Mart¨ªn Guzm¨¢n, el ministro inalterable

Alberto Fern¨¢ndez asumi¨® la presidencia de Argentina el 8 de diciembre de 2019. Desde entonces, muchas cosas han cambiado. La pandemia (Buenos Aires lleva 144 d¨ªas en cuarentena) acab¨® de devastar una econom¨ªa en situaci¨®n cr¨ªtica, el pa¨ªs suspendi¨® pagos oficialmente en mayo, se perdieron m¨¢s de 300.000 empleos en un trimestre y el sistema nervioso colectivo fue encresp¨¢ndose. Lo ¨²nico inalterable es Mart¨ªn Guzm¨¢n. El ministro de Econom¨ªa ha conseguido reestructurar la deuda privada externa sin dejar de hablar en un tono monocorde, sin levantar jam¨¢s la voz, sin pronunciar una sola frase ajena a sus argumentos t¨¦cnicos. Siempre impasible. Guzm¨¢n se enfrenta ahora a una dif¨ªcil negociaci¨®n con el Fondo Monetario Internacional. ¡°Eso llevar¨¢ meses, no semanas¡±. Al menos medio a?o, seg¨²n sus c¨¢lculos.

Llegar a un acuerdo con los acreedores privados, encabezados por Black Rock, el mayor fondo mundial de inversiones, cost¨® cinco meses. A principios de este mes las conversaciones parec¨ªan rotas. De pronto se retomaron, todo se aceler¨® y durante la noche del 3 al 4 de agosto se alcanz¨® el pacto. Mart¨ªn Guzm¨¢n compareci¨® por la ma?ana ante la prensa, sin haber dormido. Nadie pudo notarlo. Ning¨²n s¨ªntoma de cansancio, ninguna arruga, ninguna broma. La misma vocecita mon¨®tona y los mismos argumentos de siempre. Admite que el proceso result¨® muy dif¨ªcil: ¡°La pandemia nos encerr¨® y tuvimos que negociar simult¨¢neamente con una treintena de fondos a trav¨¦s del Zoom¡±. Un d¨ªa tras otro durante meses, sentados ante la pantalla, hasta la noche fat¨ªdica. Para los acreedores tampoco debi¨® de ser f¨¢cil enfrentarse una y otra vez a esa persona inalterable e inmune al aburrimiento.

Entrevistar a Mart¨ªn Guzm¨¢n es, a ratos, como charlar con Siri, el asistente inform¨¢tico de Apple. La misma exactitud, la misma ausencia de emoci¨®n. El lunes, varios corresponsales de medios extranjeros (Folha de Sao Paulo, BBC, Al Jazeera, TV3 y EL PA?S) se reunieron con el ministro para conversar sobre las perspectivas econ¨®micas. A la pregunta de cu¨¢nto durar¨ªan las severas limitaciones sobre el cambio de divisas, Guzm¨¢n ofreci¨® (la transcripci¨®n es exacta) la siguiente respuesta: ¡°Antes hay que tranquilizar la econom¨ªa (¡­) Necesitamos un esquema consistente de pol¨ªticas macroecon¨®micas que ponga la recuperaci¨®n de la actividad en el centro, y que lo haga dentro de una secuencia que converja en un horizonte de cuentas ordenadas¡±. Es un simple ejemplo.

Mart¨ªn Guzm¨¢n naci¨® en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, el 12 de octubre de 1982. Tiene 37 a?os. Se licenci¨® en Econom¨ªa e hizo un m¨¢ster en La Plata, se doctor¨® en la Universidad de Brown (Rhode Island) e hizo un posdoctorado en la Universidad de Columbia (Nueva York) bajo la tutela del Premio Nobel Joseph Stiglitz. Mantiene una gran amistad con Stiglitz y con su esposa, la periodista y acad¨¦mica Anya Schiffrin, y est¨¢ soltero. ¡°Su vida privada es lo que vemos, estudia y trabaja, no hay m¨¢s¡±, comenta un colaborador pr¨®ximo. Pero tiene sus aficiones. De joven gan¨® campeonatos locales de tenis y es devoto de Gimnasia y Esgrima, un club de f¨²tbol que re¨²ne dos caracter¨ªsticas peculiares: es el m¨¢s antiguo de Argentina y uno de los pocos que nunca gan¨® un campeonato profesional.

El hombre que desempe?a uno de los empleos m¨¢s dif¨ªciles del mundo (las dificultades econ¨®micas de Argentina son proverbiales) se apresta a negociar ahora con el FMI, a quien se adeudan 44.000 millones de d¨®lares. Quiere hacerlo ¡°bajo premisas completamente diferentes a aquellas en que estuvo basado el programa anterior¡±, cuando en 2018 la instituci¨®n basada en Washington concedi¨® a Argentina el mayor cr¨¦dito de su historia. ¡°Iniciaremos el proceso a finales de agosto o principios de septiembre¡±, dice, ¡°y llevar¨¢ meses, no semanas. Esperamos alcanzar un acuerdo en los primeros meses de 2021¡±.

Mart¨ªn Guzm¨¢n subraya que el programa anterior con el FMI ¡°se hizo en poco tiempo, tres semanas, y sin apenas debate p¨²blico. El programa fue visto por muchos como un pr¨¦stamo pol¨ªtico, es decir, como un apoyo al Gobierno anterior [del liberal Mauricio Macri] en el a?o previo a las elecciones presidenciales¡±. Y sigue: ¡°No hubo una legitimidad percibida sobre las premisas en que se basaba ese programa, contracci¨®n fiscal junto a contracci¨®n monetaria en un contexto de recesi¨®n. Eso gener¨® una ca¨ªda de la demanda agregada y agrav¨® la recesi¨®n. La contracci¨®n monetaria no estabiliz¨® los precios, sino que persisti¨® la inflaci¨®n y hubo una ca¨ªda de la base monetaria en t¨¦rminos reales. Lo cual encareci¨® el cr¨¦dito: la tasa efectiva lleg¨® a superar el 80% anual¡±.

La cat¨¢strofe que sigui¨® es conocida. El peso ha sufrido una devaluaci¨®n cercana al 80% y en 2020, bajo la marca de la pandemia, la contracci¨®n de la econom¨ªa no ser¨¢ inferior al 10%. En un contexto catastr¨®fico, el presidente Alberto Fern¨¢ndez declar¨® al Financial Times que no era necesario ¡°un plan econ¨®mico¡±. El ministro impasible precisa que se trata de un equ¨ªvoco sem¨¢ntico y que ¡°las cosas se planean, hay una estrategia detr¨¢s del esquema de pol¨ªticas econ¨®micas¡±. Las claves estrat¨¦gicas figurar¨¢n en el presupuesto para 2021, que se presentar¨¢ el mes pr¨®ximo al Congreso.

Guzm¨¢n insiste una y otra vez en la necesidad de ¡°tranquilizar¡± la econom¨ªa. ¡°En lo inmediato ser¨¢ fundamental impulsar el mercado interno porque hay gran cantidad de recursos productivos ociosos. Al mismo tiempo deben darse las condiciones para que las exportaciones crezcan tambi¨¦n, porque de lo contrario la recuperaci¨®n ser¨¢ ef¨ªmera, algo com¨²n en la historia argentina: crece el mercado interno y demanda divisas, y al poco tiempo aparecen problemas en la balanza de pagos porque el consumo de divisas no va acompa?ado de producci¨®n de divisas, es decir, exportaciones¡±.

De momento, en recesi¨®n, con la recaudaci¨®n fiscal desplomada por la pandemia, con un fuerte aumento del gasto y sin acceso a cr¨¦ditos externos por el default, Argentina se financia imprimiendo billetes las 24 horas del d¨ªa: 1,3 billones de pesos (unos 18.000 millones de d¨®lares al cambio oficial) en lo que va de a?o. ¡°Esta es una situaci¨®n de emergencia, no hab¨ªa alternativa¡±, precisa Guzm¨¢n. Hasta ahora, buena parte de esa emisi¨®n monetaria ha sido absorbida por el mercado a trav¨¦s de la compra de deuda en pesos. ¡°Vigilamos muy de cerca este tema¡±, asegura el ministro, ¡°y nos aseguramos de que la demanda de activos se mantenga controlada para no sufrir efectos desestabilizantes¡±.