El Robin Hood de los impuestos y la diputada digital

Norbert Walter-Borjans, a veces llamado el Bernie Sanders de Colonia, inicia hoy, a sus 67 a?os, una segunda vida pol¨ªtica?tras ganar la carrera para liderar el SPD. Este doctor en econom¨ªa estaba felizmente retirado desde hace dos a?os, cuando decidi¨® dar el salto a la pol¨ªtica nacional.

Tambi¨¦n conocido como Nowabo, fue un ministro regional de Finanzas muy popular en Renania del Norte-Westfalia, el gran Estado alem¨¢n, y ha hecho de la guerra a los defraudadores de impuestos su bandera. Propone una reforma fiscal, que permita una justicia distributiva y que haga que las grandes fortunas no encuentren resquicios legales para rebajar su contribuci¨®n.

Lo dice, pero a diferencia de sus rivales, puede presumir de haberlo hecho. Nowabo fue ministro de Finanzas en Renania del Norte Westfalia entre 2010 y 2017. Durante su mandato al frente de Finanzas, oficiales alemanes compraron hasta once CD piratas con datos de 12.000 presuntos defraudadores alemanes con la idea de recuperar los millones escondidos en un banco suizo. La informaci¨®n report¨® al fisco alem¨¢n m¨¢s de 6.000 millones de euros, y ¨¦l fue apodado como el Robin Hood de los impuestos. Aquellas peripecias las cuenta en el libro que public¨® el a?o pasado bajo el t¨ªtulo Impuestos: el Gran Bluff, con el que ha recorrido el pa¨ªs.

Arremete sin complejos contra ¡°el p¨¢ramo neoliberal¡± y cuestiona la sacrosanta ortodoxia presupuestaria alemana. ¡°Hay que cuestionar el schwarze Null [d¨¦ficit presupuestario cero al que se ha comprometido el Gobierno]¡±, dec¨ªa en una entrevista reciente con este diario.

Walter-Borjans no es joven, ni tiene un especial carisma, pero se ha labrado en esta campa?a un considerable predicamento entre los m¨¢s j¨®venes. Las poderosas juventudes socialdem¨®cratas, los Jusos, le han respaldado y han lanzado una campa?a muy din¨¢mica en las redes.

Al contrario que su rival, Olaf Scholz, el vicecanciller alem¨¢n, Nowabo se ha mostrado reticente a pensar en una posible candidatura a la canciller¨ªa en las pr¨®ximas elecciones. Consider¨® recientemente que en un partido con un 14% en las encuestas de intenci¨®n de voto pensar en la canciller¨ªa no es la prioridad. Algunos analistas le achacaron falta de ambici¨®n y pensaron que le pasar¨ªa factura en la contienda por la presidencia del SPD, pero se equivocaron. Lo cierto sin embargo es que la salida de Merkel al final de su cuarto mandato y la falta de un candidato claro en las filas conservadores abre un ampl¨ªo horizonte pol¨ªtico en Alemania.

Su pareja en el t¨¢ndem pol¨ªtico es Saskia Esken, de 58 a?os. Se trata de una experta en temas digitales y pertenece al ala izquierda del partido en el Bundestag. Habla sin excesivos miramientos y en esta carrera por la presidencia del SPD ha acaparado a menudo el protagonismo durante las intervenciones, a pesar de ser en principio el rostro menos conocido del t¨¢ndem. Su tono y sus posiciones, en ocasiones alejadas del consenso del partido, la convierten en una figura que polariza y genera no pocos detractores. Un ataque furibundo contra Scholz en la recta final de la campa?a la oblig¨® a disculparse v¨ªa Twitter.

Esken procede del pujante Estado de Baden-W¨¹rttemberg y entr¨® en el partido con 30 a?os. Cuenta que recibi¨® en casa una educaci¨®n en la que le inculcaron el trabajo a favor de los m¨¢s necesitados. Le gusta recordar que antes de ser programadora inform¨¢tica, trabaj¨® de casi todo, como mensajera y como camarera entre otras ocupaciones, lo que asegura, le ha permitido conocer de cerca las desigualdades que lastran el mercado laboral. En 2013 entr¨® en el Bundestag, donde recientemente se mostraba en una entrevista con este diario muy relajada, pero dispuesta a librar hasta el final la batalla por el SPD. Cuentan que fue Esken la que convenci¨® a Nowabo para concurrir a la presidencia del SPD.

En el Parlamento vot¨® en contra de la reforma europea de derechos de autor y la instalaci¨®n de los llamados filtros de carga para controlar la publicaci¨®n de contenidos en Internet. Se opuso tambi¨¦n al endurecimiento de la ley de asilo. Defiende una subida del salario m¨ªnimo y fuertes inversiones p¨²blicas para paliar las carencias del pa¨ªs.

Esta pol¨ªtica es probablemente la m¨¢s cr¨ªtica de los cuatro con la gesti¨®n de la gran coalici¨®n y la permanencia del partido en la alianza. A¨²n as¨ª, no ha defendido abiertamente una ruptura y una salida anticipada del Ejecutivo. Quiere renegociar el llamado contrato de gran coalici¨®n para incluir m¨¢s demandas sociales. Si los conservadores no acceden, entonces tendr¨¢n que romper, aventura.