Cuando el racismo es un gran espect¨¢culo
WarnerMedia retira temporalmente de su cat¨¢logo ¡®Lo que el viento se llev¨®¡¯, una pel¨ªcula pol¨¦mica desde su estreno, y abre la reflexi¨®n sobre la responsabilidad de los cl¨¢sicos
¡°Hubo una tierra de caballeros y campos de algod¨®n llamada el Viejo Sur. En este bello mundo, la gallard¨ªa hizo su ¨²ltima reverencia. Aqu¨ª se vieron por ¨²ltima vez caballeros y se?oritas, amos y esclavos. B¨²squenlo solo en los libros, pues ya no es m¨¢s que el recuerdo de un sue?o. Una civilizaci¨®n que se llev¨® el viento¡±. Son las primeras palabras de Lo que el viento se llev¨® (1939). Aparecen impresas sobre unos planos de esclavos acarreando ganado al atardecer.
Lo que sigue es un pelicul¨®n. Cuatro horas de romance, aventuras, tragedia y humor en las que pasa de todo y a lo grande. Sus frases forman parte de la cultura popular. La m¨²sica es un himno al cine. Le dieron 10 oscars. Sigue siendo la pel¨ªcula m¨¢s taquillera de la historia, ajustada la inflaci¨®n. Se la considera la cumbre de la edad de oro de Hollywood.
Pero esa introducci¨®n del principio da exactamente el tono de la obra. Es un relato ¨¦pico y nost¨¢lgico de la esclavitud en el sur de Estados Unidos y la guerra que se libr¨® para perpetuarla. Su caricatura de los negros es un s¨ªmbolo de racismo para millones de personas, especialmente los negros americanos descendientes de aquellos esclavos.
El pasado d¨ªa 10, un art¨ªculo en Los Angeles Times acab¨® con ocho d¨¦cadas de tolerancia inc¨®moda. El director y guionista John Ridley (Oscar por 12 a?os de esclavitud) escribi¨® una tribuna titulada en papel Hey, HBO, ¡®GWTW¡¯ has to go (en ingl¨¦s, rima). En ella ped¨ªa a WarnerMedia que retirara temporalmente Lo que el viento se llev¨® de su nueva plataforma de video, HBO Max. ¡°Es una pel¨ªcula que, cuando no ignora los horrores de la esclavitud, se detiene en ello solo para perpetuar algunos de los estereotipos m¨¢s hirientes sobre las personas de color¡±, escribe Ridley. Esa misma tarde, WarnerMedia anunci¨® la retirada de la pel¨ªcula de su cat¨¢logo. Volver¨¢ m¨¢s adelante, con alg¨²n tipo de introducci¨®n de contexto.
La pol¨¦mica sobre Lo que el viento se llev¨® no es nueva. Las cr¨ªticas por racista empezaron desde antes de que se rodara. Quiz¨¢ sea dif¨ªcil de comprender en pa¨ªses que no han padecido la monstruosidad de la esclavitud. Pero esta no es una pel¨ªcula global. Es una pel¨ªcula norteamericana. Cuando se estren¨®, estaban vivos los hijos y los nietos de esos negros reducidos a caricaturas. En EE UU, es racista. Ninguna voz relevante de la cultura ha salido a defenderla.
¡°El ¨²nico prop¨®sito de esta pel¨ªcula es hacer una historia de la esclavitud desde una perspectiva favorecedora¡±, explica Sam Fulwood III, autor del Center for American Progress y experto en racismo en los medios. ¡°Glorifica una parte de la historia americana que para los negros y para muchos americanos es una verg¨¹enza¡±. Fulwood cree que el filme solo es ¡°uno m¨¢s¡± en la estela de El nacimiento de una naci¨®n (1915). La pel¨ªcula de Griffith fue una sensaci¨®n en su momento y es otro cl¨¢sico que glorifica la vida del sur. En este caso, el Ku Klux Klan directamente eran los h¨¦roes.
La reacci¨®n fulminante de WarnerMedia, la compa?¨ªa due?a de HBO, solo se entiende en el contexto del cambio cultural profundo que parece estar viviendo Estados Unidos respecto a lo que se llama racismo institucional, el racismo tan incrustado en la cultura, la polic¨ªa y la econom¨ªa que los blancos ni lo ven. Los extranjeros, mucho menos. El asesinato a sangre fr¨ªa y ante las c¨¢maras del negro George Floyd a manos de un polic¨ªa blanco ha abierto una espita por la que est¨¢ saliendo a?os de reivindicaciones.
El ¨²nico precedente parecido es el movimiento Me Too despertado por las denuncias contra Harvey Weinstein, que en unas semanas de 2017 cambi¨® por completo un siglo de normalidad de los abusos sexuales en Hollywood. Cosas que parec¨ªan incrustadas en la cultura, inevitables, parte de la vida, simplemente pasaron a ser inaceptables de un d¨ªa para otro. Lo decidieron millones de mujeres a la vez, con la solidaridad de millones de hombres.
Algo as¨ª ocurre estos d¨ªas con los negros americanos, movilizados de costa a costa y con la novedad de una solidaridad masiva de los blancos. Ciudades por todo el sur est¨¢n retirando estatuas de la Confederaci¨®n. Netflix y Amazon Prime reciben a sus usuarios con ciclos de cine afroamericano. El diario Los Angeles Times cambi¨® sus normas de estilo esta semana para poner siempre la palabra negro con may¨²sculas. La NFL se ha disculpado por no haber sido sensible a las protestas de algunos jugadores en el pasado. Hasta Donald Trump ha cambiado de fecha un mitin previsto para el 19 de junio en Oklahoma. Lo har¨¢ el 20, porque el 19 se conmemora el fin de la esclavitud. Trump ha escuchado, ha entendido y ha rectificado. Sirva eso como medida de lo que est¨¢ pasando.
¡°Los negros nunca tuvieron poder porque no controlaban ni los medios ni el negocio de Hollywood¡±, dice Fulwood. ¡°Solo pod¨ªan ofenderse y nada m¨¢s. Lo que vemos ahora es cultura transform¨¢ndose ante nuestros ojos. La cultura cambia muy despacio. Ahora est¨¢ cambiando por horas¡±.
En este contexto, un cl¨¢sico como Lo que el viento se llev¨® ¡°tiene un valor simb¨®lico, como los monumentos¡±, explica Ellen Scott, profesora de Cine y Medios en la Universidad de California en Los ?ngeles (UCLA). Claro que habr¨¢ cientos de pel¨ªculas con problemas similares, pero esta ¡°es una de las pel¨ªculas m¨¢s promocionadas de la historia, ha tenido un recorrido en Hollywood que tienen muy pocos filmes. Se ha repuesto en televisi¨®n muchas veces. Es una pel¨ªcula de prestigio que ha superado la historia para convertirse en el icono del Hollywood cl¨¢sico, es cultura americana¡±.
De pronto, el racismo aceptable ya no es aceptable. Lo que le pasa a Lo que el viento se llev¨® tendr¨¢ que pasar con libros y cuadros, opina Fulwood. ¡°Todas las obras necesitan contexto. Igual que hay m¨²sica que tiene un cartel de parental advisory porque puede ofender. En los 60, las comunidades del sur no dejaban a sus hijos escuchar m¨²sica negra porque era una mala influencia. Las fotos de Robert Mapplethorpe eran pornogr¨¢ficas porque desafiaban la cultura en ese momento. Ya no lo son. No hay que prohibir nada. El trabajo de un artista es producir y el de los historiadores, dar contexto¡±.
A eso se ha enfrentado, por ejemplo, Disney. Al sacar todo su cat¨¢logo de golpe en su plataforma Disney+, se dio cuenta de que hab¨ªa contenido que no es aceptable hoy en d¨ªa. Algunos de sus cl¨¢sicos m¨¢s celebrados llevan hoy una advertencia de que ¡°contienen representaciones culturales anticuadas¡±. La advertencia sale en pel¨ªculas como Dumbo. Otra controvertida pel¨ªcula, Canci¨®n del sur, no est¨¢ en el cat¨¢logo.
La retirada de Lo que el viento se llev¨® ¡°se puede usar como oportunidad para debatir c¨®mo han influido muchos estereotipos que esa pel¨ªcula hizo populares, como el papel de Mammy¡±, dec¨ªa esta semana el decano de Sociolog¨ªa de UCLA y profesor de Estudios Afroamericanos, Darnell Hunt. ¡°Nadie dice que se destruyan esas pel¨ªculas. Se trata de ser sensible a este momento y pensar en mejores formas de presentar material como ese, que tiene otro significado nuevo en este contexto. El significado no existe en el vac¨ªo. Cuando pasan cosas que cambian la conciencia de la gente, el significado de cosas que se hicieron hace 50 a?os cambia¡±.
En ese cambio cultural, las pel¨ªculas tienen una especial responsabilidad en no seguir contribuyendo a los estereotipos raciales, opina Scott, m¨¢s que los libros u otras formas de arte. ¡°Tienen una responsabilidad especial y la industria lo sabe. Pero hay que caminar por una fina l¨ªnea entre censura y pensamiento positivo para encontrar formas de representaci¨®n positivas. La censura es un problema. Pero no contratar directores y guionistas negros tambi¨¦n es una forma de censura. El remedio no es m¨¢s censura, sino hacer Hollywood m¨¢s diverso. Y eso a¨²n no ha ocurrido¡±.
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