EE UU expulsa en secreto a dos diplom¨¢ticos chinos sospechosos de espionaje
Seg¨²n 'The New York Times', la deportaci¨®n tuvo lugar en oto?o cuando los dos funcionarios y sus esposas trataron de entrar sin permiso a una base militar
El Gobierno estadounidense expuls¨® este oto?o a dos funcionarios de la Embajada china en Washington y a sus familias por la sospecha de que podr¨ªan haber estado actuando como esp¨ªas para el r¨¦gimen, seg¨²n ha publicado este domingo The New York Times citando distintas fuentes an¨®nimas conocedoras de la que se considera la primera expulsi¨®n de diplom¨¢ticos chinos en m¨¢s de 30 a?os.
El episodio, que no hab¨ªa trascendido hasta ahora, tuvo lugar el pasado septiembre, cuando ambos diplom¨¢ticos, acompa?ados de sus esposas, trataron de entrar sin los permisos en la base militar de Norfolk, en el Estado de Virginia, que alberga fuerzas de operaciones especiales. El grupo lleg¨® en coche al puesto de control y, cuando el guardia, al comprobar que no ten¨ªan autorizaci¨®n, les pidi¨® que dieran media vuelta, siguieron adelante y solo pararon cuando cinco camiones de bomberos les bloquearon el paso. Argumentaron entonces que se encontraban de paseo tur¨ªstico, que no hab¨ªan entendido la orden y se hab¨ªan perdido.
La explicaci¨®n, seg¨²n el Times, parece poco veros¨ªmil. La Administraci¨®n estadounidense y varias fuentes de ¨¦sta consideran que los diplom¨¢ticos deb¨ªan estar comprobando la seguridad del complejo militar y hacerse una idea de hasta d¨®nde pod¨ªan llegar dentro de la base sin que les pidiesen un permiso o les detuviesen. Al menos uno de los dos diplom¨¢ticos es considerado un agente de inteligencia que estaba operando bajo la identidad de un diplom¨¢tico, algo bastante habitual en una ciudad como Washington, que por su concentraci¨®n de poder y embajadases una de las ciudades con mayor n¨²mero de esp¨ªas del mundo.
Ninguno de los Gobiernos ha comentado en p¨²blico lo sucedido, que ha hecho temer al Gobierno de Donald Trump sobre un repunte de las actividades de espionaje del r¨¦gimen de Xi Jinping, en plena escalada de tensi¨®n econ¨®mica entre ambos gigantes. El 16 de octubre, unas semanas despu¨¦s de la entrada fallida en la base militar, el Departamento de Estado anunci¨® restricciones en la actividad de los diplom¨¢ticos chinos, que ahora deben avisar cuando se re¨²nan con cargos p¨²blicos locales o estatales o si planean visitar centros educativos o de investigaci¨®n.
La expulsi¨®n trasciende pocos d¨ªas despu¨¦s de que Washington y Pek¨ªn hayan cerrado la primera fase un acuerdo que ponga fin a la guerra comercial que enfrentan desde hace a?o y medio. Adem¨¢s, y alegando razones de seguridad nacional, el Gobierno de Trump ha desarrollado una estrategia para acorralar a la tecnol¨®gica china Huawei, a quien han vetado del desarrollo de la tecnolog¨ªa 5G en el pa¨ªs y han presionado a sus socios para hacer lo mismo, con resultado dispar.
En paralelo a ese pulso, se ha mantenido la tensi¨®n en el ¨¢mbito de las actividades de inteligencia. En septiembre de 2018, un estudiante llamado Zhao Quianli fue condenado a un a?o de prisi¨®n por tomar fotograf¨ªas de un centro de inteligencia en Key West (Florida).
La estrategia de seguridad que Trump hizo p¨²blica en diciembre de 2017?se?alaba a Rusia y China como rivales que amenazan la prosperidad de EE UU y recuperaba la ret¨®rica de la lucha entre superpotencias. "Despu¨¦s de haber sido desestimada como un fen¨®meno del siglo pasado, la competencia entre grandes poderes ha vuelto¡±, dec¨ªa el documento.
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