Ruanda comienza la excavaci¨®n de una de las mayores fosas del genocidio de 1994
Las labores de exhumaci¨®n se enfrentan a las restriccciones de seguridad por la crisis de la Covid-19 a escasos d¨ªas del aniversario de la matanza que se cobr¨® 800.000 vidas
Ruanda ha comenzado la b¨²squeda de unos 30.000 cuerpos que se cree que fueron arrojados a una presa situada en las afueras de la capital, Kigali, durante el genocidio de 1994 en el que fueron asesinadas unas 800.000 personas. Las autoridades terminaron la semana pasada la desecaci¨®n del pantano y el domingo dieron luz verde a las tareas de b¨²squeda y exhumaci¨®n, apenas dos d¨ªas antes de los actos en honor a las v¨ªctimas que, como cada a?o, se celebran el 7 de abril. Sin embargo, la llegada del coronavirus al pa¨ªs, donde ya hay 104 casos, y las medidas de confinamiento dictadas por el Gobierno dificultan el proceso.
Los vecinos la llaman ¡°la presa¡±, a secas. Se encuentra en un valle cerca de Kayonza, a unos 80 kil¨®metros de Kigali, y la construyeron ingenieros chinos en los a?os setenta para fomentar el cultivo de arroz. Los supervivientes del genocidio y los familiares de las v¨ªctimas sab¨ªan que all¨ª hab¨ªan sido arrojados miles de cuerpos durante las matanzas de 1994. En 2018, cuando el nivel del agua estaba bajo, aparecieron 51 cad¨¢veres que fueron enterrados en el Memorial del Genocidio de Ruramira, aunque con el comienzo de las lluvias fue imposible seguir buscando.
Hubo que esperar hasta junio del a?o pasado para que autoridades ruandesas comenzaran a bombear el agua de la presa, trabajos que concluyeron la semana pasada con la realizaci¨®n de unos aliviaderos por parte del Ministerio de Agricultura. Voluntarios de la localidad de Kayonza y supervivientes del genocidio participan desde el domingo en las tareas de exhumaci¨®n de la que se cree que es una de las mayores fosas comunes del genocidio que tuvo lugar entre abril y julio de 1994 y uno de los hallazgos m¨¢s importantes despu¨¦s del descubrimiento de 5.000 cuerpos enterrados en Kigali en 2018.
La asociaci¨®n Ibuka, que agrupa a diferentes colectivos de v¨ªctimas y supervivientes, ha mostrado su satisfacci¨®n por esta exhumaci¨®n, aunque se ha mostrado prudente a la hora de calcular la cantidad de cuerpos que podr¨ªan aparecer bajo el limo del fondo de la presa. Las declaraciones de personas condenadas por estas matanzas que ahora han salido de la c¨¢rcel han contribuido a identificar el lugar, as¨ª como los testimonios de vecinos.
Los actos conmemorativos del genocidio, en el que se estima que falleci¨® el 70% de la poblaci¨®n tutsi de Ruanda, tendr¨¢n que realizarse a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n y de las redes sociales, pues el Gobierno ha prohibido las reuniones masivas en pleno estado de emergencia por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, informa la Agencia DPA. Naphtal Ahishakiye, secretario ejecutivo de Ibuka, reconoci¨® la dificultad de llevar a cabo la exhumaci¨®n en plena pandemia de coronavirus. ¡°Haremos todo lo posible para que los muertos tengan un entierro decente¡±, expres¨®.
Ruanda fue uno de los primeros pa¨ªses africanos en ordenar el confinamiento total de su poblaci¨®n ante la llegada del coronavirus a su territorio. Asimismo, el Gobierno de Paul Kagame decidi¨® que todos sus ministros y altos cargos renunciaran al salario del mes de abril para su donaci¨®n a programas sociales destinados a las personas vulnerables durante la crisis generada por la pandemia.
Con el 40% de la poblaci¨®n por debajo del umbral de la pobreza, las autoridades multiplican las iniciativas para tratar de mantener a los ciudadanos en sus casas. La pasada semana, el Fondo Monetario Internacional desbloque¨® 100 millones de euros de urgencia para Ruanda.
Los cr¨ªmenes masivos del genocidio de Ruanda se desataron tras el atentado que cost¨® la vida al presidente Juv¨¦nal Habyarimana el 6 de abril de 1994 y del que el Gobierno acus¨® al grupo armado tutsi Frente Patri¨®tico Ruand¨¦s. Extremistas hutus exhortaron a la poblaci¨®n a cometer todo tipo de masacres contra tutsis pero tambi¨¦n contra hutus moderados, lo que provoc¨® el asesinato de unas 800.000 personas en apenas cien d¨ªas. La herida del genocidio a¨²n est¨¢ abierta en este pa¨ªs.
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