La violencia silenciosa que arrecia en el campo colombiano en medio de la pandemia

En pocas horas en Colombia murieron ocho disidentes de la antigua guerrilla de las FARC, un militar falleci¨® en un combate con otra columna que se separ¨® de los acuerdos de paz, una banda de paramilitares amenaz¨® a un periodista y el partido pol¨ªtico nacido del grupo insurgente, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Com¨²n, denunci¨® la indefensi¨®n ante estas organizaciones de los excombatientes que abandonaron las armas. Fue all¨ª, en el municipio de Argelia, ubicado en el departamento suroccidental del Cauca, donde en los ¨²ltimos d¨ªas se intensificaron los combates entre un sector de las disidencias y el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN). Las Fuerzas Armadas informaron este mi¨¦rcoles de que ¡°ocho terroristas murieron al enfrentarse con las unidades militares¡± mientras trataban de contener esos enfrentamientos, que se enmarcan en la lucha por el control de una ruta del narcotr¨¢fico.

Estos son los episodios violentos m¨¢s recientes conocidos en Colombia, que hace frente a la emergencia sanitaria del coronavirus -que ha dejado 130 muertos y m¨¢s de 3.000 infectados- con una estricta cuarentena y el cierre de las fronteras. Sin embargo, la violencia en el campo, en un pa¨ªs eminentemente rural que acaba de salir de un conflicto armado de m¨¢s de medio siglo, no se detiene. Y ahora es m¨¢s silenciosa porque todos los ojos est¨¢n centrados en la pandemia. El partido FARC deplor¨® a trav¨¦s de un comunicado que ¡°en medio de la crisis [...] hay grupos que, con una lectura equivocada del momento, no dan tregua con sus actos, agudizan los temores y la zozobra que actualmente se vive en las comunidades¡±. Argelia fue el ¨²ltimo escenario de una persecuci¨®n consolidada por parte de las bandas criminales: ¡°Rechazamos el se?alamiento y la declaraci¨®n como objetivo militar de los dirigentes de las organizaciones sociales y de los militantes de nuestro partido y reincorporados¡±, se?ala un comunicado.

El abismo entre campo y ciudad y la escasa presencia de las autoridades en algunos territorios no supone una novedad en Colombia. Pero en estas circunstancias hace saltar las alarmas de los expertos. Lo explica Ariel ?vila, subdirector de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n. ¡°El pa¨ªs est¨¢ concentrado en el coronavirus, las Fuerzas Armadas est¨¢n en acuartelamiento esperando una crisis del coronavirus, pero el pa¨ªs se sigue incendiando. Y la otra parte de la respuesta es que en datos, en n¨²meros, en estad¨ªsticas no se ve, porque el ELN par¨® la actividad y los enfrentamientos entre grupos no se cuentan, porque es cuando se ataca la fuerza p¨²blica¡±.

El ELN es la ¨²ltima organizaci¨®n guerrillera a¨²n activa en Colombia, aunque se disputa el control del tr¨¢fico de droga con otras bandas. Esto es, aunque a finales de marzo declarara un alto el fuego unilateral con el Estado, sus actividades siguen pese a que haya suspendido los ataques a las fuerzas militares. ¡°Si viene el ELN y declara un cese unilateral al fuego, ellos siguen enfrent¨¢ndose a otros grupos, siguen expandi¨¦ndose, aunque hayan parado la actividad frente al Ej¨¦rcito, la guerra sigue, con las disidencias y los paramilitares¡±, contin¨²a ?vila.

El procurador, Fernando Carrillo, se pronunci¨® p¨²blicamente a prop¨®sito del caso del Cauca. ¡°Sobre la situaci¨®n en Argelia, hacemos un llamado a la fuerza p¨²blica colombiana para garantizar la protecci¨®n efectiva, la vida e integridad personal de los reincorporados en el marco de la implementaci¨®n del acuerdo final¡±, afirm¨®. La oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas se sum¨® al llamamiento, solicitando ¡°protecci¨®n inmediata tanto de reincorporados de las FARC como de las comunidades que est¨¢n padeciendo el control violento de grupos armados en la zona¡±.

A eso se a?aden los ataques sistem¨¢ticos a los l¨ªderes sociales y las preocupaciones por la compleja implementaci¨®n de los acuerdos de paz firmados con las FARC en 2016. Entonces se acab¨® una guerra, pero no la violencia. El jefe de la misi¨®n de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, manifest¨® que la necesidad de redoblar los esfuerzos ante la epidemia de covid-19. ¡°Tenemos la obligaci¨®n colectiva de seguir garantizando el progreso en la implementaci¨®n del acuerdo de paz. La paz en Colombia no puede ser una v¨ªctima de la pandemia¡±, se?al¨® el martes. ¡°La violencia en contra de excombatientes se ha mantenido a pesar de la cuarentena nacional. Desde la publicaci¨®n del informe [a principios de marzo] otros tres excombatientes han sido asesinados, para un total de 195 desde la firma del acuerdo de paz¡±. As¨ª las cosas, Ruiz Massieu considera que ¡°as¨ª como diferentes sectores en Colombia se est¨¢n uniendo para enfrentar la pandemia, es necesario que todos los sectores se unan para poner fin a la epidemia de violencia contra l¨ªderes sociales, defensores y defensoras de derechos humanos y excombatientes¡±.

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