Lo que esconde la estrategia ante el Brexit de los partidos brit¨¢nicos
La sombra de un adelanto electoral condiciona sus siguientes pasos
Nunca hay una crisis pol¨ªtica sin sus correspondientes c¨¢lculos electorales, que condicionan inevitablemente las decisiones de los partidos. Ya lo dijo el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, durante la pasada crisis monetaria de la UE: "Todos sabemos lo que debemos hacer, lo que no sabemos es c¨®mo hacer para que el electorado nos reelija despu¨¦s". Todas las formaciones brit¨¢nicas saben que son necesarias unas nuevas elecciones generales. Johnson fue aupado a Downing Street por un pu?ado de afiliados conservadores en unas primarias cruentas. No ha pasado a¨²n por las urnas, y est¨¢ al frente de un Gobierno conservador al que le faltan m¨¢s de 40 diputados para tener una mayor¨ªa parlamentaria. El Partido Laborista ¡ªsobre todo su l¨ªder, Jeremy Corbyn¡ª lleva dos a?os pidiendo a gritos un adelanto electoral. Llegada la hora de la verdad, los c¨¢lculos de unos y otros empiezan a mostrar fisuras.
Es importante no olvidar un factor fundamental. Desde el a?o 2011 est¨¢ en vigor en el Reino Unido la llamada Ley del Mandato Parlamentario Fijo. El primer ministro ya no tiene la prerrogativa de poder decidir cu¨¢ndo se convocan las urnas. Solo hay dos mecanismos. Pueden solicitarlo dos tercios del Parlamento (y eso supone obligatoriamente contar con la aquiescencia de la oposici¨®n). O puede activarse a trav¨¦s de una moci¨®n de censura. En este caso, el Gobierno (y la oposici¨®n) dispone de 14 d¨ªas para proponer una alternativa. Si fracasa, se activa la convocatoria electoral. Este endiablado mecanismo fue impuesto por el Partido Liberal Dem¨®crata. Cuando entr¨® en una coalici¨®n de Gobierno hist¨®rica con el conservador David Cameron, quiso asegurarse de que no le dejar¨ªan en la cuneta cuando las perspectivas electorales cambiaran.
Los c¨¢lculos de Boris Johnson
Antes de apretar el ritmo y lograr, contra todo pron¨®stico, un acuerdo del Brexit con la UE, el primer ministro intent¨® hasta en dos ocasiones forzar un adelanto electoral. La oposici¨®n se lo impidi¨®. Consideraban prioritario asegurar que no se producir¨ªa un Brexit salvaje, sin acuerdo, y estimaron que una campa?a electoral podr¨ªa atarles las manos para impedir ese desenlace.
Las circunstancias han cambiado ahora. Johnson tiene muchas papeletas ganadoras. Si saca adelante su acuerdo, se presentar¨¢ ante el electorado conservador como el pol¨ªtico que logr¨® finalmente cumplir con el mandato popular del refer¨¦ndum de 2016. Si fracasa en su empe?o, como el "representante del pueblo" frente a unas "¨¦lites pol¨ªticas" empe?adas en frustrar el Brexit. En ambos casos, debilita la amenaza del ultranacionalista Nigel Farage. Las encuestas favorecen a Johnson, e intentar¨¢ lo posible y lo imposible para sacar las urnas. Se estudia incluso aprobar una ley excepcional, la?Notwithstanding Order en la jerga parlamentaria brit¨¢nica (algo as¨ª como "a pesar de"), que requerir¨ªa mayor¨ªa simple para su aprobaci¨®n, y que dejar¨ªa sin efecto, solo para esta ocasi¨®n, la ley del Mandato Parlamentario Fijo.
Los c¨¢lculos de Jeremy Corbyn
El l¨ªder de la oposici¨®n es un antieuropeo apenas camuflado. Hereda una tradici¨®n socialista muy combatiente con la "amenaza capitalista" de Bruselas. No est¨¢ a gusto con la idea de revertir el Brexit, pero ha aceptado a rega?adientes que ser¨ªa necesario un nuevo refer¨¦ndum. La mayor¨ªa de sus afiliados y votantes defienden la permanencia en la UE. Pero comparte, con los poderosos sindicatos del Reino Unido, el temor a ser castigado en las urnas por todos aquellos votantes tradicionalmente laboristas del norte de Inglaterra que respaldaron en 2016 la salida de las instituciones comunitarias.
Corbyn, por el momento, no ha ca¨ªdo en la trampa de Johnson. A pesar de que lleva un a?o pidiendo a gritos que se convoquen las urnas, ha replanteado su estrategia para asegurar primero que los euroesc¨¦pticos conservadores no tengan ning¨²n atajo para acabar imponiendo un Brexit duro el 31 de octubre. Ha priorizado el combate parlamentario frente al electoral. Pero si sale adelante el acuerdo de Johnson, volver¨¢ a sentirse atra¨ªdo por los cantos de sirena. Sabe que ser¨¢ su ¨²ltima oportunidad de presentarse como candidato del laborismo. Un importante sector interno del partido, que conoce los malos augurios de las encuestas y es consciente de que Corbyn es un p¨¦simo candidato, presiona para retrasar al m¨¢ximo las elecciones generales y convencer a su l¨ªder para que se centre en la batalla por un segundo refer¨¦ndum.
Las prisas de los nacionalistas escoceses
El Partido Nacional Escoc¨¦s (SNP, en sus siglas en ingl¨¦s), con sus 35 diputados, ha sido aliado inc¨®modo del laborismo en la batalla contra el Brexit. Su l¨ªder, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, desconf¨ªa del pol¨ªtico de izquierdas, pero sabe que necesitan sumar fuerzas. Las encuestas vaticinan un buen resultado electoral del SNP, que podr¨ªa acabar de triturar en su territorio a conservadores y laboristas. Quieren a toda costa unas nuevas elecciones. El pr¨®ximo 10 de noviembre, adem¨¢s, comienza el juicio contra su hist¨®rico l¨ªder, Alex Salmond, acusado de acosar sexualmente a varias empleadas del partido y hasta de un intento de violaci¨®n. Cuanto menos interfiera este proceso judicial con las urnas, mejor para ellos.
Sin embargo, la idea de un segundo refer¨¦ndum tambi¨¦n puede convenirles. Legitimar¨ªa la idea de otra segunda consulta sobre la independencia de Escocia, despu¨¦s de que perdieran la primera en 2014. Sturgeon ha prometido que la celebrar¨¢ en 2020, favorecida por el fiasco del Brexit. Los escoceses votaron mayoritariamente (m¨¢s del 60%) en contra de la salida de la UE.
El auge del Partido Liberal Dem¨®crata
Hundidos en las encuestas despu¨¦s del fracaso de la hist¨®rica coalici¨®n con los conservadores, los liberales dem¨®cratas han resurgido gracias al Brexit. En un clima pol¨ªtico en el que los defensores de la UE han sido tibios y han usado argumentos pragm¨¢ticos, los?libdems se han convertido, con sus 19 esca?os, en la ¨²nica voz que defiende sin complejos el proyecto europeo. Su l¨ªder, Jo Swinson, es una mujer joven con un discurso articulado que ha aportado frescura a la formaci¨®n. Los sondeos comienzan a colocarles en una posici¨®n de ventaja, y en recientes comicios como las elecciones europeas se colocaron por delante de los laboristas. Sin embargo, unas elecciones generales con el Brexit zanjado y Johnson con su correspondiente medalla, vaciar¨ªa sus argumentos. No es lo mismo combatir por evitar la salida de la UE que convencer a los votantes de volver a entrar. Por eso miden su tiempo, y dan prioridad al segundo refer¨¦ndum.
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