La regularizaci¨®n masiva de inmigrantes sacude la pol¨ªtica italiana
La pandemia permite a Italia emprender un proceso de integraci¨®n laboral impensable hace algunos meses
La pandemia ha sacudido el tablero pol¨ªtico italiano y el ¨¢rido terreno de las cifras ha desactivado parte del discurso populista. El Gobierno anunci¨® el mi¨¦rcoles por la noche la regularizaci¨®n de unos 250.000 inmigrantes que trabajan como jornaleros en el campo o en el servicio dom¨¦stico de miles de hogares. Una medida impensable hace solo unos meses, cuando el discurso antinmigraci¨®n propulsaba a la Liga de Matteo Salvini a cotas alt¨ªsimas de popularidad.
El primer ministro, Giuseppe Conte, hab¨ªa dado ya las gracias y se dispon¨ªa a pasar el turno de palabra al titular de Sanidad durante la rueda de prensa de la presentaci¨®n del decreto econ¨®mico que repartir¨¢ 55.000 millones de euros en ayudas a trabajadores, familias y empresas. Pero Teresa Bellanova, ministra de Agricultura, jornalera desde los 14 a?os y feroz sindicalista agraria, quiso a?adir algo: ¡°Hoy los invisibles lo ser¨¢n menos. El Estado es m¨¢s fuerte que la criminalidad y los explotadores¡±, lanz¨® entre l¨¢grimas. Acababa de anunciar una regularizaci¨®n masiva de inmigrantes para suplir la mano de obra en el campo. En torno a unos 250.000, seg¨²n los c¨¢lculos del Istat y del Ministerio del Interior, que podr¨¢n acogerse a una hist¨®rica legalizaci¨®n que el propio Conte, con un 60% de apoyo en las encuestas, ha decidido cargar sobre sus hombros. Algo impensable hace solo algunos meses en la Italia de puertos cerrados.
Cientos de miles de migrantes podr¨¢n acogerse a la medida que contiene el decreto bautizado como Relanzamiento. Una apertura social que desaf¨ªa la l¨®gica electoral de los ¨²ltimos tiempos en Italia y que muestra la confianza en s¨ª mismo de Conte, que tir¨® del carro en una coalici¨®n dividida en este asunto. El Partido Democr¨¢tico (PD) acept¨® enseguida la propuesta de la ministra Bellanova, miembro de Italia Viva (el partido de Matteo Renzi), que anunci¨® su dimisi¨®n si no pasaba la iniciativa. Pero el otro socio, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), no quer¨ªa asumir el coste de una regularizaci¨®n que sacude el tablero pol¨ªtico de Italia en los dos ¨²ltimos a?os.
La medida ¡ªel papa Francisco la apoy¨® en una de sus misas matinales en la residencia de Santa Marta¡ª es una prueba de resistencia para el discurso antinmigraci¨®n de Matteo Salvini. Ret¨®rico y geogr¨¢fico. Uno de los principales problemas de explotaci¨®n en el campo se produce en Calabria, regi¨®n por la que el l¨ªder de la Liga se present¨® con ¨¦xito como senador. Parte de su expansi¨®n meridional se bas¨® en una agresiva campa?a contra la inmigraci¨®n irregular, muy presente en los campamentos de jornaleros de dicha regi¨®n controlados por la organizaci¨®n mafiosa ¡®Ndrangheta. En San Ferdinando, por ejemplo, viven hacinadas, entre tiendas de pl¨¢sticos y hojalata, unas 3.000 personas. Un polvor¨ªn que ya explot¨® en 2010 con las revueltas de Rosarno y ha servido a la derecha para mantener viva aqu¨ª la tensi¨®n electoral. Ahora todos esos inmigrantes, tambi¨¦n los que son explotados en las regiones de Apulia (de donde procede Conte) o Campania (N¨¢poles), podr¨¢n acogerse a la medida y pagar¨¢n impuestos.
Las regularizaciones masivas no son nuevas en Italia ni pertenecen a la izquierda. Lo record¨® el propio Conte durante la rueda de prensa del mi¨¦rcoles. En la historia de la Rep¨²blica se han hecho ocho veces. El Gobierno de Silvio Berlusconi, apoyado por la Liga, legaliz¨® a 647.000 extranjeros en 2002. Repiti¨® de nuevo en 2006 con 170.000 m¨¢s y en 2009, con otros 300.000 inmigrantes. La diputada del PD Susanna Cenni cree que ¡°es una operaci¨®n de justicia hacia hombres y mujeres, no solo migrantes, que trabajan en la agricultura en condiciones casi de esclavitud¡±. ¡°Nos da la posibilidad de hacer transparente una situaci¨®n que estaba en manos de criminales. Algunas estimaciones hablan de un volumen de negocio de 25.000 millones [de euros] de las mafias relacionado con la agricultura. Y s¨ª, la pol¨ªtica ha determinado otro clima, puede ser. Pero era una operaci¨®n justa. Social y econ¨®micamente. Quitarle dinero a la mafia es un buen negocio para un pa¨ªs¡±, se?ala.
La pandemia ha limitado notablemente la resonancia del populismo, descolocado en el terreno de las cifras. Los problemas son otros, se?alan todas las encuestas. Salvini se ha dejado ya unos nueve puntos desde que comenz¨® la crisis. Y aunque los episodios racistas no cesan ¡ªel caso de la cooperante Silvia Romano, convertida tras un largo secuestro, es un ejemplo de islamofobia¡ª, un sondeo de SWG para el canal La7 se?alaba esta semana que el 44% de los italianos est¨¢ a favor de la regularizaci¨®n de inmigrantes. Y no solo en el campo.
La agenda ha cambiado, subraya el polit¨®logo Piero Ignazi. ¡°Este tema no tendr¨¢ ning¨²n efecto negativo sobre Conte. La gente est¨¢ pendiente de si abren los bares, los comercios, sus empresas. El panorama ha cambiado, s¨ª. Pero adem¨¢s, es una medida m¨¢s aceptada hoy porque va dirigida a unas personas que todos saben que trabajan. Est¨¢n en los campos y en el servicio dom¨¦stico. No hay hostilidad social¡±. Pero nadie lo habr¨ªa firmado hace solo algunos meses.
La derecha se opone con menos fuerza
Matteo Salvini tard¨® pocos minutos en criticar la regularizaci¨®n masiva de inmigrantes aprobada por el Gobierno. Pero su discurso pierde algo de fuelle en favor de las posiciones de su socio de coalici¨®n, Hermanos de Italia. Fabio Rampelli, vicepresidente de la C¨¢mara de Diputados, cree que la propuesta es ¡°una cuchillada para los italianos que pierden su trabajo estos d¨ªas¡±. Rampelli, que esta semana se ha distanciado de nuevo del discurso populista de Salvini contra la conversi¨®n al islam de la cooperante Silvia Romano, critica que ¡°se premie a quienes trafican con hombres y entran irregularmente por las fronteras¡±.
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