¡°Hemos tomado el desv¨ªo hacia un p¨¢ramo neoliberal¡±
Norbert Walter-Borjans y Saskia Esken es una de las dos parejas que compiten por la presidencia de la socialdemocracia alemana
?l es un ex ministro regional considerado el Robin Hood de los contribuyentes, ella es una diputada del ala izquierda del partido. Norbert Walter-Borjans (Krefeld, 67 a?os) y Saskia Esken (Stuttgart 58 a?os) aspiran a presidir conjuntamente el partido m¨¢s antiguo de Alemania, la socialdemocracia. El SPD, socio minoritario en el Gobierno de Berl¨ªn, atraviesa horas muy bajas y desde el pasado junio, busca un l¨ªder capaz de reflotar un partido en busca de una nueva identidad.
El t¨¢ndem ha pasado a la segunda y decisiva vuelta en la que se enfrenta a la opci¨®n m¨¢s continuista encabezada por el ministro de Finanzas alem¨¢n, Olaf Scholz. La de Walter-Borjans y Esken es la propuesta rupturista y m¨¢s a la izquierda dentro de un partido dividido y que se debate sobre si abandonar o no el Ejecutivo de Angela Merkel. En una entrevista en el Bundestag alem¨¢n con este diario, The Guardian y La Repubblica sostienen que ser¨¢ el congreso del partido en diciembre quien decida si seguir¨¢n en la gran coalici¨®n. Lo supeditan a una inversi¨®n masiva que destierre el dogma de la austeridad.
Pregunta. ?Por qu¨¦ creen que pueden derrotar a Olaf Scholz, un ministro popular con mucha experiencia de Gobierno?
Respuesta. Esken (E). El SPD puede apelar a un electorado potencial con una firme orientaci¨®n socialdem¨®crata. Lo vemos tambi¨¦n en otros pa¨ªses, que con una orientaci¨®n de izquierdas, la socialdemocracia tiene buenas posibilidades de conquistar el coraz¨®n de la gente. El nacionalismo como en EE UU o los gobernantes aut¨®cratas, aumentan el anhelo de una sociedad cohesionada.
Walter-Borjans (WB). Las bases tienen un inter¨¦s en no seguir como hasta ahora y creo que se ha visto ya en la primera vuelta: el miembro del Gobierno solo gan¨® por un resultado ajustado.
P. ?Romper¨¢ el SPD del gran colaci¨®n si ganan?
WB. No se trata de decir s¨ª o no, sino de ver de qu¨¦ pol¨ªticas hablamos. Los militantes prefieren que decidamos sobre los contenidos, que discutiremos en el congreso del partido [6-8 de diciembre]. Solo entonces estar¨¢ claro si esta coalici¨®n tiene futuro. Todos estamos de acuerdo en que la Groko [gran coalici¨®n] ha estado en pie durante mucho tiempo; que no es ¨²til una democracia en la que los extremos se fortalecen.
P. Al margen de los militantes, ustedes tendr¨¢n una opini¨®n acerca de la Groko.
WB. Tenemos una evaluaci¨®n de medio mandato que muestra que se han hecho muchas cosas, pero tambi¨¦n muestra que cuando se trata de repartir las cargas sociales, a los estratos m¨¢s altos de la sociedad les resulta mucho m¨¢s barato de lo que desear¨ªamos. Cuando la econom¨ªa se enfr¨ªe, tendremos que invertir masivamente. Las infraestructuras no est¨¢n en buen estado, la digitalizaci¨®n y las escuelas tampoco. Hay que cuestionar el schwarze Null [d¨¦ficit presupuestario cero al que se ha comprometido el Gobierno] y si eso no es posible con este socio de Gobierno, entonces, no es una buena se?al.
P. Crecen las voces que piden relajar la disciplina fiscal. Sholz defiende el rigor fiscal. ?Ustedes?
WB. Tanto los empleadores como los trabajadores piden m¨¢s inversi¨®n. Dejar de invertir y entregar infraestructuras ruinosas a las generaciones futuras es tambi¨¦n una forma de deuda. Hay que actuar. El freno de la deuda [anclado en la Constituci¨®n alemana] permite una inversi¨®n del 0,35% del PIB. Es un margen demasiado estrecho, que hasta ahora ha aguantado porque la econom¨ªa iba bien.
P. ?Puede el SPD acabar siendo irrelevante como otras socialdemocracias europeas?
ES. El riesgo existe, tambi¨¦n para otros partidos socialdem¨®cratas, sobre todo aquellos que siguen el modelo neoliberal. Necesitamos un giro. Los mayores dicen que tienen un recuerdo de aquella socialdemocracia y los j¨®venes solo nos conocen como socios minoritarios de la CDU.
WB. Muchas encuestas indican que los valores asociados con la socialdemocracia ¡ªjusticia, tolerancia, corresponsabilidad¡ª son muy valorados, pero parece que no conf¨ªan en que el SPD pueda implementar esos valores. Yo digo que hemos tomado el desv¨ªo hacia un p¨¢ramo neoliberal, con asesores que han inculcado tambi¨¦n a los socialdem¨®cratas que todo funciona mejor cuando privatizas, cuando bajas los impuestos a las rentas m¨¢s altas, cuando subes el IVA y tomas r¨ªgidas medidas laborales que afectan a los que menos tienen y cuando miras hacia otro lado ante los coladeros de las grandes empresas. Hay que enfrentarse a los errores cometidos en el pasado.
P. En Europa, el SPD no se desmarc¨® de la austeridad.
WB. El SPD se ha dejado llevar por ese proceso de toma de decisiones, seg¨²n el cual es bueno decir que Alemania es el que paga siempre, para ser popular en la pol¨ªtica nacional. Hay que tener en cuenta que la debilidad econ¨®mica de los socios europeos debilita el euro y por lo tanto fortalece las econom¨ªas exportadoras. ?Cu¨¢l?, la alemana. Tenemos la responsabilidad de mantener Europa unida y de la fortaleza financiera. Pero tambi¨¦n se trata de no hacer ver que somos los ¨²nicos que pagamos. Creo que el SPD ha facilitado mucho que el se?or Sch?uble tuviera una posici¨®n muy dura.
P. ?Qu¨¦ significa en concreto? Europa era el primer y principal cap¨ªtulo del contrato de coalici¨®n y hasta ahora no ha habido grandes progresos.
ES. La parte europea de ese documento era lo suficientemente vaga como para no ser implementada, pero lo cierto es que la mano tendida de Macron se ha quedado suspendida en el aire. Hay que ir mucho m¨¢s all¨¢ de la uni¨®n econ¨®mica, necesitamos una uni¨®n social, fiscal y financiera. En Defensa y en pol¨ªtica exterior, Europa debe hablar con una sola voz y ahora no lo est¨¢ haciendo.
P. ?C¨®mo puede un partido socialdem¨®crata hacer frente a la extrema derecha?
WB. Alternativa para Alemania (AfD) trata de darse un barniz social y lo hace de una manera muy perversa, dando a la gente m¨¢s desfavorecida la impresi¨®n de que puede rescatar su dignidad sustray¨¦ndosela a otros necesitados como los extranjeros por ejemplo. Por un lado, hay que responder a las necesidades de estas personas, algo que en parte hemos descuidado. Pero hay que ser claro: quienes se suben a un barco con agitadores y extremistas son contrarios a los partidos mayoritarios y democr¨¢ticos.
P. Un informe reciente del Congreso Mundial Jud¨ªo dec¨ªa que el 25% de los alemanes albergan actitudes antisemitas.
SE. En los ¨²ltimos a?os, vemos que la gente busca soluciones f¨¢ciles en parte como respuesta a la globalizaci¨®n y los procedimientos impenetrables del mercado financiero. Nuestras fuerzas de seguridad y nuestros servicios secretos internos han estado ciegos ante la ultraderecha durante muchos a?os. Cuando la desigualdad crece, la gente busca culpables y si hay un partido que se los ofrece.
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