Brexit por mucho tiempo

Boris Johnson est¨¢ usando el sentir general del continente a su favor. Todo el mundo est¨¢ harto del Brexit. Cada vez hay m¨¢s analistas y funcionarios del Gobierno espa?ol y la Comisi¨®n Europea desesperados por ver si finalmente el Parlamento brit¨¢nico, es decir, la C¨¢mara de los Comunes, toma ya una decisi¨®n definitiva. ¡°Que se decidan ya si se quedan o se van. Tenemos muchos otros asuntos m¨¢s importantes que resolver en la Uni¨®n Europea¡±, es la frase que m¨¢s se repite.

Si el hast¨ªo es grande en el continente, imag¨ªnense en el Reino Unido, donde no se habla de otra cosa desde hace m¨¢s de tres a?os. Sabedor de este agotamiento, Boris Johnson, como h¨¢bil pol¨ªtico que es, lo ha convertido en su lema central. ¡°Ay¨²denme a conseguir el Brexit y a pasar p¨¢gina de una vez por todas¡±, balbucea sin tregua en los Comunes. Y lo m¨¢s sorprendente es que los parlamentarios de la oposici¨®n le siguen la corriente. Los laboristas pro-Brexit quieren acabar con la tortura ya, y los dem¨¢s dicen que si se ratifica este acuerdo los derechos laborales y medioambientales van a ser demolidos, y los nacionalistas escoceses amenazan con otro refer¨¦ndum si hay un Brexit duro como el que est¨¢ sobre la mesa.

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Pero todos mienten. Todav¨ªa no sabemos lo que va a pasar. Quiz¨¢s Boris Johnson consiga los apoyos necesarios, pero puede ser que los Comunes se lo impidan con un nuevo refer¨¦ndum o una enmienda que obligue al Reino Unido a permanecer en la uni¨®n aduanera en caso de un no acuerdo con la UE en el futuro, pero lo que est¨¢ claro es que pase lo que pase vamos a seguir hablando del Brexit durante a?os. Esto ser¨¢ as¨ª incluso si Johnson consigue los apoyos necesarios y el Reino Unido se va en la noche de Halloween, puesto que al d¨ªa siguiente empezar¨ªa la fase de negociaci¨®n sobre la relaci¨®n futura. Es ah¨ª, a diferencia de lo que dicen los laboristas y los nacionalistas escoceses, donde se decidir¨ªa si hay un Brexit blando (inspirado en el modelo noruego, y dentro del mercado interior de la UE) o duro (siguiendo el ejemplo de Canad¨¢, con un tratado de libre comercio principalmente de bienes).

Muchos piensan que eso ya ser¨¢ una negociaci¨®n m¨¢s t¨¦cnica, con menos carga emocional. Lo dudo. Si no fue f¨¢cil acordar los t¨¦rminos de salida, los de la convivencia futura va a ser todav¨ªa m¨¢s complicado. El Reino Unido es la segunda econom¨ªa de la UE, con una presencia, por sus influyentes medios de comunicaci¨®n, masiva en las opiniones p¨²blicas europeas. Si la negociaci¨®n del TTIP con EE?UU levant¨® pasiones, con el Reino Unido ser¨¢ mucho peor. Adem¨¢s, no hay que olvidarse de que el 31 de diciembre de 2020 hay otra fecha l¨ªmite. Si no se llega a un acuerdo antes, volveremos a debatir la cat¨¢strofe que ser¨ªa si hay una salida sin acuerdo, y todo eso en un periodo de transici¨®n en el que el Reino Unido tendr¨¢ que seguir todas las directivas de la UE sin poder ser un pa¨ªs soberano como hab¨ªa prometido Boris. Ag¨¢rrense.

Miguel Otero Iglesias, investigador principal en el Real Instituto Elcano. Este art¨ªculo ha sido elaborado por Agenda P¨²blica para EL PA?S.