California retirar¨¢ una estatua de Crist¨®bal Col¨®n e Isabel la Cat¨®lica que lleva 137 a?os en el Capitolio estatal
Los dem¨®cratas acuerdan quitar la obra, una antigua reivindicaci¨®n de algunos grupos ind¨ªgenas, ante la ola de protestas contra s¨ªmbolos considerados racistas
Despu¨¦s de m¨¢s de un siglo presidiendo la rotonda central del Capitolio de California, la estatua de Crist¨®bal Col¨®n e Isabel I de Castilla ser¨¢ retirada porque ofende a los ind¨ªgenas americanos. La decisi¨®n la adoptaron este martes los dem¨®cratas que dominan el Legislativo californiano en el contexto de la ola de protestas antirracistas en el pa¨ªs, que comenzaron siendo contra la polic¨ªa y ahora se extienden a los s¨ªmbolos de la conquista europea de Am¨¦rica. Los homenajes a Col¨®n y los primeros espa?oles en pisar Norteam¨¦rica son objeto de pol¨¦mica desde hace a?os, pero la retirada de la estatua del Capitolio, por lo prominente de su localizaci¨®n y su larga historia, es la m¨¢s significativa hasta el momento en California.
La iniciativa la tom¨® un grupo de legisladores dem¨®cratas del Estado un d¨ªa despu¨¦s de que fuera retirada la estatua del colono John Sutter delante del hospital que lleva su nombre en Sacramento, la capital de California. La semana pasada, la estatua hab¨ªa sido manchada con pintura roja. A pesar de ser uno de los fundadores de la ciudad, la figura del explorador germano-suizo lleva d¨¦cadas siendo cuestionada como un s¨ªmbolo del exterminio ind¨ªgena en California en el siglo XIX.
El siguiente en ser se?alado fue Crist¨®bal Col¨®n. A pesar de que el explorador italiano nunca pis¨® el actual Estados Unidos y muri¨® tres siglos antes de la conquista del suroeste americano, aquellos que rechazan la visi¨®n idealizada de la llegada de los europeos a Am¨¦rica lo consideran el s¨ªmbolo de todo lo que vino despu¨¦s. ¡°Crist¨®bal Col¨®n es una figura hist¨®rica profundamente pol¨¦mica, dado el impacto que su llegada a este hemisferio tuvo para la poblaci¨®n ind¨ªgena. La presencia continuada de su estatua en el Capitolio de California, donde ha estado desde 1883, est¨¢ hoy completamente fuera de lugar¡±, dice el comunicado de la retirada.
No es la primera vez que se retira una estatua de Crist¨®bal Col¨®n en Estados Unidos. En noviembre de 2018, el condado de Los ?ngeles retir¨® la que estaba en Grand Park, en frente del Ayuntamiento. Poco antes, el D¨ªa de Col¨®n hab¨ªa sido sustituido como fiesta por el D¨ªa de los Pueblos Ind¨ªgenas. Medidas similares se han tomado en los ¨²ltimos a?os en varias ciudades y Estados. Otro personaje del que surgen peticiones recurrentes para que se eliminen sus estatuas es el fraile mallorqu¨ªn San Jun¨ªpero Serra, primer explorador europeo que se asent¨® en California.
La estatua en cuesti¨®n del Capitolio se llama La ¨²ltima petici¨®n de Col¨®n a Isabel. Recrea una escena en la que el marino le muestra una esfera a la reina de Castilla, se entiende que para convencerla de que se puede llegar a las Indias navegando hacia el oeste. La estatua, hecha en m¨¢rmol, lleva ah¨ª desde 1883. El escultor fue Larkin Goldsmith Meade, un norteamericano establecido en Florencia. Cost¨® 30.000 d¨®lares de la ¨¦poca. Fue un banquero local, Darius Ogden Mills, quien la regal¨® al Estado de California y sugiri¨® que se colocara en el centro del Capitolio. Era ¡°un lugar apropiado para una obra de arte que conmemora un evento que tuvo una influencia tan grande en los destinos del mundo occidental¡±, escribi¨®. Durante la ceremonia de inauguraci¨®n, el hermano de Mills dijo que ¡°California, m¨¢s que ning¨²n otro Estado de la Uni¨®n, representa la visi¨®n (de Col¨®n) de tierras maravillosas m¨¢s all¨¢ de donde se pone el sol¡±. Esa influencia es justo lo que le est¨¢ costando la cabeza a Col¨®n en el siglo XXI.
La estatua ha formado parte de la tradici¨®n legislativa de California durante el ¨²ltimo siglo. Al final del periodo de sesiones, era tradicional que los empleados del Capitolio jugaran a tirar monedas para meterlas en la corona de la reina Isabel. Sin embargo, el conjunto viene siendo objeto de cr¨ªticas al menos desde su restauraci¨®n, en los a?os 70, y ha sufrido protestas recientes. El comunicado pidiendo la retirada de la estatua va firmado por la presidenta del Senado, Toni Atkins, el presidente de la Asamblea, Anthony Rendon, y el jefe del comit¨¦ de reglamento de la Asamblea, Ken Cooley.
La ola de protestas por la muerte de George Floyd, un hombre negro, a manos de un polic¨ªa blanco, se extendieron hasta convertirse en un movimiento social sin precedentes contra el racismo institucional y cultural en Estados Unidos, un pa¨ªs donde el legado de la esclavitud sigue presente. En la cultura se est¨¢n resolviendo de un plumazo debates que llevaban d¨¦cadas enquistados. La semana pasada, WarnerMedia decidi¨® advertir a los espectadores del contenido racista de Lo que el viento se llev¨®. Pronto, se extendi¨® a las estatuas en las calles y plazas consideradas s¨ªmbolos de la opresi¨®n de los blancos. Primero, las estatuas de los l¨ªderes de la Confederaci¨®n en la guerra civil. Despu¨¦s, los conquistadores m¨¢s conocidos.
En la primera ciudad de Estados Unidos que lleva el nombre del explorador, Columbus (Carolina del Sur), la estatua de Col¨®n fue desmontada y almacenada el pasado d¨ªa 12 para evitar que alguien la da?ara en las manifestaciones. El alcalde dijo que la ciudad tendr¨¢ un debate sobre qu¨¦ hacer con ella cuando se calmen las cosas, pero no quer¨ªa que su destino lo decidieran unos manifestantes.
En Albuquerque, Nuevo M¨¦xico, el lunes se vivi¨® una de las escenas de mayor tensi¨®n en estas protestas cuando un grupo de personas trat¨® de tirar la estatua del conquistador de Nuevo M¨¦xico, Juan de O?ate. Una persona result¨® herida a tiros por unos paramilitares en una reyerta a¨²n confusa. El Ayuntamiento retir¨® la estatua, que era pol¨¦mica desde hac¨ªa a?os, al d¨ªa siguiente.
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