Josep Borrell: ¡°De esta crisis salimos todos los europeos juntos o no sale nadie¡±
El alto representante de la UE para la Pol¨ªtica Exterior considera que la organizaci¨®n de la solidaridad en la Uni¨®n ¡°est¨¢ dando un salto cualitativo¡±
Josep Borrell (La Pobla de Segur, 73 a?os) llevaba poco m¨¢s de 100 d¨ªas como vicepresidente de la Comisi¨®n Europea y m¨¢ximo responsable de la diplomacia comunitaria cuando la pandemia de la covid-19 par¨® el mundo y le oblig¨® a coordinar el env¨ªo de ayuda humanitaria urgente a ?frica y la repatriaci¨®n de 560.000 europeos. ¡°Nunca pens¨¦ que hubiera tantos europeos viajando por el mundo¡±, se admira durante una larga entrevista, por v¨ªa telef¨®nica, con EL PA?S, celebrada en v¨ªsperas de la ...
Josep Borrell (La Pobla de Segur, 73 a?os) llevaba poco m¨¢s de 100 d¨ªas como vicepresidente de la Comisi¨®n Europea y m¨¢ximo responsable de la diplomacia comunitaria cuando la pandemia de la covid-19 par¨® el mundo y le oblig¨® a coordinar el env¨ªo de ayuda humanitaria urgente a ?frica y la repatriaci¨®n de 560.000 europeos. ¡°Nunca pens¨¦ que hubiera tantos europeos viajando por el mundo¡±, se admira durante una larga entrevista, por v¨ªa telef¨®nica, con EL PA?S, celebrada en v¨ªsperas de la conferencia de donantes para Venezuela organizada por la Comisi¨®n Europea y por el Gobierno espa?ol. Confinado, como el resto de la Comisi¨®n, Borrell mantiene su inveterada pasi¨®n por elevar la mirada y reflexionar sobre el mundo que viene a partir de los acontecimientos del d¨ªa a d¨ªa. Y a pocas horas de que la Comisi¨®n apruebe este mi¨¦rcoles su pol¨¦mico plan de recuperaci¨®n econ¨®mica, el vicepresidente avisa a los socios reacios como los Pa¨ªses Bajos. ¡°De esta crisis salimos todos los europeos juntos o no sale nadie¡±.
Pregunta. Usted suele hablar de un mundo en desorden multipolar. Pero a veces da la impresi¨®n de que es un desorden bipolar, con EE UU frente a China y la UE como convidada de piedra.
Respuesta. Es cierto que este desorden multipolar se superpone a una confrontaci¨®n bipolar entre EE UU y China, que tiene aires de lo que ya conocimos. El coronavirus ha hecho m¨¢s descarnada esta confrontaci¨®n, con las acusaciones mutuas sobre qui¨¦n tiene la culpa o d¨®nde se origin¨® el virus. Y est¨¢ claro que hay un intento de que Europa se posicione con unos o con otros. Creo que la posici¨®n de Europa debe ser la de no participar en esta confrontaci¨®n.
P. ?No es arriesgado mantenerse neutral? A veces en las confrontaciones, el que no toma partido acaba siendo la v¨ªctima de ambas partes.
R. No he dicho neutral. Pero est¨¢ claro que hay una voluntad de llevar a la UE a un alineamiento con las tesis de unos o de otros. Y yo creo que nuestra relaci¨®n con China obedece a otras circunstancias y par¨¢metros. Nosotros no estamos en una confrontaci¨®n con China. El comercio de la UE con China asciende a 1.000 millones de euros al d¨ªa. Debemos defender a la vez nuestros intereses y nuestros valores desde una autonom¨ªa estrat¨¦gica que encuentra ahora una ocasi¨®n de materializarse. Espero que Europa entienda que la autonom¨ªa estrat¨¦gica implica disponer de recursos propios. La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, lo dijeron en la declaraci¨®n conjunta de la semana pasada: hay que reforzar la autonom¨ªa estrat¨¦gica de Europa. Ahora es el momento para dar sentido a esta expresi¨®n.
P. Parece que el coronavirus visualiza o acelera a¨²n m¨¢s un nuevo reparto del poder mundial.
R. Esta es una crisis con consecuencias geopol¨ªticas, porque pone de manifiesto la capacidad de las distintas potencias y su voluntad de presentarse como potencias. Se est¨¢ librando una batalla para dirimir qu¨¦ sistema pol¨ªtico es el m¨¢s capacitado para hacer frente a una situaci¨®n como esta¡ Y en ese escenario, las democracias occidentales asentadas como las europeas nos enfrentamos a nuevos riesgos.
P. ?Por ejemplo?
R. Pues, por ejemplo, el mundo ser¨¢ m¨¢s digital, nadie lo duda. Pero ?qui¨¦n va a controlar los nuevos sistemas de informaci¨®n y los sistemas de seguimiento que permiten conocer pr¨¢cticamente todos los desplazamientos de una persona? ?Qui¨¦n va a controlar la digitalizaci¨®n masiva de la vida¡?
P. ?Apple y Google?
R. O quiz¨¢ Estados autoritarios. Eso plantea nuevas cuestiones sobre la organizaci¨®n de la vida social. Y a escala internacional, a escala de los equilibrios de poder, tambi¨¦n. Ahora nos hemos encontrado de repente en una situaci¨®n cr¨ªtica porque no ten¨ªamos una cosa tan humilde y f¨¢cil de producir como una mascarilla de tela. Imag¨ªnese lo que hubiera ocurrido si esta situaci¨®n cr¨ªtica se hubiera producido por algo mucho m¨¢s dif¨ªcil de construir o de reparar como es un sistema de comunicaciones o de seguridad de infraestructuras b¨¢sicas.
P. Crisis econ¨®mica, migratoria, de seguridad, sanitaria, todas las crisis del siglo XXI parecen demasiado grandes para la UE. ?Es un problema de estructura o de falta de voluntad pol¨ªtica?
R. En poco tiempo, la UE se ha enfrentado a dos crisis muy grandes, la del euro, y la de la pandemia, que es como si hubiera producido un coma inducido en las econom¨ªas. Dos crisis de esa magnitud en 10 a?os es mucho para una Uni¨®n monetaria joven y que no est¨¢ completa. Pero esta crisis ha provocado una reacci¨®n, de la que forma parte la propuesta franco-alemana, que rompe un par de tab¨²es. Primero, el de que no habr¨ªa mutualizaci¨®n de deudas. Y el segundo, que la ayuda a un Estado debe ser siempre a trav¨¦s de pr¨¦stamos. Estamos dando un salto cualitativo en la organizaci¨®n de la solidaridad europea. M¨¢s all¨¢ de las cifras. Hay un problema y tenemos que intentar afrontarlo entre todos.
P. ?Cree que se completar¨¢ ese salto, o teme que la reacci¨®n en contra de socios como los Pa¨ªses Bajos o Suecia lo evite?
R. Es l¨®gico que un salto cualitativo de esta importancia plantee discusiones. Pero tengo confianza en que esta circunstancia permita avanzar en la construcci¨®n de una entidad pol¨ªtica m¨¢s cohesionada y de m¨¢s solidaridad, entendida no en el sentido de ayuda, sino de inter¨¦s mutuo, compartido. Tenemos una econom¨ªa muy integrada, y de esta crisis salimos todos los europeos juntos o no sale nadie.
P. Ya hay alg¨²n sondeo que indica que incluso en Alemania habr¨ªa un apoyo mayoritario a favor de la propuesta de Merkel y Macron de inyectar medio bill¨®n de euros en subsidios.
R. Probablemente, el motivo es que en este caso no se pueden argumentar consideraciones de riesgo moral, ni evocar la f¨¢bula de la cigarra y la hormiga que se utiliz¨® durante la crisis del euro. El problema ahora es que la supuesta cigarra est¨¢ enferma.
P. Este mi¨¦rcoles, la Comisi¨®n tiene previsto aprobar el plan de recuperaci¨®n. Y pa¨ªses como Espa?a o Italia, pero tambi¨¦n el Parlamento Europeo, temen que se quede corto.
R. No puedo anticipar los debates en curso en la Comisi¨®n. En general, las enormes necesidades que han surgido naturalmente tambi¨¦n plantar¨¢n limitaciones de tipo financiero. Pero no se trata de un plan de reconstrucci¨®n. No estamos reconstruyendo, estamos relanzando. No se ha destruido capital f¨ªsico como ocurre en las guerras. Tenemos el mismo capital f¨ªsico pero hay que volver a ponerlo en marcha y mientras tanto hay que evitar que las empresas mueran por falta de actividad y las personas, por falta de ingresos.
P. Se debate tambi¨¦n c¨®mo aumentar los ingresos de la Uni¨®n.
R. Aqu¨ª se abren muchas e interesant¨ªsimas cuestiones sobre los recursos propios [de la UE], de los que se ha hablado mucho y se ha hecho poco. Volvemos a la discusi¨®n sobre si necesitamos soluciones a escala europea, como la tasa digital, la tasa sobre el carbono, tasas sobre las transacciones financieras o si esperamos a soluciones internacionales. Ciertamente hay todo un nuevo orden fiscal a construir en torno a los dos grandes fen¨®menos que van a marcar el mundo de ma?ana y que van a marcar el reparto del poder a escala internacional: lo digital y lo clim¨¢tico. Pero el mundo de ma?ana que saldr¨¢ de aqu¨ª estar¨¢ determinado por la respuesta a lo digital y a lo clim¨¢tico. Y ah¨ª la fiscalidad tendr¨¢ un papel important¨ªsimo en la construcci¨®n de este nuevo orden.
P. La prosperidad de la UE se basa en gran parte en el comercio. ?C¨®mo se adapta la Uni¨®n a un mundo en el que, al menos a corto plazo, habr¨¢ menos actividad?
R. Si el comercio mundial entra en una fase de recesi¨®n disruptiva, la UE va a ser de los que m¨¢s van a sufrir. Porque nosotros somos los grandes partidarios del comercio mundial y de la apertura de fronteras. Ahora, debemos protegernos, que no quiere decir que tengamos que ser proteccionistas. Pero hasta ahora hab¨ªamos pensado que el comercio resuelve toda demanda en cualquier momento y lugar. Importaba poco d¨®nde se produjeran las cosas con tal de que fuera donde resultara lo m¨¢s barato posible porque la econom¨ªa globalizada prove¨ªa cualquier bien en cualquier lugar. Cuando ha llegado la crisis hemos visto que esto no es as¨ª. Y entonces habr¨¢ que acortar cadenas de producci¨®n, relocalizar en nuestro entorno m¨¢s inmediato, reorientar inversiones hacia el entorno cercano, lo cual es una oportunidad para ?frica. Habr¨¢ que utilizar las ventajas comparativas, pero estableciendo redes de seguridad. ?Por qu¨¦ tenemos reservas estrat¨¦gicas de petr¨®leo? Porque hubo una crisis en la que se cortaron los suministros. Pues ahora ha habido otra crisis que nos va a obligar a hacer reservas estrat¨¦gicas de otras cosas que tambi¨¦n pueden ser cr¨ªticas.
P. Usted pertenece a una generaci¨®n que construy¨® en gran parte la Europa de hoy. ?Qu¨¦ siente cuando ve reaparecer las fronteras, el Brexit o las dudas de algunos socios sobre el proyecto?
R. Todas las dificultades que estamos viviendo y las que nos quedan por vivir no deber¨ªan oscurecer el gigantesco logro hist¨®rico que representa la Uni¨®n. Me ha entristecido mucho ver c¨®mo se quemaban banderas europeas en Italia y me preocupa que resurjan sentimientos antieuropeos azuzados por partidos nacionalistas y populistas que no entienden la dimensi¨®n hist¨®rica de lo que significa la Uni¨®n. A pesar de todas sus limitaciones y defectos, la Uni¨®n tiene el inmenso valor a?adido de construir una econom¨ªa integrada, una resoluci¨®n pac¨ªfica de los conflictos, en un continente que siempre los hab¨ªa resuelto a trav¨¦s de gigantescos sacrificios humanos. Han pasado 150 a?os desde la guerra franco-prusiana en 1870. Si divides ese per¨ªodo en dos etapas de 75 a?os cada una, la primera, hasta 1945, es una sucesi¨®n continua de guerra, de destrucci¨®n, de sufrimientos tan inenarrables que nos parece imposible que algo as¨ª haya podido ocurrir. Y fue ayer. Y los otros 70, desde la Declaraci¨®n de Schuman hasta ahora, son de paz, prosperidad. Somos la mejor combinaci¨®n que hay en el mundo de libertad pol¨ªtica, prosperidad econ¨®mica y cohesi¨®n social. Y eso lo debemos en muy buena medida al hecho de haber sustituido el enfrentamiento militar por la negociaci¨®n, el pacto y la cooperaci¨®n. Y eso es algo que no se puede perder. Y por eso las nuevas generaciones deber¨ªan saber de d¨®nde venimos.
¡°La situaci¨®n en Venezuela supone un grave riesgo para la estabilidad de la regi¨®n¡±
Josep Borrell preside este lunes la conferencia de donantes para recabar ayuda para los venezolanos que han abandonado su pa¨ªs por millones.
Pregunta. Este martes se celebra la conferencia de donantes para el ¨¦xodo de Venezuela. ?Cu¨¢l es el significado pol¨ªtico de esa iniciativa humanitaria?
Respuesta. Van a participar 40 pa¨ªses en la conferencia, entre ellos, EE UU, lo cual me alegra. El primer objetivo es recabar ayuda para los pa¨ªses vecinos que han recibido y asistido a los m¨¢s de 5,5 millones de refugiados y migrantes venezolanos que han debido abandonar su pa¨ªs. Con esta conferencia queremos contribuir a liderar la movilizaci¨®n internacional para resolver la crisis en el pa¨ªs. Pero eso no quiere decir que no haya tambi¨¦n que financiar programas de ayuda humanitaria para el interior de Venezuela. La situaci¨®n interna y la crisis humanitaria que atraviesa Venezuela se ha agravado todav¨ªa m¨¢s por el coronavirus y supone un grave riesgo para la estabilidad de la regi¨®n. La situaci¨®n est¨¢ paralizada, las consecuencias econ¨®micas para el pa¨ªs son graves. Y eso puede provocar en cualquier momento un chispazo.P. Europa y EE UU reconocieron a Juan Guaid¨® como presidente encargado, pero imagino que para distribuir la ayuda har¨¢ falta pactar con el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro.
R. Evidentemente, Maduro sigue teniendo el control del territorio y de la Administraci¨®n. Esto es un hecho innegable. Y, por tanto, trataremos de establecer con el Gobierno venezolano los acuerdos necesarios para que parte de estos recursos se puedan canalizar hacia el interior de Venezuela a trav¨¦s de las instituciones internacionales con las que trabaja la UE. Y despu¨¦s habr¨¢ que intentar relanzar el di¨¢logo pol¨ªtico. No parece que haya una soluci¨®n a corto plazo. Pero esta crisis humanitaria podr¨ªa y deber¨ªa ser una buena ocasi¨®n para relanzar el di¨¢logo pol¨ªtico.
P. No solo Venezuela, tambi¨¦n el resto de Am¨¦rica Latina est¨¢ siendo muy golpeada por la pandemia.
La incidencia de la pandemia ha colocado a Am¨¦rica Latina con las peores perspectivas econ¨®micas de su historia. Se prev¨¦n ca¨ªdas del 5% del PIB y muy particularmente en Brasil. La socioeconom¨ªa latinoamericana basada en el trabajo informal [no declarado] va a hacer mucho m¨¢s dif¨ªcil hacer frente a esta crisis. No descarto que debamos enviar ayuda humanitaria a pa¨ªses centroamericanos, como ya estamos haciendo en ?frica, hacia donde ya hemos fletado 20 vuelos con personal y material humanitario.
P. ?C¨®mo incidir¨¢ la pandemia en el fen¨®meno migratorio?
R. De momento, lo ha cortado porque es una crisis de movilidad. Pero si los pa¨ªses de origen de la migraci¨®n se fragilizan todav¨ªa m¨¢s, habr¨¢ m¨¢s presiones migratorias. ?frica va a entrar en recesi¨®n. Y aunque la pandemia, afortunadamente no ha tenido las consecuencias sobre la salud de la poblaci¨®n que tem¨ªamos, las econ¨®micas van a ser muy graves. Puede morir m¨¢s gente de hambre que de la propia enfermedad. Y una vez que la crisis haya pasado, la movilidad va a aumentar y las presiones migratorias, por tanto, tambi¨¦n y, con ello, las necesidades de una mayor cooperaci¨®n internacional. Nunca ha habido tanta necesidad de cooperaci¨®n internacional como ahora y nunca ha habido tan poca.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Comisi¨®n Europea
- Venezuela
- Migrantes
- Nicol¨¢s Maduro
- Pandemia
- Coronavirus
- Coronavirus Covid-19
- Crisis econ¨®mica coronavirus covid-19
- Aislamiento poblaci¨®n
- Enfermedades
- Enfermedades infecciosas
- Confinamiento
- Uni¨®n Europea
- Salud p¨²blica
- Geopol¨ªtica
- Relaciones exteriores
- Relaciones institucionales
- Econom¨ªa europea
- Econom¨ªa
- Europa
- Josep Borrell