necesidad obliga a que se creen nuevos caminos irregulares, lo que dificulta la ya delicada situaci¨®n de los venezolanos y complica la crisis regional¡±, apunta la soci¨®loga Claudia Vargas, especialista en el tema migratorio de la Universidad Sim¨®n Bol¨ªvar.
En el estudio de Acnur quedan reflejados los riesgos a los que se enfrenta un venezolano si decide volver a su pa¨ªs: los altos incidentes de violencia y la imposibilidad de acceder a est¨¢ndares m¨ªnimos de calidad de vida. Es lo que teme Ricardo Hern¨¢ndez, un ingeniero de 24 a?os que hace un a?o hizo un viaje en autob¨²s de siete d¨ªas para llegar a Per¨². No est¨¢ ejerciendo su profesi¨®n, sino que trabaja como empleado de mantenimiento en un restaurante, pero ha podido comprar comida, medicinas, tener acceso a servicios, enviar dinero a su familia en Venezuela y adquirir algunos electrodom¨¦sticos y ropa, lo que considera que son logros en su proceso migratorio. ¡°Ac¨¢ el problema es de informaci¨®n, los medios se dedican a hablar mal de los venezolanos. He tenido altercados con peruanos, pero nunca me he sentido amenazado. Con todo lo que ha pasado ¨²ltimamente he estado m¨¢s temeroso y algunos compa?eros ya no quieren quedarse en Per¨². Pero regresar a Venezuela ser¨ªa retroceder¡±, dice el joven a trav¨¦s de WhatsApp.
Bol¨ªvar critica que la regi¨®n sigue percibiendo el ¨¦xodo venezolano como una crisis coyuntural. ¡°La mayor¨ªa de los pa¨ªses asumieron que esto era por un ratico y no se ha buscado una soluci¨®n permanente. Es necesario salir de la provisionalidad, con pol¨ªticas p¨²blicas para integrarlos y absorberlos y con soluciones regionales¡±. Para Tom¨¢s P¨¢ez, director del Observatorio de la Di¨¢spora Venezolana, pese a que los pasos fronterizos est¨¢n desbordados por la implementaci¨®n de mayores requisitos, la regi¨®n sigue siendo muy receptiva y solidaria. ¡°La di¨¢spora no se va a poder parar, mientras siga Nicol¨¢s Maduro¡±, sostiene el investigador.
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