Ricardo Salinas Pliego, el millonario mexicano que niega la pandemia

Pocas horas despu¨¦s de que el Gobierno de M¨¦xico decretara la emergencia sanitaria por el coronavirus, una comunicaci¨®n importante comenz¨® a circular entre los 70.000 empleados del poderoso Grupo Salinas, un emporio de negocios financieros, comerciales y de comunicaci¨®n, servicios de seguridad y energ¨ªa. ¡°Hoy, m¨¢s que nunca, M¨¦xico nos necesita¡±, dec¨ªa el texto. Era una orden de Ricardo Benjam¨ªn Salinas Pliego para que sus empleados siguieran trabajando. Era uno de los empresarios m¨¢s cercanos al presidente L¨®pez Obrador jaleando a la desobediencia de las instrucciones del Gobierno en plena pandemia.

¡°Hoy estamos mal: las calles vac¨ªas, todo cerrado, las escuelas y hoteles vac¨ªos, parques sin gente. Esto no puede ser. La vida debe continuar¡±, dijo Salinas Pliego a finales de marzo a sus empleados. El anuncio pretend¨ªa sacudirse ¡°el miedo que nos han metido¡± y luchar para evitar que la econom¨ªa mexicana se desfonde. Desde entonces, un mensaje similar ha sido propagado en los informativos de su cadena, TV Azteca, comprada a precio de saldo tras ser privatizada en 1993 por el Gobierno de Salinas de Gortari.

TV Azteca es la segunda cadena con m¨¢s audiencia del pa¨ªs, un canal principalmente consumido por los estratos m¨¢s populares del pa¨ªs, la misma base de votantes de L¨®pez Obrador. ¡°Ya no le hagan caso a L¨®pez Gatell. Sus cifras se volvieron irrelevantes¡±, dijo este viernes el conductor del noticiero de la noche sobre las ruedas de prensa del subsecretario de Salud, que ejerce de portavoz del Gobierno ante el coronavirus.

Las declaraciones, que han causado un fuerte revuelo en M¨¦xico, fueron respondidas al d¨ªa siguiente por L¨®pez Obrador: ¡°creo que se equivoc¨® mi amigo Javier Alatorre. Fue una actitud no bien pensada¡±. Una reacci¨®n muy templada en comparaci¨®n con la actitud beligerante que suele tener el presidente con las criticas de los medios. ¡°Aliados de la mafia del poder¡± o ¡°prensa fifi¡± son descalificativos habituales, pero que pocas veces recaen en los periodistas del TV Azteca.

En medio de la pol¨¦mica, Salinas Pliego se convert¨ªa esta misma semana en el segundo hombre m¨¢s rico de M¨¦xico. Tiene por encima solo a Carlos Slim en la ¨²ltima actualizaci¨®n de la lista Forbes. Al frente del Grupo Salinas, ha logrado desbancar a la poderosa minera de Germ¨¢n Larrea y aumentar su patrimonio hasta cerca de los 11.700 millones de d¨®lares. Todo esto en 2019, un a?o complicado para hacer negocios en M¨¦xico.

Licitaciones y adjudicaciones directas

Mientras la econom¨ªa mexicana se despe?aba hacia su primera ca¨ªda (0,1%) en una d¨¦cada, Salinas acumulaba concesiones del Gobierno Federal como del Ejecutivo de Ciudad de M¨¦xico, ambos en manos del Movimiento de Regeneraci¨®n Nacional (Morena). La sinton¨ªa de Salinas Pliego con L¨®pez Obrador se remonta varios a?os atr¨¢s, desde que este era jefe de Gobierno de la capital mexicana (2000-2005). La madrugada del 2 de julio de 2018, el empresario fue uno de los escasos invitados al apartamento de L¨®pez Obrador para celebrar el arrasador triunfo en las presidenciales. Brindaron aquella noche con whisky junto a quienes se convertir¨ªan en figuras claves del Gobierno obradorista: Alfonso Romo, jefe de la oficina de la presidencia, y Julio Scherer, el consejero jur¨ªdico del presidente.

Entre las jugosas licitaciones que las empresas de Grupo Salinas ha conquistado durante el a?o pasado destaca la de Total Play, la divisi¨®n de telefon¨ªa e Internet, que obtuvo en marzo dos contratos para gestionar los sistemas de videovigilancia de la capital por 40 millones de d¨®lares. En agosto, Seguros Azteca venci¨® en la licitaci¨®n de las p¨®lizas que cubren los accidentes en la calle de polic¨ªas y funcionarios capitalinos: casi 3 millones de d¨®lares, un 19% m¨¢s que el costo fijo anual del contrato durante los ¨²ltimos seis a?os. Esta misma divisi¨®n de seguros fue elegida para cubrir ¡°todos los bienes muebles e inmuebles¡± de la secretar¨ªa de Educaci¨®n por m¨¢s de 42 millones de d¨®lares. El ministro de Educaci¨®n de L¨®pez Obrador, el expriista Esteban Moctezuma Barrag¨¢n, fue presidente de la Fundaci¨®n Azteca de Salinas Pliego durante 17 a?os.

La medida m¨¢s pol¨¦mica en la relaci¨®n del Gobierno de Morena con el Grupo Salinas ha sido la adjudicaci¨®n directa a Banco Azteca de la gesti¨®n del pago de las principales subsidios, la gran bandera social de L¨®pez Obrador, con un presupuesto de m¨¢s de 12.000 millones de d¨®lares. El nuevo sistema borraba del tablero a organizaciones veteranas de la sociedad civil que llevaban a?os gestionando estas ayudas, pero inclu¨ªa como nuevo jugador a uno de los bancos que m¨¢s quejas acumula ante los organismos de defensa del consumidor por las altas tasas de sus cr¨¦ditos y sus m¨¦todos de recobro, que suelen incluir visitas domiciliarias.

Cuando la comisionada de Competencia Econ¨®mica critic¨® la adjudicaci¨®n directa que benefici¨® a Banco Azteca en un art¨ªculo period¨ªstico, la empresa de Salinas Pliego pas¨® a la ofensiva. Los abogados de la compa?¨ªa la denunciaron ante un ¨®rgano de control interno repudiando su opini¨®n. La maniobra fue ampliamente considerada como una muestra de amedrentamiento a una especialista en materia antimonopolios. Pero Grupo Salinas sabe jugar rudo cuando se necesita.

El mercado de los pobres: clientes y votantes

¡°Ricardo Salinas tiene dinero, pero tiene dimensi¨®n social¡±. As¨ª suele defender L¨®pez Obrador su sinton¨ªa con el empresario, quien forma parte adem¨¢s de su consejo asesor empresarial. La raz¨®n que el Gobierno ha repetido para concederle la gesti¨®n de los subsidios ha sido sobre todo la red de m¨¢s 4.000 sucursales de Elektra diseminadas por las zonas m¨¢s populares del pa¨ªs. Elektra es el germen del imperio Salinas. Heredada de su padre, se trata de una sui generis integraci¨®n de comercio minorista y servicios financieros concentrada en la poblaci¨®n pobre no solo de M¨¦xico, tambi¨¦n tienen presencia en Centroam¨¦rica y Estados Unidos.

Ese parece ser el v¨ªnculo m¨¢s fuerte entre el pol¨ªtico y el empresario. Ambos tienen el mismo mercado. Los pobres como clientes y como votantes. Las cr¨ªticas al modelo de Salinas son, en todo caso, una constante. Es dif¨ªcil encontrar la dimensi¨®n social de un negocio que aprovecha los agujeros de la bancarizaci¨®n y la informalidad de un pa¨ªs con casi la mitad de su poblaci¨®n viviendo bajo el umbral de la pobreza para ofrecer cr¨¦ditos personales muchas veces por encima del 50%.

Salinas Pliego cumple m¨¢s bien con los par¨¢metros de la aristocracia econ¨®mica mexicana. Pertenece a una poderosa saga familiar de la ciudad de Monterrey, el coraz¨®n industrial del pa¨ªs, y sus negocios han prosperado al calor de privatizaciones y concesiones p¨²blicas. Los or¨ªgenes de su fortuna se remontan a principios del siglo pasado, cuando su bisabuelo abri¨® una f¨¢brica de camas de lat¨®n.

¡°Ya entonces se dieron cuenta de que las tiendas ten¨ªan que estar abiertas todo el d¨ªa, y que para venderle a gente de bajos recursos hab¨ªa que hacerlo a plazos y con pagos semanales¡±, explicaba hace cinco a?os en una entrevista a este diario el entonces director del Banco Azteca, Luis Ni?o de Rivera, nombrado en 2019 presiente de la patronal bancaria. El banco hered¨® esas pr¨¢cticas comerciales. Abren todos los d¨ªas del a?o, de nueve a nueve. Su cr¨¦ditos se pagan cada semana, en vez del plazo mensual estandarizado por los bancos. Un ritmo que el Salinas Pliego no quiere perder ni siquiera en los tiempos de la covid-19.