Los cabos sueltos del operativo fallido contra el hijo de El Chapo
La batalla entre militares y el crimen organizado en Culiac¨¢n por la detenci¨®n de Ovidio Guzm¨¢n abre nuevos interrogantes sobre la estrategia de seguridad del Estado mexicano
A la hora de la comida, las c¨¦ntricas calles de Culiac¨¢n (Sinaloa) se convirtieron este jueves en la zona cero de una guerra que todos en M¨¦xico conocen: la del narco. Una batalla campal entre hombres de uniforme y otros, uniformados a su modo, que vaciaron toda la munici¨®n posible contra camionetas, chalecos antibalas y al aire. Ocho muertos, cinco de ellos atacantes, seg¨²n las autoridades, y 16 heridos. Tambi¨¦n, 49 presos fugados de la c¨¢rcel local. El terror que se vivi¨® en Culiac¨¢n esa tarde fue suficiente para que el Gobierno mexicano diera marcha atr¨¢s y liberara a Ovidio Guzm¨¢n, hijo de El Chapo, que acababa de detener. Y M¨¦xico qued¨® en menos de seis horas doblegado ante la capacidad de fuego de uno de los herederos del poderoso cartel de Sinaloa.
El operativo ha sido calificado por el secretario de Defensa mexicano, Luis Cresencio Sandoval, como "fallido, deficiente e improvisado". Y 24 horas y tres ruedas de prensa despu¨¦s, los cabos sueltos de esta misi¨®n militar siguen sobre la mesa sin que una autoridad los haya resuelto.
El nuevo papel de la Marina y la ausencia de la DEA
Tradicionalmente, desde que en 2006 el Gobierno de Felipe Calder¨®n emprendiera la guerra contra el narcotr¨¢fico ¡ªsembrando de cad¨¢veres el pa¨ªs, con casi 200.000 muertos¡ª, que Pe?a Nieto continu¨® hasta el fin de su mandato, el papel de la Marina como la instituci¨®n encargada de los operativos de alto riesgo no hab¨ªa variado. Los marinos fueron los responsables de detener, con apoyo de la inteligencia estadounidense y la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), a los grandes capos de la droga como Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n. Y se convirtieron en uno de los cuerpos m¨¢s respetados del pa¨ªs.
En este operativo, la Marina ha quedado a un lado y ha sido el Ej¨¦rcito quien ha tomado el papel protagonista. Las autoridades no han explicado si la nueva estrategia de seguridad incluye prescindir para estas operaciones de la Marina y del aparato de inteligencia de Estados Unidos. La Guardia Nacional, un cuerpo dise?ado por L¨®pez Obrador en el que los militares tienen una fuerza preponderante, ha sido el encargado de esta misi¨®n fallida contra el narco en Culiac¨¢n.
La resurrecci¨®n de una guerra contra las cabezas de los carteles
La decisi¨®n de detener a uno de los presuntos herederos del imperio del cartel de Sinaloa revive una de las estrategias de seguridad que L¨®pez Obrador prometi¨® no repetir. Hasta ahora, el descabezamiento de los grandes carteles hab¨ªa sido la prioridad de los Gobiernos anteriores. Y la consecuencia: miles de muertos, fragmentaci¨®n en grupos criminales m¨¢s peque?os y sanguinarios y peleas por las plazas de la droga que hab¨ªan dejado libres. Pero la persecuci¨®n y detenci¨®n de Ovidio Guzm¨¢n repite lo que hicieron sus antecesores: la captura de los grandes l¨ªderes. "?Se trata entonces de un cambio de estrategia hacia una campa?a contra blancos especiales?", se pregunta el experto en asuntos de seguridad Alejandro Hope. Ninguna autoridad lo ha aclarado con rotundidad todav¨ªa.
Las contradicciones sobre la planificaci¨®n del operativo
Durante la primera rueda de prensa que ofreci¨® el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, el d¨ªa del enfrentamiento se explic¨® a la ciudadan¨ªa que la detenci¨®n de Ovidio Guzm¨¢n se hab¨ªa producido de forma fortuita. "Una patrulla integrada por 30 elementos de la Guardia Nacional y Sedena [Ej¨¦rcito] se encontraba realizando un patrullaje de rutina (...) cuando fueron agredidos desde una vivienda. El personal de la patrulla repeli¨® la agresi¨®n y tom¨® control de la vivienda, localizando en su interior a cuatro ocupantes. Durante dicha acci¨®n se identific¨® a uno de ellos como Ovidio Guzm¨¢n L¨®pez", fueron las palabras del secretario. Seg¨²n esta primera versi¨®n de los hechos, mientras los militares esperaban una orden de cateo que no llegaba, los criminales rodearon la vivienda y los superaron en n¨²mero y fuerza y por ello tuvieron que cancelar la misi¨®n.
Esa versi¨®n la desmintieron la ma?ana siguiente. El operativo s¨ª hab¨ªa sido planeado ¡ªaunque de forma deficiente¡ª y el delincuente fue detenido. Despu¨¦s, valoraron que "estaban en riesgo muchos ciudadanos y se decidi¨® proteger la vida de las personas y yo estuve de acuerdo con eso", defendi¨® el presidente L¨®pez Obrador este viernes. Fuentes del Gobierno han insistido en que no hubo una negociaci¨®n con los criminales, pero despu¨¦s de tres horas de enfrentamiento, en el que tambi¨¦n se tom¨® como rehenes a miembros del Ej¨¦rcito, se tom¨® la decisi¨®n de liberar a Ovidio Guzm¨¢n.
Presuntas ejecuciones extrajudiciales
Durante al menos tres horas de balazos y camionetas incendiadas en el centro de Culiac¨¢n, fallecieron cinco miembros del crimen organizado. Una de las preguntas realizadas a las autoridades este viernes fue sobre la posible ejecuci¨®n extrajudicial por parte del Ej¨¦rcito de presuntos criminales. Las autoridades no han negado que esto se hubiera producido, aunque tampoco lo han confirmado. Y no hay explicaci¨®n oficial de por qu¨¦ no fueron detenidos y puestos a disposici¨®n judicial.
49 nuevos pr¨®fugos
En mitad de la batalla, un mot¨ªn dentro del penal de Aguaruto (en Culiac¨¢n) permiti¨® la fuga de 55 presos. Seis de ellos fueron detenidos poco despu¨¦s. En diferentes v¨ªdeos de vecinos y c¨¢maras de seguridad se observa a decenas de hombres corriendo entre coches, subi¨¦ndose a algunos de ellos y huyendo del penal. La fuga ha puesto de manifiesto el poder del cartel de Sinaloa no solo en las calles, sino tambi¨¦n en las prisiones. Las autoridades no han aclarado si los funcionarios locales fueron c¨®mplices del mot¨ªn ¡ªexponi¨¦ndose a un delito federal, penado con hasta 20 a?os de prisi¨®n¡ª y permitieron agregar m¨¢s caos al terror que viv¨ªa Culiac¨¢n.
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