La Detroit argentina sufre la crisis de la industria
Las plantas de autom¨®viles de la provincia de C¨®rdoba trabajan al 30% de su capacidad


Domingo Mart¨ªnez recorre uno de los hangares de Fumiscor, la empresa de autopartes que fund¨® hace 40 a?os. En 2018, invirti¨® 28 millones d¨®lares en 32 robots para abastecer de piezas de carrocer¨ªa a tres modelos de pick-up que Renault, Nissan y Mercedes Benz hab¨ªan prometido fabricar en la provincia de C¨®rdoba (centro de Argentina). Pero algo sali¨® mal. 29 de los 32 robots de Mart¨ªnez juntan polvo y los tres restantes trabajan seis horas cada tres d¨ªas. El silencio de las m¨¢quinas en el hangar de Fumiscor, ubicado a las afueras de la capital cordobesa, 700 kil¨®metros al noroeste de Buenos Aires, es una foto del desastre que atraviesa la industria automotriz argentina.
¡°Mercedes Benz declin¨® el proyecto en todo el mundo, Renault no sabe qu¨¦ har¨¢ con el suyo en Argentina y solo Nissan decidi¨® seguir. Iban a fabricar 70.000 unidades al a?o y ahora producen solo 9.000¡±, se lamenta Gabriela Mart¨ªnez, directora junto a su hermana Isabel de Fumiscor, la empresa fundada por su padre. La planta trabaja hoy al 30% de su capacidad ¡ªel porcentaje es similar en toda la provincia, seg¨²n datos de la patronal¡ª y tiene 470 empleados, 110 menos que hace un a?o, en un escenario de crisis general que ha golpeado con especial virulencia a la industria.
Seg¨²n los datos de octubre difundidos por el Gobierno de Mauricio Macri, la actividad industrial cay¨® un 8,1% durante los ¨²ltimos 12 meses, lastrada sobre todo por el sector automotriz, que se derrumb¨® un 26,4%. ¡°En 2013 fabricamos 800.000 veh¨ªculos y este a?o haremos menos de 330.000, de los cuales 240.000 ser¨¢n pick-up. Los que hacen autos est¨¢n todos hechos pedazos¡±, dice Ram¨®n Ram¨ªrez, director ejecutivo de Maxion Montich, un fabricante de chasis con capital argentino y brasile?o que tienen 660 empleados. Montich sigui¨® los pasos de Fumiscor: el a?o pasado invirti¨® 20 millones de d¨®lares para el proyecto Mercedes Benz-Nissan-Renault y hoy tiene la mayor parte de sus m¨¢quinas paradas. ¡°En este escenario la inversi¨®n es irrecuperable¡±, se lamenta Ram¨ªrez.

C¨®rdoba debe su perfil automotriz a la f¨¢brica nacional de aviones creada en la d¨¦cada del cincuenta por el peronismo. Aquel proyecto form¨® cuadros t¨¦cnicos y una red de proveedores que no exist¨ªan en el pa¨ªs. En los a?os sesenta lleg¨® IKA Renault, que aprovech¨® aquella siembra. La empresa francesa lleg¨® a tener 7.000 empleados y cambi¨® para siempre el perfil de la Detroit argentina. Ese modelo, que es orgullo de los cordobeses, est¨¢ en crisis.
In¨¦s Mart¨ªnez, directora de Fumiscor, dice que las piezas que producen ¡°salen en el mismo tiempo y con la misma calidad que en cualquier pa¨ªs¡±. ¡°Pero no somos competitivos¡±, se lamenta, porque ¡°no hay escala de producci¨®n, la carga impositiva es muy alta y la materia prima es m¨¢s cara que en el resto del mundo¡±. El sobrecoste ronda el 30%, seg¨²n las estimaciones que hace Ram¨ªrez, de Maxion Montich. El ¡°coste argentino¡± los pone en desventaja sobre sus competidores brasile?os. Maxion Montich, que tiene filiales en Uruguay y Brasil, factur¨® en 2013 casi 71 millones de d¨®lares. Este a?o la cifra ser¨¢ de 63 millones, pero cuando se dejan fuera del balance las ventas a Nissan, iniciadas el a?o pasado, la facturaci¨®n no alcanzar¨ªa los 40 millones de d¨®lares.
En Argentina hay 12 plantas del sector automotriz, algunas de las cuales llevan en el pa¨ªs sudamericano casi 100 a?os. En 1925, Ford construy¨® en Buenos Aires su primer modelo T en Am¨¦rica Latina. M¨¢s tarde se sumaron f¨¢bricas de Volkswagen, Peugeot, General Motors, Citro?n y, en los ¨²ltimos a?os, marcas japonesas como Toyota, Honda y Nissan. En C¨®rdoba operan Fiat, Renault y la f¨¢brica de camiones Iveco. Volkswagen produce all¨ª las cajas de velocidades con las que equipan sus unidades en todo el mundo. Pese a la capacidad instalada, ¡°la situaci¨®n es muy cr¨ªtica¡±.

Las empresas esperaban producir en 2018 un mill¨®n de unidades, pero la crisis que devast¨® el valor del peso hacia mediados de a?o arruin¨® todas las previsiones. 2018 cerr¨® con 473.000 unidades construidas, seg¨²n datos de Adefa, la c¨¢mara que agrupa a las empresas automovil¨ªsticas, y 2019 ser¨¢ peor. Los vaivenes de la econom¨ªa local hacen estragos en un sector que necesita proyecciones a largo plazo. ¡°Las empresas de autopartes argentinas tiene grandes clientes y grandes proveedores, pero compramos materias primas en d¨®lares y vendemos en pesos con ajustes que llegan mal y tarde y no compensan la velocidad de las devaluaciones¡±, se queja Eduardo Borri, presidente de la C¨¢mara de Industriales Metal¨²rgicos y Componentes de C¨®rdoba, que cuenta con 750 socios.
Que la situaci¨®n es cr¨ªtica coinciden tanto empresarios como trabajadores. Son los ¨²ltimos quienes sufren las suspensiones y los adelantos forzados de vacaciones, estrategias que utilizan las plantas para reducir las existencias que no vender¨¢n. Fiat, por ejemplo, trabajar¨¢ nueve d¨ªas de aqu¨ª a fin de a?o y General Motors acumula desde enero solo nueve meses de actividad. La par¨¢lisis golpea con especial dureza a las empresas de autopartes, que dependen de las estrategias globales de las casas matrices.

¡°Hoy hasta los robot est¨¢n suspendidos¡±, dice Jos¨¦ Porras, secretario adjunto de Smata C¨®rdoba, la filial regional uno de los dos grandes sindicatos argentinos de obreros metal¨²rgicos. Daniel Miranda, secretario administrativo del gremio, agrega que durante las reuniones con las empresas ¡°nos sentamos las dos partes a llorar¡±, porque ¡°ellos trajeron m¨¢quinas que ahora est¨¢n todas embaladas¡±. Smata lleva meses negociando con las f¨¢bricas y las empresas de autopartes soluciones alternativas a los despidos, como la suspensi¨®n de turnos o la reducci¨®n de la jornada laboral de ocho a seis horas. ¡°Renault dice que le sobran 300 personas, Iveco que le sobran 60. Esos trabajadores hoy est¨¢n fuera de la l¨ªnea [de montaje], pero las empresas invirtieron mucho dinero para capacitarlos. Eso nos ayuda, porque solo ellos saben hacer esa camioneta o ese auto. Cuando bajamos la jornada a seis horas los compa?eros nos agradec¨ªan, porque al menos mantienen el laburo [trabajo]¡±, explica el secretario general del sindicato, Antonio Quintana.
Smata ten¨ªa 11.000 afiliados cuando inici¨® el Gobierno de Macri y ha perdido unos 2.000 en el ¨²ltimo a?o y medio. Sumados a los trabajadores agrupados en la Uni¨®n Obrera Metal¨²rgica (UOM), el sector agrupa a unas 30.000 personas, a los que hay que sumar el personal de 17 gremios que integran la cadena de valor del sector automotriz. Entre todos han perdido el 30% de sus afiliados, seg¨²n estimaciones de Smata.
La f¨¢brica de Volkswagen en las afueras de la ciudad de C¨®rdoba es un oasis dentro de ese marasmo general. Unos 1.400 empleados fabrican all¨ª cajas de velocidades en tres naves totalmente robotizadas. El proceso incluye desde el tallado de los engranajes hasta el armado final. Como el 100% de la producci¨®n se env¨ªa a plantas europeas, las ventas tienen cierta independencia de la salud de la econom¨ªa local. En 2017, sin embargo, tuvieron 60 d¨ªas de suspensi¨®n, hasta que ¡°China hizo un cambio en uno de sus productos y pidi¨® cientos de cajas a Argentina¡±, recuerda Gast¨®n ?lvarez, delegado de turno especializado en l¨ªneas de armado. La f¨¢brica trabaja tres turnos al m¨¢ximo de su capacidad, unas 2.200 cajas por d¨ªa. Apenas se ven operarios entre las l¨ªneas de montaje, el piso brilla y la nave es luminosa. ¡°El cambio de la industria existe y tenemos que acomodarnos. Estamos en ese proceso¡±, dice ?lvarez.

Los trabajadores de Volkswagen saben que su situaci¨®n no es la regla general. Gustavo Arce, de la comisi¨®n ejecutiva de Smata, dice que ¡°hay gente que tiene 30 a?os trabajando en el mismo turno¡±. ¡°Y nuestro convenio laboral es muy avanzado en derechos¡±, algo que Arce comprueba cada vez que participa de las reuniones que cada a?o realizan los gremios de la compa?¨ªa en Alemania. ¡°All¨ª vemos que los problemas son comunes a todos, la reducci¨®n de costos es global¡±, dice.
?C¨®mo enfrentan la crisis empresarios y obreros? Con imaginaci¨®n. A sus 82 a?os, Domingo Mart¨ªnez es un superviviente de mil batallas. Cuando vio que sus robots estaban parados levant¨® un hangar de 3.000 metros cuadrados dentro del predio de Fumiscor y construir¨¢ en ¨¦l casas modulares [prefbricadas] ¡°como las que usan en China¡±. ¡°Imagina las casas que podremos hacer con todas estas m¨¢quinas¡±, dice por lo bajo, junto al ruido ensordecedor de las prensas de estampado y los robots naranjas que tanto dinero le costaron.
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