El asesinato de seis cooperantes, un desaf¨ªo para la estrategia francesa en el Sahel

Para Fran?ois Hollande, la orden de lanzar el 11 de enero de 2013 una operaci¨®n militar en Mal¨ª, que dio origen a la presencia hasta hoy del Ej¨¦rcito franc¨¦s en el Sahel bajo la Operaci¨®n Barkhane, fue ¡°el d¨ªa m¨¢s bonito¡± de su carrera pol¨ªtica. Para su sucesor en el El¨ªseo, Emmanuel Macron, el domingo 9 de agosto, cuando seis j¨®venes cooperantes galos, cuatro mujeres y dos hombres de entre 25 y 30 a?os, fueron asesinados por presuntos yihadistas en el vecino N¨ªger, fue uno de los m¨¢s sombr¨ªos de su mandato y un recordatorio de la dificultad de combatir el extremismo isl¨¢mico.

Aunque el ataque, en el que tambi¨¦n fallecieron dos nigerinos que acompa?aban a los cooperantes, no ha sido reivindicado por ning¨²n grupo extremista hasta la fecha, al Gobierno galo no le cabe duda de que se trata de un ataque que ten¨ªa como objetivo matar a ciudadanos occidentales, probablemente franceses. El primer ministro, Jean Castex, lo ha comparado incluso con el atentado en la sala de conciertos Bataclan de Par¨ªs el mort¨ªfero 13 de noviembre de 2015, la noche en que 137 personas murieron en una serie de ataques terroristas en la capital francesa.

Siete a?os y medio despu¨¦s del desembarco militar en el Sahel para combatir el extremismo islamista en sus or¨ªgenes y en v¨ªsperas del inicio del juicio, el pr¨®ximo 2 de septiembre, por otro de los atentados que sacudieron Francia, el de Charlie Hebdo en enero de ese fat¨ªdico 2015, la brutal muerte de los trabajadores de la ONG francesa Acted pone de relieve una vez m¨¢s la complejidad de la lucha antiterrorista en tierras propias y ajenas. Pese a ello, Francia no muestra signos de querer abandonar una operaci¨®n militar que ya ha costado la vida a m¨¢s de 40 de sus militares, el ¨²ltimo el pasado 23 de julio.

¡°No cederemos ni un cent¨ªmetro al fanatismo criminal y a los enemigos de la libertad de actuar, de pensar y de comprometerse¡±, subray¨® Castex el viernes durante un homenaje a los fallecidos en N¨ªger, en el que se comprometi¨® tambi¨¦n a reforzar la protecci¨®n de las organizaciones humanitarias para que puedan ¡°continuar haciendo su trabajo sobre el terreno¡±. Abandonar ahora la zona ser¨ªa ¡°ceder a los asesinos que nos quieren expulsar¡±, afirm¨®, y ¡°dejar en manos de los asesinos y de su ideolog¨ªa de muerte a poblaciones a las que gobernar¨¢n por el hambre, el miedo y la desesperanza¡±, sostuvo.

La contundencia de las declaraciones del Gobierno no logran esconder, sin embargo, las m¨²ltiples dudas que ha provocado este nuevo ataque, que parece apuntar a un cambio de estrategia: hasta ahora, se consideraba que el mayor riesgo que corr¨ªan occidentales en la zona era la posibilidad de ser secuestrados por los grupos yihadistas que en parte se financian con el dinero de los rescates.

En el ataque en N¨ªger, sin embargo, el objetivo jam¨¢s fue el secuestro, sino la muerte inmediata de las v¨ªctimas. Seg¨²n el general Dominique Trinquand, antiguo jefe de la misi¨®n militar francesa en la ONU, el hecho de que haya ahora una mayor presencia uniformada en la zona ¡ªen febrero, Francia aument¨® de 4.500 a 5.100 efectivos la Operaci¨®n Barkhane¡ª le pone m¨¢s dif¨ªcil a los extremistas huir con rehenes e incluso mantenerlos durante meses o a?os hasta que se negocia su liberaci¨®n.

¡°Saben muy bien que tienen pocas posibilidades. As¨ª que los ejecutan de inmediato¡±, dijo Trinquand a la agencia France Presse. Una acci¨®n que, adem¨¢s, puede ser ventajosa a sus ojos, agreg¨®: ¡°Tiene un eco medi¨¢tico enorme. Todo el mundo no habla ya m¨¢s que de eso, y se pregunta, ?qu¨¦ hace Barkhane? ?Qu¨¦ hace el G5 Sahel (Mal¨ª, N¨ªger, Chad, Mauritania y Burkina Faso)?¡±.

Por el momento, no parece que la operaci¨®n militar internacional liderada por Francia ¡ªy en la que tambi¨¦n participa Espa?a¡ª est¨¦ vivamente cuestionada. En la semana que ha pasado desde el brutal ataque, no ha habido un cambio visible en la opini¨®n p¨²blica ni tribunas llamando a abandonar la zona. Hace justo un a?o, el Ministerio de Defensa publicaba una encuesta seg¨²n la cual el 64% de los franceses apoyan la Operaci¨®n Barkhane. Y en diciembre, tras un accidente de helic¨®ptero en Mal¨ª que caus¨® la muerte de 13 soldados galos, otra encuesta demostr¨® que seis de cada diez franceses siguen apoyando la intervenci¨®n militar en la regi¨®n.

No obstante, preocupa, tambi¨¦n a muchos expertos, la degradaci¨®n de la situaci¨®n que se vive en el Sahel. Seg¨²n un estudio del Centro de Estudios Estrat¨¦gicos de ?frica, ¡°en los ¨²ltimos cinco a?os, el Sahel ha conocido el aumento de violencia m¨¢s r¨¢pido que ninguna otra regi¨®n en ?frica¡±. Los incidentes violentos vinculados a grupos armados terroristas ¡°se han duplicado cada a?o desde 2015¡±, una situaci¨®n que ha provocado la huida de casi un mill¨®n de personas. Precisamente en estas poblaciones se centra buena parte del trabajo de la ONG para la que trabajaban los cooperantes asesinados.