La pesca china amenaza a las Gal¨¢pagos

Hace 42 a?os, Ecuador iniciaba su transici¨®n hacia la democracia cuando la Unesco escogi¨® a Gal¨¢pagos como el primer lugar del mundo para estrenar la lista de Patrimonio Natural de la Humanidad. Ahora, ese ¡°semillero de vida¡±, definido as¨ª por ser el entorno al que acuden especies en peligro de extinci¨®n para reproducirse, est¨¢ en riesgo. Una flota pesquera de 260 barcos chinos acecha al archipi¨¦lago en el borde exterior de las aguas de jurisdicci¨®n ecuatoriana sin que el Gobierno del presidente Len¨ªn Moreno pueda hacer m¨¢s que apelar a la diplomacia. ¡°Mientras exista la v¨ªa diplom¨¢tica, ser¨¢ la ¨²nica a la que recurramos¡±, dijo el procurador general del Estado, ??igo Salvador, en una rueda de prensa junto al flamante canciller del pa¨ªs, Luis Gallegos; el ministro de Defensa, Oswaldo Jarr¨ªn, y el presidente del Consejo de Gobierno de Gal¨¢pagos, Norman Wray. Los cuatro, que representan las diferentes acciones que tiene el pa¨ªs para enfrentar el problema, coinciden en mantener la negociaci¨®n bilateral y esperar la buena voluntad del gigante asi¨¢tico.

Los barcos chinos ¡ªque tambi¨¦n est¨¢n acompa?ados por naves con banderas de otros pa¨ªses como Liberia o Panam¨¢, seg¨²n el ministerio de Defensa¡ª est¨¢n en un corredor de aguas internacionales que separa las dos zonas de jurisdicci¨®n ecuatoriana: las 200 millas que rodean las islas Gal¨¢pagos y otras 200 millas que se extienden desde el continente. La superficie vigilada y controlada por Ecuador suma un mill¨®n de kil¨®metros pero est¨¢ partida por la mitad y es justo en ese pasillo de altamar donde se ha instalado la flota pesquera que amenaza a las especies marinas. ¡°Llegaron al l¨ªmite exterior del archipi¨¦lago. En el corredor entre las dos zonas. Pero jam¨¢s ha incursionado ning¨²n buque ni lo puede hacer¡±, asegura el titular de Defensa, que reconoce que esta situaci¨®n se repite cada a?o. En 2019, se detect¨® la presencia de otros 245 pesqueros de nacionalidad china y en 2017, llegaron 100.

Ese a?o, de hecho, uno de los barcos se meti¨® en la zona econ¨®mica exclusiva de Ecuador y las autoridades intervinieron. Encontraron en sus bodegas 300 toneladas de aletas de tibur¨®n y la nave fue incautada. Ahora forma parte de la log¨ªstica de abastecimiento del archipi¨¦lago. ¡°Vienen a Gal¨¢pagos porque es una ¨¢rea marina protegida en la que se reproduce la vida, a la que vienen especies en peligro de extinci¨®n a reproducirse¡±, apunta Norman Wray, la autoridad pol¨ªtica que gobierna en las islas.

A diferencia de lo que ocurri¨® hace tres a?os, esta vez Ecuador no puede irrumpir en ninguna de las embarcaciones porque se mantienen fuera de su ¨¢rea de vigilancia, pese a que las cuatro autoridades reconocen que la actividad pesquera de esos barcos amenaza la biodiversidad que se mueve por debajo del agua sin fronteras artificiales. ¡°Las autoridades solo tienen jurisdicci¨®n sobre el territorio ecuatoriano. Una actividad de inspecci¨®n no tiene ning¨²n sustento ni en el Derecho internacional ni en el ecuatoriano¡±, aclar¨® el procurador general del pa¨ªs ante la petici¨®n del Defensor del Pueblo de actuar para proteger el patrimonio natural y la reserva marina de Gal¨¢pagos.

La presencia de la flota fue detectada a mediados de julio pero ha sido esta semana cuando el asunto ha escalado al plano diplom¨¢tico. Ecuador se re¨²ne el mi¨¦rcoles con Per¨², Chile, Colombia y Panam¨¢, como observador, en el marco de Comisi¨®n del Pac¨ªfico Sur, para tratar el tema con los pa¨ªses ribere?os tambi¨¦n afectados. Se han enviado, adem¨¢s, advertencias a China a trav¨¦s de las embajadas, asegur¨® el canciller Gallegos. Y el presidente Moreno orden¨® conformar un grupo de expertos para encontrar soluciones. ¡°Es una situaci¨®n dif¨ªcil si China se niega a colaborar. No es signataria de la Convenci¨®n del Mar sobre pesca ilegal. Aqu¨ª de lo que se trata es de hacer presi¨®n contra un pa¨ªs muy grande que tiene veto en las Naciones Unidas para que sienta verg¨¹enza p¨²blica. Porque, de manera coactiva, es muy complicado¡±, reconoce Roque Sevilla, uno de los miembros del nuevo equipo.