El Supremo sudafricano pide medidas a las autoridades ante el aumento de la brutalidad policial
Cientos de ciudadanos denuncian torturas, agresiones y violaciones de las fuerzas de seguridad desde que comenzaron los planes de contenci¨®n frente a la pandemia
El aumento del n¨²mero de denuncias por abuso policial durante el periodo de confinamiento para frenar el coronavirus en Sud¨¢frica han obligado al Tribunal Supremo a tomar cartas en el asunto y ordenar el fin de los abusos policiales. Las restricciones, que entraron en vigor el 27 de marzo y que hacen de Sud¨¢frica uno de los pa¨ªses con el confinamiento m¨¢s duro del mundo, obligan a la poblaci¨®n a recluirse en sus casas y limitan actividades y movimientos. Los encargados de vigilar que se cumpla la ley son las fuerzas de seguridad, la Polic¨ªa y el Ej¨¦rcito, que patrullan por las calles. La poblaci¨®n, sin embargo, desconf¨ªa de ellos, porque los casos de abuso de poder y de fuerza por parte de estos cuerpos se han multiplicado durante este periodo..
Los ciudadanos sudafricanos ¡°mantienen su derecho a la vida, a no ser torturados ni tratados de manera cruel, inhumana, ni humillante, aunque el pa¨ªs est¨¦ en estado de emergencia¡±, evocaba el juez del Tribunal Supremo, Hans Fabricius, en su dictamen del 15 de mayo. El magistrado instaba a las autoridades a tomar medidas contra la brutalidad policial, que es un problema recurrente en las fuerzas sudafricanas pero que ha aumentado a¨²n m¨¢s con el confinamiento nacional. Fabricius ha lanzado un ultim¨¢tum a los ministros de Defensa y de la Polic¨ªa para que publiquen un c¨®digo de conducta de las fuerzas de seguridad durante el confinamiento y para que sus integrantes se adhieran ¡°a la absoluta prohibici¨®n de la tortura¡±.
En las primeras seis semanas de restricciones ¡ªdesde el 26 de marzo al 5 de mayo¡ª, el Directorio Independiente de Investigaci¨®n Policial registr¨® 828 denuncias de abuso policial, lo que representa 200 m¨¢s de los que se contabilizaron en el mismo periodo el a?o anterior. La provincia del Cabo Occidental ¡ªdonde se encuentra Ciudad del Cabo¡ª es la zona con m¨¢s casos y, como en todo el pa¨ªs, los abusos se concentran en las zonas m¨¢s humildes. Las denuncias registran 50 defunciones ¡ªentre los muertos por palizas y golpes en la calle y los que han perecido bajo custodia policial¡ª, 25 alegaciones de tortura y al menos ocho por agresi¨®n sexual. El resto de las denuncias son asaltos, golpes y otras formas de violencia.
Es precisamente por la familia de uno de los fallecidos que el Tribunal Supremo ha reaccionado. Collins Khosa, padre de tres hijos, muri¨® el Viernes Santo. Estaba en su propia casa en el barrio de Alexandra cuando unos militares irrumpieron en su interior. Todo apunta que fue el consumo de alcohol lo que desat¨® la operaci¨®n. Aunque la venta y transporte de bebidas alcoh¨®licas est¨¢n prohibidos durante el confinamiento, su consumo s¨ª es legal. Pero un grupo de soldados y polic¨ªas supuestamente entr¨® en su residencia. Le rociaron de cerveza, le golpearon, le tiraron contra un muro y le arrastraron hasta el exterior de la vivienda. Khosa muri¨® presuntamente como consecuencia de las heridas causadas por la agresi¨®n.
73.000 soldados
Su familia es la que ha llevado el caso a los tribunales, no solo para que se haga justicia sobre su muerte, sino para que se eviten otras similares. La esposa de Khosa, Nomsa Montsha, dice que ¡°no puede haber 73.000 soldados desatados ante una poblaci¨®n civil sin que tengan, al menos, un c¨®digo de conducta y un plan operacional que les diga c¨®mo comportarse, especialmente cu¨¢ndo deben usar la fuerza y hasta qu¨¦ l¨ªmite¡±. El juez Fabricius, en su dictamen, dice que hay que suspender inmediatamente a los militares y polic¨ªas que estuvieron en casa de Khosa el d¨ªa de su muerte.
Naciones Unidas ha se?alado a Sud¨¢frica por extralimitarse durante el confinamiento y le ha colocado en la lista negra de los 15 peores pa¨ªses en el mundo en cuanto a exceso de fuerza ¡ªen la que figuran, entre otros, Nigeria, Kenia, Per¨², Marruecos y Hungr¨ªa¡ª. El a?o pasado, la ONU ya se?al¨® a Sud¨¢frica por ¡°no investigar las alegaciones de tortura estatal de manera suficientemente r¨¢pida ni imparcial
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.