El intento de inhabilitar el partido de Evo Morales marca el comienzo de la campa?a electoral en Bolivia
El choque entre el Gobierno y la Asamblea agranda la brecha pol¨ªtica en plena emergencia sanitaria por la covid-19
Las pugnas entre el Gobierno y el poder legislativo y una demanda para inhabilitar electoralmente al Movimiento al Socialismo (MAS) han agravado esta semana la brecha pol¨ªtica en Bolivia. La Asamblea Legislativa, que est¨¢ controlada por el MAS, ha aprobado y procesa leyes para limitar las atribuciones del Gobierno interino de Jeanine A?ez. Este, por su parte, usa decretos ejecutivos para adoptar decisiones que siempre le hab¨ªan correspondido al Parlamento, como, por ejemplo, la definici¨®n de los ascensos en las Fuerzas Armadas.
El Gobierno tambi¨¦n se aferra a la ley que fij¨® el 3 de septiembre como fecha de las elecciones. El expresidente y candidato Carlos Mesa ha llegado a decir que, en este momento, el pa¨ªs tiene ¡°dos Gobiernos¡±. Adem¨¢s, el oficialismo presentar¨¢ ante el Tribunal Electoral una demanda contra el candidato del MAS, Luis Arce, por presuntamente transgredir la prohibici¨®n de difundir encuestas partidarias, proceso que podr¨ªa terminar en la suspensi¨®n de este pol¨ªtico y de su partido de la carrera electoral.
El MAS conserva los dos tercios de los esca?os de la Asamblea Legislativa que obtuvo en 2014. En noviembre pasado, Jeanine A?ez era parte de una bancada de oposici¨®n minoritaria que, sin embargo, lleg¨® al poder porque los directivos parlamentarios del MAS renunciaron, obedeciendo a una orden del derrocado expresidente Evo Morales, cuyas motivaciones contin¨²an siendo un misterio. Al comienzo de la gesti¨®n interina de A?ez, el Parlamento actu¨® con moderaci¨®n y de acuerdo con el Ejecutivo, pero eso cambi¨® durante los ¨²ltimos meses, mientras la presidenta se debilitaba y, paralelamente, el MAS se reorganizaba.
La Asamblea acentu¨® su perfil opositor, rechaz¨® varias iniciativas y solicitudes gubernamentales, y comenz¨® a aprobar leyes para interferir o restringir las facultades de A?ez. Por ejemplo, no autoriz¨® un cr¨¦dito de 327 millones de d¨®lares (unos 287 millones de euros) que el Gobierno hab¨ªa contra¨ªdo con el Fondo Monetario Internacional ni aprob¨® los ascensos militares que le solicitaban las Fuerzas Armadas. Tambi¨¦n tramita leyes para diferir el pago de los cr¨¦ditos bancarios hasta el pr¨®ximo a?o, para autorizar el uso de di¨®xido de cloro ¨Cuna sustancia prohibida por el Ministerio de Salud¨C en el tratamiento de la covid-19 y para impedir que los ministros censurados por la mayor¨ªa parlamentaria, y que por esto resultasen exonerados, sean reincorporados de inmediato al Gabinete, como ocurri¨® hace poco con el Ministro de Defensa. El oficialismo considera que el MAS ¡°est¨¢ haciendo campa?a¡± y, al mismo tiempo, intenta ¡°minar la gobernabilidad¡± del pa¨ªs.
El Gobierno ha tomado para s¨ª algunas atribuciones legislativas, como la aprobaci¨®n de los ascensos militares, con el argumento de que solo as¨ª pod¨ªa asegurar que las Fuerzas Armadas continuar¨¢n participando en la lucha contra la pandemia. Fue, justamente, el ministro de Defensa, Fernando L¨®pez, el que present¨® el decreto de los ascensos, el primero de este tipo desde la reinstauraci¨®n de la democracia en 1982. L¨®pez acus¨® a la Asamblea Legislativa de haber frenado el tr¨¢mite solicitado por las Fuerzas Armadas para ¡°castigarlas por haberse puesto del lado del pueblo en noviembre de 2019¡± (cuando estas ¡°sugirieron¡± que Morales renunciara).
El Gobierno resolvi¨® con los ascensos una importante preocupaci¨®n militar, que hace unos meses llev¨® a los miembros del Alto Mando a presentarse con uniformes de campa?a en la oficina de la presidenta masista del Parlamento, la senadora Eva Copa.
Hacia la inhabilitaci¨®n de Arce
En otra iniciativa polarizadora, el diputado oficialista Tom¨¢s Monasterio anunci¨® que demandar¨¢ al candidato Luis Arce por haber revelado una encuesta interna del MAS en un programa de televisi¨®n. La difusi¨®n de encuestas encargadas por los partidos est¨¢ severamente penada por la ley electoral boliviana. La ¨²nica vez que se prob¨®, en las elecciones municipales de 2015, caus¨® la inhabilitaci¨®n de todos los candidatos de un partido regional. Si el Tribunal Electoral hallara suficientes pruebas de que Arce cometi¨® este delito, no solo tendr¨ªa que inhabilitarlo a ¨¦l, sino tambi¨¦n al MAS en su conjunto. Una posibilidad que, por otra parte, ha estado sobrevolando el proceso boliviano desde la ca¨ªda de Morales. Seg¨²n las encuestas, Arce y el MAS son los favoritos en esta campa?a.
Samuel Doria Medina, el candidato a vicepresidente de A?ez, ha pedido que se aplacen las elecciones, por la gravedad de la crisis sanitaria que vive el pa¨ªs. ¡°La pandemia nos golpea como nunca antes. Los contagios de amigos y parientes, de pol¨ªticos y periodistas, son cada vez m¨¢s frecuentes. No podemos hacer campa?a ni debatir en estas condiciones. Por la democracia, consideremos que las elecciones se realicen en una fecha posible¡±, tuite¨®.
La Presidenta, seis ministros, decenas de altos funcionarios y parlamentarios se encuentren en este momento aislados o internados por haber dado positivo de la covid-19. Los servicios de sanidad y funerarios se hallan sobrepasados en las principales ciudades del pa¨ªs. El anuncio del ministro de Gobierno, Arturo Murillo, de ¡°intervenir o expropiar¡± cl¨ªnicas y cementerios privados para aliviar esta situaci¨®n ha quedado en agua de borrajas.
Los candidatos Jorge Quiroga, Luis Fernando Camacho y el influyente Comit¨¦ C¨ªvico Pro Santa Cruz tambi¨¦n apoyan la idea de suspender las elecciones, mientras que Arce y Mesa la rechazan. Mesa ha dicho que ¡°el derecho a la salud no es incompatible con el derecho democr¨¢tico¡± y ha sugerido siete medidas para realizar unas elecciones sin mayores riesgos. La Central Obrera Boliviana (COB), que en noviembre pidi¨® la renuncia de Morales, pero que sigue siendo considerada cercana al MAS, ha advertido que si las elecciones no se realizan el 3 de septiembre habr¨¢ ¡°convulsi¨®n social¡±. El 14 de julio, la COB llam¨® a una marcha en La Paz en contra del gobierno y exigiendo elecciones. Pese al agudo incremento de los contagios en esta ciudad, decenas de miles de maestros y trabajadores concurrieron a la convocatoria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.