M¨¦xico blinda en una ley la entrega de la seguridad p¨²blica a los militares
L¨®pez Obrador profundiza la cesi¨®n de poder al Ej¨¦rcito tras la creaci¨®n de la Guardia Nacional y el reparto de negocios inmobiliarios y log¨ªsticos. Los militares realizar¨¢n labores policiales hasta 2024
M¨¦xico ha sellado en una ley lo que hab¨ªa sido una realidad de facto durante m¨¢s de una d¨¦cada. 14 a?os despu¨¦s de la pol¨¦mica salida del Ej¨¦rcito de los cuarteles para patrullar las calles con la justificaci¨®n de la crecida del narcotr¨¢fico, la entrega de la seguridad p¨²blica a los militares ya cuenta con un blindaje legal, una petici¨®n recurrente de la c¨²pula castrense. Ha sido el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, el gran cr¨ªtico de la militarizaci¨®n de las labores policiales durante sus largos a?os en la oposici¨®n, el que ha consolidado el nuevo papel del Ej¨¦rcito hasta marzo de 2024, pr¨¢cticamente hasta el final del mandato presidencial. La influencia de la Fuerzas Armadas en la vida civil mexicana ha ido en aumento desde la llegada al poder de Morena, con una pol¨ªtica cada vez m¨¢s clara de mano tendida a los militares. Los negocios inmobiliarios, las concesiones log¨ªsticas o de gesti¨®n se han multiplicado durante los ¨²ltimos dos a?os.
El acuerdo firmado este lunes se encuadra dentro de un plan mayor, avanzado con la creaci¨®n la primavera del a?o pasado de la Guardia Nacional, el pol¨¦mico cuerpo nacido ex profeso para controlar la violencia en el pa¨ªs. La medida estrella del L¨®pez Obrador en materia de seguridad necesit¨® de una reforma expr¨¦s de la Constituci¨®n, donde se establec¨ªa que ¡°en tanto la Guardia Nacional desarrolla su estructura, capacidades e implantaci¨®n territorial, el Presidente de la Rep¨²blica podr¨¢ disponer de la Fuerza Armada permanente en tareas de seguridad p¨²blica¡±.
Ha sorprendido el momento elegido para hacer efectiva esa prerrogativa. Ha pasado ya m¨¢s de un a?o desde la implantaci¨®n de la Guardia Nacional, con sus efectivos desplegados ampliamente por el territorio del pa¨ªs, cumpliendo desde controles migratorios en la frontera sur hasta labores policiales en los barrios m¨¢s calientes de la capital. El acuerdo llega adem¨¢s en plena crisis sanitaria por la covid-19, con el Ejercito al mando tambi¨¦n de hospitales y recursos sanitarios para hacer frente la pandemia.
Esta coyuntura es subrayada por Ra¨²l Ben¨ªtez Manaut, experto en seguridad e investigador de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM), como uno de los posibles motivos. ¡°Est¨¢ habiendo saqueos, agresiones a polic¨ªas en los hospitales. El Secretario de Seguridad P¨²blica, Alfonso Durazo, est¨¢ necesitando de la ayuda de los militares y es muy probable que no le hagan caso. Este acuerdo es un apoyo de L¨®pez Obrador a su capacidad de gesti¨®n¡±. Se tratar¨ªa, seg¨²n la interpretaci¨®n del analista, de una pugna dentro del aparato de seguridad del Estado.
El dibujo institucional previsto para la Guardia Nacional estuvo desde el inicio rodeado de pol¨¦mica. Durante la negociaci¨®n de la reforma constitucional con la oposici¨®n, L¨®pez Obrador accedi¨® a rebajar el peso de los militares en la nueva corporaci¨®n, adscrita org¨¢nicamente a la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica y no a la Defensa Nacional. De esp¨ªritu castrense -formada por exmilitares y expolic¨ªas- la Guardia Nacional tiene un mando bic¨¦falo: uno civil y uno militar. Sus labores han de ser reguladas por la ley, fiscalizadas por el Congreso y subordinadas al poder civil de la secretaria de Seguridad P¨²blica.
Esos equilibrios y contrapesos son los que habr¨ªan saltado por los aires con el decreto de este lunes seg¨²n Alejandro Madrazo, acad¨¦mico del CIDE y experto en pol¨ªticas de seguridad. ¡°Es una exigencia al Ej¨¦rcito, que ya se cans¨® de usar el disfraz de la Guardia Nacional. Ya no acepta las ¨®rdenes civiles ni la supervisi¨®n del Congreso. Lo que acaba de implantar L¨®pez Obrador es la misma estrategia que fund¨® Felipe Calder¨®n y extendi¨® de Pe?a Nieto, centralizar las labores de seguridad p¨²blica en el Ej¨¦rcito. En la nueva norma no se establece ning¨²n mecanismo de supervisi¨®n, no obliga a la subordinaci¨®n al mando civil, sino la mera coordinaci¨®n, no delimita sus funciones y no est¨¢ suficientemente regulado¡±.
El nuevo movimiento de L¨®pez Obrador escenifica otra vuelta de tuerca en su cambio de discurso desde su llegada al poder. Uno de sus esl¨®ganes de campa?a en 2018, continuando con su cr¨ªtica a la militarizaci¨®n durante su ¨¦poca en la oposici¨®n, fue ¡°abrazos y no balazos¡±. El nuevo mantra ahora es ¡°El Ej¨¦rcito es bueno, porque el Ej¨¦rcito es pueblo¡±.
Madrazo considera que el acuerdo de este lunes viola el mandato constitucional que ampara las labores policiales del Ej¨¦rcito. ¡°Ahora toca una respuesta de la sociedad de civil llevando esta norma ante la Justicia. Le toca incluso de parte de la clase pol¨ªtica que ahora est¨¢ con Morena y que en su d¨ªa critic¨® la estrategia de Calderon y Pe?a Nieto¡±. La Suprema Corte tumb¨® hace dos a?os la Ley de Seguridad Interior, por la que el ¨²ltimo gobierno priista normalizaba la presencia del Ej¨¦rcito en las calles.
Los negocios del Ej¨¦rcito
El aumento de poder militar durante el mandato de L¨®pez Obrador no se ha limitado solo a la esfera de la seguridad. Durante los ¨²ltimos dos a?os los militares han asumido encargos tan diversos como la distribuci¨®n de medicamentos, la vigilancia de ductos y combustibles de Pemex, el reparto de libros de texto, el combate al sargazo o el traslado de dinero de programas sociales. Este mismo lunes se conoc¨ªa que la Secretar¨ªa de Defensa (Sedena) ha comenzado a construir 26 sucursales del banco social del Gobierno que canaliza las ayudas. Constituir¨¢ un total 1350 sedes bancarias para lo cual cuenta con un presupuesto de 2. 941millones de pesos.
La concesi¨®n de mayor envergadura ha sido hasta ahora la confirmaci¨®n el pasado marzo de que la construcci¨®n y explotaci¨®n del nuevo aeropuerto de Ciudad de M¨¦xico recaer¨ªa en manos militares. El Ej¨¦rcito no solo construir¨¢ la terminal, sino que explotar¨¢ las operaciones civiles y comerciales mediante una empresa cuyas direcci¨®n estar¨¢ ocupadas por militares. El Ej¨¦rcito ayudar¨¢ a tambi¨¦n a construir dos tramos del Tren Maya, la obra p¨²blica bandera del sexenio junto al aeropuerto.
En plena pandemia, el Ej¨¦rcito tambi¨¦n ha visto aumentadas sus funciones. El Gobierno le ha entregado el control de 31 hospitales y tanto la Sedena como la Secretar¨ªa de la Marina (Semar) han estado realizando compras de material sanitario durante los ¨²ltimos meses. Contratos, tanto de bienes como de servicios, que muchas veces se saltan los requisitos de transparencia y supervisi¨®n estipulados para las licitaciones p¨²blicas y optan por la v¨ªa r¨¢pida de las adjudicaciones directas.
Este canal excepcional para la contrataci¨®n publica ha sido el favorito para las dependencias militares, lo que ha causado incluso el malestar en el interior del Gobierno por el gran margen de arbitrariedad y opacidad de estos procesos. Durante el primer a?o de L¨®pez Obrador, la Sedena aument¨® la utilizaci¨®n de las adjudicaciones directas en un 50% con respecto al a?o anterior, hasta alcanzar un monto de 5.000 millones de pesos, de acuerdo a una investigaci¨®n de la Escuela del Gobierno del Tec de Monterrey y ONG M¨¦xico Eval¨²a.
En el caso de la Semar, esta v¨ªa r¨¢pida de contrataci¨®n p¨²blica dobl¨® el monto adjudicado el a?o anterior. De hecho, la Marina pr¨¢cticamente no conoce las licitaciones p¨²blicas. Solo 0,8% del total del contratos se realizaron por la v¨ªa convencional y sujeta a m¨¢s control y supervisi¨®n. Todo esto, sin contar con los procesos reservados seg¨²n la ley de Seguridad Nacional, de los cuales no hay informaci¨®n p¨²blica.
¡°En una sociedad democr¨¢tica los militares deber¨ªa rendir cuentas y no estar sujetos a la opacidad que reflejan los datos de compras p¨²blicas. Y el primer interesado deber¨ªa ser el Gobierno, que al inicio de su mandato anunci¨® que reducir¨¢ a lo m¨ªnimo las adjudicaciones directas¡±, apunta Marco Fern¨¢ndez, investigador del Tec y M¨¦xico Eval¨²a. Desde la llegada de L¨®pez Obrador, el presupuestos militar ha aumento m¨¢s de un 15% y el Ej¨¦rcito va erigi¨¦ndose cada vez m¨¢s como uno de los actores pol¨ªticos m¨¢s influyentes del M¨¦xico actual.
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