Bolsonaro pierde el apoyo de los l¨ªderes de las polic¨ªas, pero las bases le juran lealtad

Los interlocutores del presidente Jair Bolsonaro en el Palacio del Planalto suelen decir que no son las Fuerzas Armadas la real fortaleza de su Gobierno. Su verdadera base de apoyo, aseguran, son los 27 departamentos de la Polic¨ªa Militar y el Cuerpo de Bomberos de los Estados brasile?os. Dicen incluso que, si hubiera la necesidad ¡ªhipot¨¦tica y remota¡ª de que se produjera una intervenci¨®n armada para que Bolsonaro se mantuviese en el poder, tendr¨¢ el apoyo de parte de los 450.000 polic¨ªas, y no de los 345.000 militares del Ej¨¦rcito, la Aeron¨¢utica y la Marina.

Tras ocupar casi 3.000 cargos de confianza y nueve ministerios, los representantes de las tres Fuerzas Armadas temen caer en el descr¨¦dito popular y empiezan a distanciarse pol¨ªticamente del presidente. Los errores del Gobierno, que ya perdi¨® 11 ministros ¨C cambi¨® dos veces el titular de Sanidad y va para su tercer cambio en Educaci¨®n ¡ª, y ahora el acoso de la prensa por la detenci¨®n de un aliado acusado de corrupci¨®n, han alterado el humor de los militares. En la base de los policiales, sin embargo, donde Bolsonaro siempre fue estrella, su apoyo a¨²n es firme.

En las ¨²ltimas semanas, EL PA?S ha entrevistado a representantes de siete asociaciones estatales de oficiales y suboficiales de la Polic¨ªa Militar y los bomberos, a dos parlamentarios de la bancada armamentista ¡ªel senador Major Ol¨ªmpio y el diputado federal Capit¨¢n Augusto¡ª y al presidente de la Federaci¨®n Nacional de Entidades de Oficiales Militares Estatales, el coronel Marlon Teza. Los tres ¨²ltimos han descartado un eventual levantamiento contra los gobernadores y a favor de Bolsonaro. Los otros siete, sin embargo, que hablaron con la condici¨®n de que sus nombres no salieran publicados, no lo han hecho. Aunque todos coinciden en que el presidente ya no tiene el apoyo que ten¨ªa en 2018, cuando fue elegido con un fuerte discurso corporativista, muestran extrema lealtad.

¡°Si tuviera que salir a la calle para mantener a Bolsonaro en el poder, yo y la mayor¨ªa de mis colegas definitivamente saldr¨ªamos. Pero este apoyo ha ido disminuyendo mes a mes debido a las acciones del propio Gobierno¡±, dijo el dirigente de una asociaci¨®n de suboficiales de la regi¨®n nordeste. El discurso es similar al de un colega suyo de una entidad de la regi¨®n sur: ¡°Dicen que formar¨ªamos milicias para apoyar al presidente o dar un golpe de Estado, pero no es verdad. Solo queremos mantener el orden y asegurarnos de que termine su mandato¡±, dijo otro. Entre los suboficiales de la polic¨ªa, la aprobaci¨®n a Bolsonaro es casi un¨¢nime, hasta el punto de que algunos juran lealtad al presidente, pero no a los gobernadores de los Estados a los que deben subordinaci¨®n.

Este apoyo ya fue un¨¢nime, pero Bolsonaro ha perdido fuerza entre los l¨ªderes en las polic¨ªas. ¡°Puede ser que individualmente apoyen una intervenci¨®n pro-Bolsonaro. La c¨²pula y la mayor¨ªa de los polic¨ªas y bomberos piensan obedecer la legislaci¨®n y respetar la democracia. No apoyan ciegamente al presidente¡±, dijo el coronel Marlon.

Varios factores han llevado a una cierta desilusi¨®n en los cuarteles. Entre ellos, el acercamiento del presidente a los representantes pol¨ªticos del denominado Centr?o ¡ªun conjunto de partidos pol¨ªticos sin una ideolog¨ªa espec¨ªfica que tienen como objetivo estar cerca del Ejecutivo para conseguir ventajas¡ª, y el arresto de Fabr¨ªcio Queiroz ¡ªexasesor del hijo mayor de Bolsonaro sospechoso de participar en un sistema de desv¨ªo de dinero en la Asamblea Legislativa de R¨ªo de Janeiro. Por ¨²ltimo, el veto al nombramiento de un coronel respetado por los l¨ªderes como secretario nacional de Seguridad P¨²blica.

La detenci¨®n de Queiroz y un posible acuerdo con la Fiscal¨ªa para reducir su condena a cambio de informaci¨®n tambi¨¦n pueden causar bajas entre los partidarios de Bolsonaro. ¡°?C¨®mo puede un polic¨ªa defender a alguien que est¨¢ acusado de desviar dinero del gabinete de un diputado? Si todo esto se demuestra, el discurso anticorrupci¨®n se desmorona, junto con nuestra esperanza¡±, dice un dirigente.

El presidente del frente parlamentario de Seguridad ¡ª la bancada armamentista¡ª, el diputado Capit¨¢n Augusto, dice que no hay posibilidad de que el presidente d¨¦ un golpe de Estado, ya sea con el apoyo de las Fuerzas Armadas o de la Polic¨ªa Militar y los bomberos. ¡°Quienes digan que esto puede suceder es porque no conocen la lealtad de la polic¨ªa a la Constituci¨®n. No creo que se produzca un levantamiento en ninguna circunstancia¡±, afirm¨®.

Bolsonaro puede estar perdiendo apoyo, pero las encuestas demuestran que un cuarto de los brasile?os sigue firme a su lado. Ni la salida de su exministro estrella Sergio Moro ni las denuncias contra Queiroz han deteriorado su imagen entre su grupo m¨¢s fiel, al menos por ahora. As¨ª lo demuestra una encuesta de Atlas Pol¨ªtico. La aprobaci¨®n a su Gobierno es de 25% (era 21% en abril), mientras mantiene un rechazo de 56%.

Para blindarse de la presi¨®n para que deje el poder antes de 2022, Bolsonaro se acerc¨® al Centr?o con docenas de cargos y un ministerio. Tambi¨¦n est¨¢ dispuesto a dialogar con el Poder Legislativo, representado por los presidentes de la C¨¢mara de los Diputados, Rodrigo Maia, y el Senado, Davi Alcolumbre. Hace unas semanas, era com¨²n encontrarse con un presidente agresivo, que profer¨ªa discursos duros contra varios frentes. Desde el arresto de Queiroz, sin embargo, su discurso est¨¢ m¨¢s comedido. De momento, ya no salen declaraciones pol¨¦micas de su boca. Todav¨ªa no est¨¢ claro cu¨¢l ser¨¢ el resultado de este aparente cambio.