Acorralado por las protestas, Lukashenko agita el fantasma de una intervenci¨®n militar de Rusia
El presidente bielorruso apela a Putin y le advierte de que el impacto de las movilizaciones puede llegar a Mosc¨². Las opciones del l¨ªder autoritario se reducen mientras el Kremlin estudia sus cartas
Acorralado por las manifestaciones crecientes en Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko ha apelado este s¨¢bado a Vlad¨ªmir Putin. Tras afirmar durante semanas que Rusia estaba detr¨¢s de una supuesta conspiraci¨®n para derrocarle, el l¨ªder bielorruso ha cambiado el juego y ha pedido ayuda al Kremlin. Lukashenko, que asegura que las movilizaciones contra su r¨¦gimen y el fraude electoral se espolean desde el exterior, ha recurrido al temor de Mosc¨² a que estallen protestas en casa y ha asegurado que las movilizaciones son ¡°una amenaza no solo para Bielorrusia¡± sino tambi¨¦n para Rusia. Lukashenko, que ve su r¨¦gimen colapsar, ha ido m¨¢s lejos y ha agitado el fantasma de una hipot¨¦tica intervenci¨®n militar de Mosc¨² al asegurar que ha hablado con Putin y este le ha garantizado que, en cuanto la pida, le brindar¨¢ ¡°asistencia integral para garantizar la seguridad¡± en caso de ¡°amenazas militares externas¡±.
El mensaje del Kremlin no ten¨ªa ese tono. El escueto comunicado de Mosc¨², que ha aludido este s¨¢bado a ¡°fuerzas destructivas¡± que intentan da?ar la ¡°cooperaci¨®n¡± entre ambos pa¨ªses y no menciona a Lukashenko directamente, hace pensar a distintos analistas que Rusia est¨¢ estudiando sus cartas y no descarta dejar caer a un hombre que durante a?os ha sido un aliado inc¨®modo y se ha vuelto problem¨¢tico; aunque todav¨ªa no ha hallado un reemplazo deseable.
El l¨ªder bielorruso, que tras unas elecciones con serias denuncias de fraude se aferra al poder que ha mantenido desde hace 26 a?os, ha insinuado adem¨¢s que puede movilizar al Ej¨¦rcito para aplacar las protestas contra la manipulaci¨®n en los comicios y la brutalidad policial sobre los manifestantes pac¨ªficos que, de nuevo este s¨¢bado, han inundado la mayor¨ªa de ciudades del pa¨ªs. ¡°Nuestros militares tienen suficientes recursos para protegerse a s¨ª mismos, a sus familias y garantizar la seguridad del Estado¡±, ha recalcado Lukashenko, seg¨²n la agencia estatal Belta, en una reuni¨®n con las Fuerzas Armadas. ¡°No le daremos el pa¨ªs a nadie. Mantendremos la situaci¨®n¡±, ha dicho.
A la misma hora, decenas de miles de personas se han congregado en el centro de Minsk con flores y carteles contra Lukashenko para homenajear Aleksandr Taraykovsky, de 34 a?os, fallecido el lunes en los violentos choques entre los antidisturbios y los manifestantes. Las autoridades aseguran que el joven quiso lanzar un artefacto explosivo a la polic¨ªa y que le estall¨®; testigos y un v¨ªdeo de la escena esa noche indican que pudo ser alcanzado por un disparo o una granada lanzada por las fuerzas de seguridad.
El l¨ªder bielorruso, de 65 a?os, debilitado todav¨ªa m¨¢s tras las elecciones y tocado por el rechazo social a su r¨¦gimen, con el que ha reprimido a la oposici¨®n y cualquier voz cr¨ªtica, ha hablado este s¨¢bado con Putin. Antes de la conversaci¨®n, la televisi¨®n estatal le mostr¨® despachando con su Gabinete y recalcando que necesitaba conversar con el presidente ruso. Un alegato que son¨® a petici¨®n p¨²blica de que Putin le contestase al tel¨¦fono. ¡°La defensa de Bielorrusia hoy no es menos que la defensa de todo nuestro espacio¡±, se?al¨® Lukashenko, aludiendo al acuerdo de uni¨®n entre Rusia y Bielorrusia, un pacto firmado en la d¨¦cada de los noventa que se basa en la eliminaci¨®n de controles migratorios, tratados energ¨¦ticos y acuerdos comerciales; y que inclu¨ªa elementos que nunca se han materializado, como la uni¨®n de c¨¢maras legislativas comunes, bandera o moneda ¨²nica.
Gleb Pavlovski, que fue asesor del Kremlin varios a?os, cree que esa llamada del l¨ªder bielorruso ha sido definitivamente un intento de involucrar a Rusia y reforzar as¨ª sus posiciones. ¡°El intento suena a fallido. Creo que Lukashenko no es el primero que llama desde el palacio presidencial de Minsk a Mosc¨²¡±, dice por tel¨¦fono el conocido analista, que cree que antes que ¨¦l otras personas de su entorno han tratado de discutir el desarrollo de los ins¨®litos acontecimientos que vive Bielorrusia estos d¨ªas, con las movilizaciones y la contestaci¨®n social m¨¢s grande desde el derrumbe de la URSS, en 1991. ¡°Lukashenko est¨¢ preocupado. Ahora ser¨¢ m¨¢s peligroso porque intentar¨¢ provocar que Putin intervenga¡±, opina Pavlovski.
Aunque algunos miembros de la ¨¦lite rusa han abogado por una intervenci¨®n militar de Mosc¨², Pavlovski y otros analistas sostienen que no solo ser¨ªa arriesgado sino tambi¨¦n podr¨ªa resultar contraproducente, porque alimentaria un sentimiento antirruso en Bielorrusia. Y hoy, la oposici¨®n a Lukashenko no es contraria a Mosc¨². Por eso, son diversos los observadores que creen que el escenario m¨¢s factible es la creaci¨®n de una mesa de di¨¢logo con personas del entorno de Lukashenko, orientada a resolver la situaci¨®n actual y a una posible transici¨®n. La l¨ªder opositora Svetlana Tijan¨®vskaya, autoexiliada en Lituania tras sentir amenazada a su familia, ha iniciado la creaci¨®n de su propio comit¨¦.
Tras acusar a Mosc¨² de interferir, Lukashenko culpa ahora a agentes respaldados por Occidente de intentar provocar una ¡°revoluci¨®n de color¡±; como se ha denominado en Rusia a los levantamientos en Georgia, Ucrania o Kirguist¨¢n, tras los que Mosc¨² insiste en que est¨¢ la mano de Occidente. Lukashenko lleva jugando durante d¨¦cadas a ser el amortiguador entre la OTAN y Rusia, pero parece que ya no puede seguir explotando esa baza. El viernes, la UE, que habla de manipulaci¨®n electoral clara, dio el primer paso para imponer sanciones a Bielorrusia, a trav¨¦s de personas cercanas al r¨¦gimen.
El Kremlin, que ha recalcado este s¨¢bado la importancia de su acuerdo de uni¨®n con Bielorrusia y muestra que no dejar¨¢ que el pa¨ªs gire hacia Occidente, tambi¨¦n podr¨ªa buscar a una figura af¨ªn dentro de la oposici¨®n. Lo ocurrido en Armenia, en 2018, cuando las protestas derribaron al l¨ªder af¨ªn a Mosc¨² y el Kremlin se acerc¨® al nuevo Gobierno, muestra la senda de ese posible escenario.
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