La transici¨®n tranquila de la democracia uruguaya
Las elecciones presidenciales del pr¨®ximo domingo amenazan con poner fin a la hegemon¨ªa de la izquierda y cambiar todo el escenario pol¨ªtico
Este domingo 27 los uruguayos votan en sus elecciones m¨¢s inciertas, con el Frente Amplio (FA) en retroceso y la derecha apostando por unirse para impedir el cuarto gobierno consecutivo de la izquierda. En medio de las tensiones en Chile, Ecuador, Argentina y Bolivia, uno de los momentos m¨¢s duros de la campa?a uruguaya fue la publicaci¨®n de un v¨ªdeo del Partido Nacional que mostraba los errores y fracasos del Gobierno, con el vals El Danubio Azul de Johann Strauss como m¨²sica de fondo. El FA respondi¨® a semejante ¡°campa?a negativa¡± con otro v¨ªdeo, celebrando sus logros, tambi¨¦n con el mismo vals, pero en un tramo m¨¢s r¨¢pido.
Pero el tradicional fair play de la pol¨ªtica uruguaya esconde esta vez una elecci¨®n crucial y hasta trepidante en su ¨²ltimo tramo, ya que se est¨¢ jugando palmo a palmo, casa por casa, con el gobernante Frente Amplio tratando de ara?ar m¨¢s votantes, mientras que los tres partidos de la derecha han iniciado contactos para organizar una coalici¨®n e imponerse en la casi segura segunda vuelta que tendr¨¢ lugar en noviembre. Nadie sabe lo que va a pasar, pero los sondeos auguran un mal resultado para el FA que podr¨ªa hacerle perder la presidencia y la mayor¨ªa parlamentaria.
En muchos sentidos, Uruguay se est¨¢ dando el lujo de tener unas elecciones del siglo XX, con una clara lectura desde las din¨¢micas de clase social, las divisiones entre izquierda, centro y derecha, y unos partidos fuertes que logran interpretar a la sociedad.
El retroceso electoral del FA es el elemento clave de esta elecci¨®n, con la emergencia de un grupo de desencantados con la izquierda.
El arbitraje de la clase media
Todos los estudios indican que Uruguay tiene las menores diferencias sociales de Latinoam¨¦rica y la clase media m¨¢s grande de la regi¨®n. Lo que no dicen las estad¨ªsticas es que, en todos sus tramos, la clase media uruguaya es una de las m¨¢s resistentes y sacrificadas que se puedan encontrar: pagan todo tipo de impuestos, cumplen normas y se enfrentan a gastos de combustible, comida, alojamiento dignos del norte de Europa. A cambio, reciben servicios de salud razonables, jubilaciones modestas y un marco de estabilidad que les permite progresar sin que el Estado arruine sus esfuerzos. Esa misma clase media arbitra, obliga a los pol¨ªticos a moderarse y se aleja de la violencia y de la demagogia.
En los ¨²ltimos a?os, una parte de esa poblaci¨®n le ha bajado el pulgar al Frente Amplio, cuyo modelo ha logrado mantener los equilibrios macro econ¨®micos, con una importante transferencia de recursos y pol¨ªticas hacia los m¨¢s pobres, mimando a los m¨¢s ricos (especialmente a los inversores internacionales), gracias al sost¨¦n de la clase media. Pero el FA ha dado se?ales que han preocupado a la clase media, con casos de corrupci¨®n y mala gesti¨®n (algo imperdonable en Uruguay), una falta de impulso reformista, m¨¢s normas y nuevos impuestos y un problema de inseguridad p¨²blica que no se logra atajar.
Seg¨²n el polit¨®logo Gerardo Caetano, la mayor¨ªa de esos votantes optaron en un primer momento por el Partido Colorado, liderado por Ernesto Talvi, destacado economista de corte liberal, quien se present¨® como renovador del partido reivindicando a uno de sus m¨¢ximos dirigentes, Jos¨¦ Batlle y Ord¨®?ez (1856-1929), creador del Estado social y laico de Uruguay.
Pero con el correr de la campa?a, las cosas se complicaron para Talvi, y como indica el analista Alvaro Garc¨¦, su mensaje se hizo confuso para los electores del centro izquierda, marcando un retroceso del PC en los sondeos.
Entre Pi?era y el sexo
En este contexto, la ¨²ltima semana antes de la votaci¨®n ha sido un calvario para la derecha uruguaya. El estallido social en Chile y la reacci¨®n del Gobierno de Sebasti¨¢n Pi?era, declarando el Estado de sitio, fue un golpe para la oposici¨®n conservadora, especialmente para pol¨ªticos como Talvi, que siempre reivindicaron el modelo chileno. Tambi¨¦n puso en entredicho la propuesta de refer¨¦ndum de un dirigente del Partido Nacional para modificar la Constituci¨®n que, entre otras medidas, incluye militarizar las calles para luchar contra la inseguridad p¨²blica.
El Frente Amplio aprovech¨® para movilizar a sus bases y 100.000 personas, incluyendo muchos j¨®venes, salieron a las calles para protestar contra la consulta que tendr¨¢ lugar el d¨ªa mismo de las elecciones y seg¨²n los sondeos, tiene posibilidades de salir adelante.
Pero el Partido Nacional tambi¨¦n se enfrent¨® a un esc¨¢ndalo sexual con pocos precedentes, cuando llegaron al p¨²blico dos grabaciones con la voz del Intendente de Colonia de Sacramento, el blanco Carlos Moreira. La primera mostraba c¨®mo el dirigente cambiaba con una mujer una pasant¨ªa en el ayuntamiento a cambio de favores sexuales; la segunda era expl¨ªcita, con una serie de obscenidades en el lunfardo m¨¢s puro. La reacci¨®n del PN fue clara, tajante y r¨¢pida, con la suspensi¨®n de Moreira, pero tambi¨¦n ensombreci¨® una buena campa?a, en la que el candidato Luis Lacalle Pou encontr¨® el tono justo para mostrarse como un presidenciable fiable.
Los candidatos cerraron la campa?a el mi¨¦rcoles con sendos m¨ªtines, dando por terminado el vals, esperando el sonido de los resultados de la primera vuelta del domingo, que muchas veces son definitorios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.